


Las reservas perforaron los US$ 39.000 millones y Caputo sale a la caza de dólares para cumplir con el FMI
Economía11/07/2025




Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) están en el centro de la discusión económica. Con la canilla del mercado oficial cerrada por una restricción autoimpuesta, al gobierno de Javier Milei se le acaban las semanas para conseguir los dólares de la meta de acumulación pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y explora diversas opciones que, en principio, no representan un flujo significativo en el corto plazo.


Según lo acordado por el FMI, las tenencias extranjeras netas, que surgen de restar los encajes bancarios y el swap de monedas con China, tendrían que haberse incrementado en US$ 5.000 millones en junio. La administración libertaria incumplió el objetivo y el organismo multilateral postergó la revisión para fines de julio y le concedió un período de gracia para robustecer el colchón de divisas.
Las reservas perforaron los US$ 39.000 millones
En tal sentido, las reservas acusaron una contracción de US$ 2.928 millones esta semana debido al pago de un vencimiento de deuda externa por US$ 4.225 millones y perforaron los US$ 39.000 millones. Los compromisos en Bonares y Globales retrotrajeron el nivel a US$ 38.792. El monto total de lo abonado no se restó de forma directa de la cifra que calcula el BCRA ya que una porción considerable quedó depositado en cuentas argentinas.
"Baja de US$ 376 millones en las reservas [este jueves], seguramente asociada al pago de Bonares con custodia en Euroclear. El resto del pago de Bonares, que totaliza US$ 1.654 millones, queda en depósitos en el país, sean del sector público o del sector privado", explicó el economista Federico García Martínez.
Tras la flexibilización parcial del cepo implementada a mediados de abril, tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, argumentaron que el tipo de cambio iba a caer en picada hacia el piso del sistema de bandas. De hecho, el presidente proyectaba para mayo un nivel de reservas brutas de US$ 50.000 millones e incluso ponderaba un pronóstico del FMI: la compra de US$ 4.000 millones en el Mercado Libre de Cambios (MLC).
La condición para que el Banco Central pueda comprar dólares en el MLC es que la moneda estadounidense perfore el piso del esquema, en ese momento situado en $1.000. Con el correr de las semanas, ese escenario no se materializó, el segmento mayorista superó los $1.200 con comodidad y el atesoramiento nunca ocurrió.
Aunque en mayo y en junio el campo volcó al mercado un volumen importante de divisas, la demanda compradora no aflojó y, en las últimas semanas, terminó superando a la oferta. Como resultado, la cotización oficial registró una suba y quedó clausurada la ventana para que el BCRA atesore reservas a través del MLC.
La letra chica del último pacto con el Fondo, rubricado a comienzos de abril por US$ 20.000 millones de los cuales ya se giraron US$ 12.000 millones, no impide que la autoridad monetaria compre dólares dentro de las bandas. No obstante, Caputo optó por evitarlo para no presionar al alza el tipo de cambio y que esta dinámica, a su vez, refleje un impacto en los precios.
Las alternativas de Caputo para acumular reservas
De esta manera, el titular del Palacio de Hacienda baraja distintas alternativas para reforzar del stock de divisas. En concreto, el Ministerio de Economía recurre a cuatro variantes: privatizaciones, venta de bienes del Estado nacional, concesiones y compra directa de dólares a provincias que emiten deuda en esa moneda.
Del menú planteado, por el momento el oficialismo se contentó con hacerse de US$ 400 millones mediante "block trades". Se trata de operaciones acordadas directamente entre dos partes, frecuentemente con provincias, y por fuera de los canales públicos del mercado oficial. A diferencia del MLC, es el Tesoro quien compra los billetes verdes que resultan de las licitaciones de deuda provincial.
Las otras tres vías —privatizaciones, liquidación de activos estatales y concesiones— tienen un horizonte más lejano, ya que requieren de plazos medianos o largos. Si bien las usinas oficialistas pretenden acelerar esos procesos, hasta ahora no se observan progresos significativos en ese terreno.
Hasta ahora, el Gobierno consiguió US$ 1.500 millones por medio de la subasta de Bonos del Tesoro Nacional (BONTE) nominados en dólares pero pagaderos en pesos. Esta opción tiene un límite de US$ 1.000 millones mensuales.
En segundo lugar, el Central amplió en US$ 2.000 millones el monto concertado en operaciones de pase pasivo (REPO) con un grupo de bancos internacionales. Cabe destacar que el FMI establece un mínimo de US$ 1.500 millones a partir del cual se registran los ingresos por deuda para cumplir con la meta de reservas. Así, solo pueden contabilizarse US$ 500 millones.
En ese contexto, el ministro de Economía se mostró confiado con el cumplimiento para fines de julio. Mientras tanto, el equipo económico se mueve contrarreloj ya que deberá barajar otras opciones o profundizar las que tiene para cumplir con el prestamista de última instancia.
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