





Hay que remontarse a Braden o Perón para encontrar una injerencia tan desfachatada de Estados Unidos en un proceso electoral argentino. Aquella vez, el embajador Spruille Braden funcionó en los hechos como el gran articulador de la oposición a Perón y Estados Unidos sufrió una derrota tan humillante que hasta el día de hoy el peronismo es mala palabra en el sistema político norteamericano.
Pero la administración Trump no se destaca por su prudencia ni por su interés por la historia. Aunque hay que reconocer que esta vez tuvieron la delicadeza de "privatizar" la cara visible de su injerencia política. El enviado de Trump no es el embajador, sino el lobbysta Barry Bennett, que encabeza en los barrios elegantes de Buenos Aires reuniones con funcionarios del gobierno y líderes opositores, donde se debaten temas esenciales de la soberanía argentina como las leyes que aprobará o no el Congreso, la futura integración del gabinete nacional y la articulación de las fuerzas políticas contrarias al peronismo.
Ese tutelaje quedó expuesto de manera brutal este martes en la Casa Blanca cuando Trump dijo de manera perfectamente clara que si Milei pierde las elecciones no se concretará el rescate prometido. Fue la versión hardcore de lo que insinuó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, cuando anunció el rescate. En ese momento nadie lo quiso escuchar.
La frase de Trump además de una presión sobre el derecho a voto libre de los argentinos, exhibe una total falta de empatía del magnate con su aliado Milei, a quien le está diciendo en la cara que si pierde el próximo 26 de octubre, se olvide de los 20 mil millones de dólares del swap. El poco interés de Trump por cuidar las formas con Milei quedó en evidencia cuando luego de la larga perorata del argentino, el republicano se dio cuenta que nadie lo había traducido y le dio fiaca escucharlo: "Lo dejamos así", dijo. Insólito es poco.
Resumiendo, Trump dijo dos cosas en su frase brutal: a) Los argentinos deben votar a Milei b) Si no lo hacen, no llegará la ayuda prometida y Milei tendrá que arreglárselas solo el tiempo que le queda. "No podemos perder el tiempo", afirmó textual.
El poco interés de Trump por cuidar las formas con Milei quedó en evidencia cuando luego de la larga perorata del argentino, el republicano se dio cuenta que nadie lo había traducido y le dio fiaca escucharlo: "Lo dejamos así", dijo. Insólito es poco.
Es tan grave la afirmación, tan mala para Milei, que los trolls, funcionarios y medios libertarios, se apresuraron a "interpretar" a Trump, afirmando que el presidente de Estados Unidos sigue sin entender que la Argentina se encamina a elecciones parlamentarias y cree que está en juego la reelección de Milei. Y en una contradicción notable, al mismo tiempo argumentaron que Trump hablaba del 2027. ¿Entonces, cree que ahora hay elecciones presidenciales o hablaba del 2027? Las dos cosas al mismo tiempo no se puede. Los libertarios son desordenados hasta para inventar excusas. Les pasó lo mismo con Espert.
Curiosa además la supuesta confusión de Trump, porque la periodista que le hizo esa pregunta le dijo textualmente que la Argentina se encaminaba a elecciones legislativas (ver video). Horas después de la reunión, el propio Trump publicó un posteo en su red social Truth en el que le deseó suerte a Milei en las elecciones de "medio término". Fin del debate.
Pero la historia de este enredo podría ser incluso más desopilante. En el Congreso diputados muy cercanos al gobierno sostienen que esa frase fue el resultado de una "idea fuerza" trabajada especialmente por Santiago Caputo, que desde el domingo pasado cansó a todos sus contactos en la administración republicana para que lograran que Trump la verbalizara. La pasión por polarizar a veces genera estos inconvenientes.
El mercado que no se pierde en detalles, entendió enseguida lo importante: Si Milei pierde las próximas elecciones no hay rescate, es decir, no hay dólares para sostener la actual paridad ni para pagar los bonos. Así las cosas, el resultado de la ansiada reunión en la Casa Blanca fue exactamente el contrario del que buscó Milei: se hundieron todas las cotizaciones y cayeron las reservas. Casi hubiera sido mejor ahorrarse el viaje.
Porque la pasión de Trump por despejar las dudas, puso en blanco sobre negro otro sincericidio presidencial: Milei dijo esta semana que el apoyo del Tesoro servía para evitar un nuevo default. ¿Pero cómo, el modelo no era super sólido gracias al superávit nunca visto en la historia de la humanidad? Entonces, ahora nos enteramos por boca del propio Presidente que la Argentina está al borde de un nuevo default.
Y en otra contribución a la confusión general, el ministro Federico Sturzenegger se vio en la necesidad hoy mismo de afirmar que él nunca dijo, en un encuentro organizado por Bloomberg, que la Argentina se encamina a abandonar el sistema de bandas para pasar a una flotación libre, es decir a devaluar, que es exactamente lo que le piden el FMI y el Tesoro. Sólo que hay que negarlo ahora y hacerlo después de las elecciones, porque todos sabemos que las devaluaciones no contribuyen a buenos resultados electorales.
La historia de este enredo podría ser incluso más desopilante. Diputados muy cercanos al gobierno sostienen que la frase de Trump fue el resultado de una "idea fuerza" trabajada especialmente por Santiago Caputo, que desde el domingo pasado cansó a todos sus contactos en la administración republicana para que lograran que el republicano la verbalizara.
Mientras todo esto ocurre el peronismo ha decidido que lo mejor que puede hacer es no hacer nada. "Cuando tu enemigo se equivoca no lo interrumpas", decía Napoleón.
Jorge Taiana es un candidato fantasma y hasta en el entorno de Santilli reconocen que se trata de una estrategia inteligente. "Los peronistas quieren llegar a la elección silbando bajito, han logrado que no se hable de los problemas de la provincia de Buenos Aires", reconoce un macrista que cada día que pasa rompe su capacidad de asombro por el cúmulo de torpezas con las que debe lidiar. "Lo de Pareja es imposible", resume.
Santilli dice que el domingo a la noche, si pierde por "sólo" nueve puntos festeja. El problema que tiene, además que la boleta sigue encabezada por Espert, es que en sus recorridas por el Conurbano detectó que la gente la está pasando mal. El otro problema es que el laboratorio electoral libertario sostiene que si pierden la provincia por más de siete puntos no hay manera de remontarlo a nivel nacional.
Pareja, como los Menem, como Karina Milei, son parte de un sistema de conducción del gobierno libertario que fracasó. Lograron imponerse a Santiago Caputo, pero el asesor sumó fuerzas afuera del gobierno y logró articular una alianza con los radicales de Rodrigo de Loredo; los que conduce Miguel Pichetto; los macristas de Santilli y Ritondo y los gobernadores de Provincias Unidas; empujado por el amigo americano Barry Bennet. Esa gente quiere gobernar la Argentina después de las elecciones del 26 de octubre.
En una reciente reunión de Bennet y Santiago Caputo con los gobernadores Ignacio Torres y Alfredo Cornejo, en la que algunos también ubican a Maximiliano Pullaro, el enviado americano habría prometido que parte de los fondos del Tesoro irían a su provincias.
Para ello, Santiago Caputo está dispuesto a asumir la Jefatura de Gabinete y por eso empuja la caída de Guillermo Francos y su ladero Lisandro Catalán, ambos sostenidos por Karina Milei. Y por eso también propicia la salida del canciller Gerardo Werthein. "Francos y Werthein son amigos de los demócratas", afirman insidiosos en el entorno del joven asesor, a sus interlocutores trumpistas.
Lo notable de esta situación es que una vez más, el poder de Estados Unidos, a veces tan sofisticado para abordar situaciones complejas, sigue sin entender algo tan sencillo como el rol ineludible del peronismo en la política argentina, y compra una y otra vez los fallidos vaticinios de su inminente desaparición.
Si el próximo 26 de octubre el peronismo vuelve a ganar la provincia de Buenos Aires y recupera provincias que tenía perdidas, el papelón de la Casa Blanca será mayúsculo. Pero claro, Trump pasará la hoja del tema Argentina para entretenerse con otro lugar del mundo y los problemas le quedarán a Milei.
Por Ignacio Fidanza / LaPoliticaOnline





