


El avión de Leonardo Scatturice, bajo la lupa por su rol en el rescate de 20 mil millones a la Argentina
Actualidad - Nacional11/10/2025


La historia detrás del rescate financiero de Estados Unidos a la Argentina tiene un nombre que conecta todo: Leonardo Scatturice. Este empresario, que según el New York Times ganó una fortuna con jugosos contratos del gobierno de Javier Milei, puso su avión privado para una reunión que fue decisiva. ¿Para qué? Para que el inversor Robert Citrone viajara a Buenos Aires a verse con el presidente y ejerciera presión por una ayuda que le venía como anillo al dedo para sus negocios en el país.
Scatturice no es un empresario más. Es uno de los dueños de Tactic Global, una firma que funciona como nexo de la CPAC, un grupo de ultraderecha muy influyente y cercano a Donald Trump. Su rol fue el de ser un puente: conectó a un poderoso financista de Wall Street, que necesitaba proteger su plata, con el gobierno argentino, del cual él mismo es un importante proveedor.
Bessent y Caputo, tras llegar a un acuerdo por el salvataje financiero.
El inversor que viajó en ese avión, Robert Citrone, es un viejo conocido del Secretario del Tesoro de Trump, Scott Bessent. Citrone tiene casi toda su plata invertida en América Latina, y Argentina es su apuesta más grande. Su mensaje para convencer a Bessent fue claro y directo: si no ayudaban a Milei, su gobierno se caería y el país terminaría pidiéndole plata a China.
Esa reunión fue el empujón final para que el gobierno de Trump pusiera en marcha el paquete de 20.000 millones de dólares. La excusa oficial fue que en Argentina había una “aguda iliquidez”y que era clave mantener al país como un aliado estratégico en la región. El anuncio se hizo justo antes de unas elecciones complicadas para Milei y de un viaje suyo a Washington.
En Estados Unidos, algunos sectores lo vieron como un salvataje hecho a medida de los amigos del poder. Además de Citrone, otros gigantes como BlackRock y Fidelity, que tienen mucho dinero metido en la deuda argentina, se beneficiaron al instante.
La pelea política y las condiciones del acuerdo
Como era de esperar, la movida generó un escándalo político en Washington. Un grupo de senadores del partido demócrata, con Elizabeth Warren a la cabeza, impulsó una ley para frenar el uso de esa plata para Argentina. Warren fue durísima y disparó: "No se puede explicar que el presidente Trump ayude a otro gobierno mientras cierra el nuestro".
Scott Bessent, el jefe del Tesoro, salió a negar todo. Dijo que era mentira que estuvieran ayudando a los ricos. "Lo que estamos haciendo es mantener un interés estratégico de Estados Unidos en esta parte del mundo", aseguró, tratando de llevar la discusión a un plano geopolítico y no de negocios privados.
Bessent negó haber trabajado por intereses personales.
Pero los expertos no compraron el discurso. Monica de Bolle, investigadora principal del Instituto Peterson de Economía Internacional. le dijo a New York Times: "Pueden ponerle el nombre que quieran, pero es un rescate. Es un país en crisis, sin dólares, y Estados Unidos le está dando dólares. Por definición, eso es un rescate".
En el fondo de todo, además, había condiciones. Según el artículo, los funcionarios de Estados Unidos estaban presionando a Argentina para dos cosas: primero, que se aleje de China; y segundo, que les garantice el acceso a las reservas de litio y uranio del país. Un favor que, claro está, no iba a salir gratis.
Fuente: Perfil





