El exterminio libertario

Actualidad 16 de enero de 2024
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Las invocaciones religiosas de Javier Milei han sorprendido en el país y recorrido el mundo. Lloró cuando su rabino, Axel Wahnish, mirándolo a los ojos, le anunció en la catedral metropolitana: “Dios tiene fe en usted, señor presidente” (SIC). Días después, designaría a su guía espiritual como embajador en Israel.

En sintonía con ese sendero, su primer viaje al exterior, como presidente electo de los argentinos, fue el 27 de noviembre de 2023 a la ciudad de Nueva York, más precisamente al cementerio de Montefiore. Fue a rezar ante la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, líder de la comunidad ultraconservadora Lubavitch, fallecido el siglo pasado.

Unos días después de su regreso, el 10 de diciembre, juró como presidente “por Dios, por la Patria y sobre estos Santos Evangelios” (SIC). El 12 de diciembre, Milei anunció públicamente que «después de tantos años de oscuridad y ocultismo, va a salir la luz» (SIC). Esto lo pronunció en el marco de la festividad judía de Janucá en el barrio de Recoleta. 

Igualmente, llorando, tiempo antes había dicho por televisión: «Kari es Moisés y yo soy el que divulga. Soy sólo un divulgador” (SIC). Instalaba de ese modo a su hermana Karina Milei como enviada de Dios en la tierra, hoy Secretaria General de la presidencia, y él se autoproclamaba su predicador.   

Se trata del mismo Javier Milei que comunicaba unos años atrás que estaba pensando en convertirse al judaísmo afirmando: “aspiro a llegar a ser el primer presidente judío de la historia argentina” (SIC).

La destrucción

Tanto el DNU 70/2023 como la Ley Ómnibus crean las Bases y son el Punto de Partida de un proceso de destrucción humana y ambiental que, de concretarse, generarían a la población un daño nunca antes visto desde la conquista genocida de 1492.

Milei inicia ese proceso afirmando en ambos textos que: “Argentina está inmersa en una grave y profunda crisis económica, financiera, fiscal, social, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria y social sin precedentes, que afecta a todos los órdenes de la sociedad y al funcionamiento mismo del Estado.”. Y agrega que “la severidad de la crisis pone en riesgo la subsistencia misma de la organización social, jurídica y política constituida…”.

Rápidamente, ante los legisladores,el Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, y con ese antecedente a la vista, afirmó que “si hay crisis económica, no hay constitución vigente” (SIC). Daba por terminada con estas palabras toda aspiración de debate racional, de intercambio de ideas o de posibilidad de reflexión acerca de las tragedias que se fomentan desde el nuevo gobierno. Este anuncio se producía ante la claridad de los artículos que componen el DNU y la ley ómnibus, y que derriban uno a uno los derechos y garantías que nuestra constitución ofrece a quienes habitan el país. Avances que fueron producto de duras décadas de luchas sociales por una vida digna, en las cuales decenas de miles de habitantes entregaron sus vidas.   

De ese modo, quien pocas semanas antes se había arrepentido públicamente de su pasado nazi, siendo hoy parte del gobierno, lanzaba su cínica admonición: olvídense de la constitución… Ese anuncio del representante del Poder Ejecutivo a los dos poderes restantes de la democracia, significó una novedosa maniobra de golpe institucional nunca antes ensayada en esos términos.  

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 Rodolfo Barra. Foto: Perfil
 
Así, en un clima enrarecido por la prepotencia y la tozudes, el oficialismo arrastró a los diputados y diputadas de Unión por la Patria, del Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT) y a algunos legisladores pudorosos de otros partidos, a una discusión sólo aparente. Con personajes como el que propone alambrar los océanos para salvar ballenas y elefantes, o la diputada que culpa a las mujeres de perforar preservativos para tener hijos y comprometer a los padres, la extrema derecha teo-autocrática marca el ritmo. Una extraña danza de gestos bizarros (Espert poniendo cara de bebote), mezclada con bloqueos ilegales de micrófonos o con la orden del libertario a un ministro para que no dialogue con la izquierda, se apoderó del clima de los plenarios. Extraño escenario de discusiones estériles para unos y soñadas para otros. Por eso se afirma aquí que las discusiones son sólo aparentes.

La derecha extrema que gobierna el país no discute, no dialoga, no intercambia. Impone. Los autores intelectuales de los proyectos y sus firmantes, así como quienes los sostienen en el plenario, tienen cabal conciencia que son inviables. Saben en plenitud que se trata de una propuesta de sufrimiento, dolor y muerte. La historia está llena de ejemplos en los que esa caterva de protagonistas tuvieron sus momentos de extraordinario poder en los que el goce del daño que generaban acariciaba sus mentes particularmente perversas.

Baste recorrer los textos y recordar algunas de las normas contenidas en los proyectos para acercarse a la inconmensurable  tragedia que planifican.

Así, el proyecto libertario favorece la usura, la xenofobia, la violencia de género. Modifica la Ley de Glaciares para permitir la actividad minera en ambiente peri glaciar, desfinancia la Ley de Bosques, modifica la Ley de Fuego con la autorización de quema «tácita» (SIC). Deroga la Ley que limita el derecho de propiedad sobre la tierra rural en manos de extranjeros. En igual sentido, avasallan derechos previsionales, alimentarios, de medicamentos, de protección de la salud física y mental, laborales. En materia de comercialización, se deroga la ley de Abastecimiento, la de Compre Nacional, de Promoción Industrial, de Compre Argentino y de Góndolas. Deroga la Ley de alquileres.

Lo descripto es una apretada síntesis del universo de derechos esenciales conculcados por primera vez de una manera abarcativa, amplia, literal y explícita. Por otra parte, en la lectura detenida de los casi mil artículos que componen la canallada, es posible advertir el alcance y la vinculación del anuncio de Barra. Es que, no sólo se liquidan las Convenciones Internacionales sobre Derechos Humanos contenidas en el art. 75 inc. 22. Además, se pretende la suma del poder público en las facultades que se exige delegue el poder legislativo, de modo que lisa y llanamente se deroga la Constitución Nacional.

Si por vía de negada hipótesis, la facción fascista que representan los diputados oficialistas, sumada al número necesario de advenedizos arribistas triunfara, el contexto actual se complicaría notoriamente. Se concretaría el comienzo de una etapa de violencia extrema. Esa violencia  ocasionaría una “lesión grave a la integridad física y mental de una parte de la población del país así como el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial” (art II, b] y c] de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio-CN art. 75 inc. 22).

Es decir, el gobierno garantiza con estos proyectos, niñas y niños desnutridos, adultos mayores sin medicamentos, desempleadas y desempleados sumidos en la angustia y la depresión de ver en peligro su supervivencia y la de sus seres queridos. Milei y su equipo anuncian de ese modo un escenario de muerte.

No es posible, por el momento, saber si semejante elaboración siniestra se produce por ambición material de aumentar sus riquezas, por pura perversión o una combinación de ambas.

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Las marionetas

Javier Milei es el primer presidente de la República Argentina que se asume como comunicador de una enviada de dios – su hermana, a quien asocia con Moisés – para traer luz a la tierra después de tanta oscuridad. Esta auto-descripción, en un contexto de tratamiento terapéutico, resultaría rutinaria y el personaje sería calificado como delirante, mesiánico o simplemente psicótico. Sin embargo, se trata del presidente de una Nación, que a poco más de un mes de gestión ha comenzado a concretar un plan de deterioro sin precedentes en la calidad de vida y derechos esenciales de la mayor parte de los habitantes.

Es obvio que detrás hay personajes de altísimo poder local y en el exterior que mueven los hilos. Desde los medios hegemónicos de comunicación y las enormes corporaciones internacionales, se pergeñó el plan que se conoce como “motosierra” o “anti casta” y que en realidad no es otra cosa que la tradicional transferencia de recursos de los sectores más vulnerables a los de mayor concentración de riqueza del país y el mundo.

La novedad, en este caso, es que se esté utilizando a una persona con notable vulnerabilidad emocional que además, exhibe un grado superlativo de maldad. La suma de esas características del Presidente de la Nación con las de su eventual reemplazante, vicepresidenta cultora del negacionismo ilegal, puede ser letal.

El único camino para frenar semejante retroceso es la consolidación de figuras progresistas de la política y de las diversas disciplinas que puedan aportar a una mejor comprensión de la gravedad de las amenazas y juntos elaborar una estrategia que permita contrarrestarlas con éxito.

Por Carlos Rozanski * Ex Juez de Cámara Federal y Ex Presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata. / la Tecla Eñe

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