Mercados atados al humor de Trump

Economía16/10/2025
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La jornada financiera volvió a mostrar el grado de dependencia que mantiene la economía argentina frente a los movimientos externos. Tras las declaraciones de Donald Trump el martes, los mercados locales abrieron con extrema volatilidad y fuertes oscilaciones en el tipo de cambio: una mañana marcada por la expectativa y el desconcierto. El dólar oficial comenzó la rueda en alza, al cotizar en 1.365 pesos para la compra y 1.415 pesos para la venta en el Banco Nación, lo que implicó un salto de 30 pesos respecto del cierre anterior. Sin embargo, pasado el mediodía revirtió la tendencia y retrocedió por debajo de los 1.400 pesos, luego de que el Tesoro de los Estados Unidos interviniera nuevamente y anunciara un respaldo por 40.000 millones de dólares. El movimiento mostró, una vez más, que cualquier gesto proveniente de Washington basta para modificar el humor financiero local. Sobre el final de la jornada, la divisa volvió a trepar y alcanzó los 1.405 pesos. La inestabilidad domina el escenario financiero.

El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, informó que la operación se realizó en el mercado abierto y que formará parte del esquema de asistencia que la Casa Blanca viene desplegando en las últimas semanas. En conferencia de prensa, el funcionario precisó que “estamos trabajando en una facilidad de 20.000 millones junto a nuestra línea de swap con bancos privados y fondos soberanos, que apuntarían al mercado de deuda. Eso totalizaría 40.000 millones para la Argentina”. También aseguró que el apoyo se mantendrá mientras el país “desarrolle buenas políticas” y que un eventual triunfo electoral de La Libertad Avanza “fortalecería la capacidad del gobierno argentino de vetar malas políticas”. Las declaraciones se interpretaron como una nueva señal de condicionamiento político del respaldo financiero estadounidense, que vuelve a colocar a la economía local en una posición de subordinación frente a las decisiones de la potencia del norte. 

En los mercados bursátiles, el S&P Merval subía 3,9 por ciento hasta los 1.958.000 puntos, con una marcada recuperación luego del derrumbe de comienzos de semana. En el panel líder se destacaron las subas de Central Puerto (11,6 por ciento), Grupo Supervielle (7,6 por ciento) y Banco Macro (5 por ciento). En Nueva York, los papeles argentinos operaron también con signo positivo: los ADR de Central Puerto avanzaron 9,9 por ciento, los de Supervielle 6,2 por ciento y los del Banco Francés 5,1 por ciento. El rebote estuvo impulsado por las señales de intervención norteamericana y la expectativa de que el flujo de dólares desde Washington permita aliviar la presión cambiaria, en un contexto en el que los mercados buscan desesperadamente cualquier indicio de respaldo externo para sostener un frágil equilibrio interno.

El riesgo país se ubicó en 1.026 puntos básicos, según la medición de JP Morgan, con un incremento superior al 10 por ciento respecto del día anterior. Esta medición contempla únicamente los movimientos del martes, dado que ahora el indicador para la Argentina se publica una sola vez por día. Entre los bonos soberanos, el AL30 registró una suba del 0,6 por ciento, mientras que el AL35 permaneció casi sin cambios. Los bonos en dólares y los ADRs operaron al alza tras la fuerte caída del día previo, cuando las declaraciones de Trump habían condicionado el apoyo estadounidense a un eventual triunfo electoral del oficialismo. Esa combinación de factores volvió a exponer la extrema sensibilidad del mercado argentino, que oscila entre la euforia y la desconfianza según las señales que llegan desde el exterior.

En Wall Street, las acciones argentinas mantuvieron la tendencia positiva a lo largo de la jornada. Central Puerto volvió a encabezar las subas, seguida por Edenor y Supervielle. El salto de la generadora eléctrica estuvo vinculado a la confirmación de su participación como proveedora de energía para el nuevo proyecto de centro de datos impulsado por OpenAI en la Patagonia, denominado “Stargate Argentina”. El emprendimiento prevé una capacidad inicial de 100 megavatios, con posibilidad de expandirse hasta 500 megavatios, lo que generó expectativas favorables entre los inversores. Aun así, la mejora bursátil no logra despejar el trasfondo de vulnerabilidad que caracteriza al sistema financiero local, sostenido por flujos especulativos más que por fundamentos productivos.

El comportamiento de los mercados volvió a evidenciar la fragilidad estructural de la economía argentina. Las cotizaciones reaccionan con brusquedad ante cualquier señal externa y el pulso del dólar depende de las decisiones políticas y financieras de Washington. Mientras el Gobierno celebra la estabilidad momentánea del tipo de cambio, los movimientos especulativos en acciones y bonos dejan en claro que la volatilidad sigue siendo la norma y que el margen de maniobra de la política económica se achica con cada nuevo gesto de dependencia. En una economía que busca permanentemente la aprobación de los centros de poder externos, cualquier declaración se convierte en un factor de riesgo o de alivio. Esa vulnerabilidad, que atraviesa los distintos planos de la vida económica, revela una vez más que la estabilidad argentina continúa atada a la voluntad de Washington, en un tablero donde las decisiones locales pesan cada vez menos.

Por Juan Garriga / P12

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