Por la apertura económica indiscriminada de Milei, proyectan la pérdida de 430.000 empleos

Economía09/07/2025
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La administración Milei lleva adelante un proceso de apertura indiscriminada de la economía que podría dejar tierra arrasada en el mundo del trabajo, especialmente en la industria manufacturera donde ya han desaparecido cerca de 1300 empresas. ¿Cuál es el objetivo central de La Libertad Avanza? ¿Apostar a una reconversión productiva o simplemente el desplazamiento y abandono de ciento de miles de trabajadores?

La organización Fundar realizó una simulación (matriz – producto) para calcular el potencial impacto de la apertura económica indiscriminada y sin atenuantes del Gobierno nacional. Los resultados muestran que las medidas de apertura comercial poseen efectos laborales significativos, con incidencias provinciales, sectoriales y sociodemográficos concretos.

“Una apertura comercial sin políticas que acompañen puede agravar la desigualdad territorial, debilitar sectores estratégicos y erosionar puestos de trabajo formales y de calidad”, puede leerse en un reciente trabajo de Fundar.

En concreto, se estima la potencial pérdida de 430.000 puestos de trabajo, de los cuáles el 65% se concentra en la industria manufacturera aunque no es el único sector en riesgo.

La matriz ideológica de la reforma comercial

La administración Milei llevó adelante un proceso de apertura económica indiscriminada bajo el argumento de hacer más eficiente el comercio exterior. Pero en la práctica, desguareció a vastos sectores de la economía.

Una de las primeras medidas del Poder Ejecutivo había sido la eliminación de las licencias no automáticas y el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Si bien dichas reformas pretendían corregir supuestas distorsiones para facilitar el acceso a insumos, tecnología y bienes de consumo, en el fondo sentaron las bases para asestarle un duro golpe al entramado productivo.

“Los sectores productivos observan cómo aumenta su exposición a la competencia internacional sin las condiciones locales que les permitan competir en un plano de igualdad. La evidencia muestra que estos procesos pueden derivar en pérdida de empleo, especialmente en sectores industriales. En un contexto de bajos niveles de actividad, el proceso de apertura agrava la vulnerabilidad de segmentos laborales específicos, con posibles efectos a largo plazo en la estructura productiva de Argentina”, puede leerse en el informe de Fundar titulado “Abrir sin paracaídas”.

Como muestra del impacto que generan este tipo decisiones, podría recurrirse a la experiencia de la década de 1980 y 1990, donde la apertura comercial también representó una amenaza a la producción local y el empleo asociado.

“En la liberalización comercial de las décadas de 1980 y 1990 aumentó la informalidad laboral, pero no de manera uniforme. A nivel agregado, la informalidad se redujo en el sector manufacturero, pero aumentó en el sector no transable. Esto se debió a que la liberalización comercial provocó la salida de empresas menos eficientes, al tiempo que desplazó trabajadores hacia sectores con mayor informalidad, menos regulados y potencialmente peor remunerados”, explicaron los autores y autoras del trabajo de Fundar que lleva por subtítulo “La desregulación comercial y su impacto en el empleo”.

Los números reales del riego laboral

Para estimar el empleo en riesgo, Fundar utilizó una matriz insumo-producto (MIP) que proporciona una representación de la economía y permite vincular los cambios en la demanda final nacional asociados a variaciones de las importaciones con variaciones en la producción.

Con este esquema metodológico, llegó a las siguientes conclusiones:

El empleo en riesgo ascendería a 431.452 trabajadores, lo que representa el 1,9% del empleo total del país o el 2,3% del empleo privado total.

Esta estimación se basa en el cambio proyectado en el valor bruto de producción de los distintos sectores de la economía, que a su vez depende del aumento proyectado de las importaciones anuales en cada sector. En la simulación se proyectó un incremento de las importaciones en el orden de los 12.391 millones de dólares, los cuales podrían desplazar producción nacional.

La mayor parte del empleo en riesgo se encuentra en la “Industria manufacturera”, que concentra el 65% del empleo total en riesgo de la economía (282.000 puestos de trabajo). Este número representa el 11% del empleo industrial del país. Le siguen las ramas de servicios de “Comercio”, con 62.000 empleos en riesgo (14% del total en riesgo) y “Transporte y comunicaciones”, con 34.000 empleos en riesgo (8% del total en riesgo).

Más abajo aparecen las potenciales pérdidas en el sector agropecuario, con la destrucción de 13.900 puestos de trabajo, seguido por finanzas (5971), construcción (1888) y petróleo y minería (1536).

Hacia el interior de la industria manufacturera, el análisis de Fundar arrojó pérdidas potenciales de empleo en “otras industrias” por un total de 38.072 casos. El sector “otras industrias manufactureras” concentra la mayor cantidad de empleo industrial en riesgo, lo que representa el 9% del total. Este sector abarca actividades como la fabricación de muebles y colchones, juegos y juguetes, y otros artículos manufacturados.

En el ranking seguirían los sectores de “hilados, tejidos y acabados textiles” (32.000 empleos, 7% del total), “aserrado y cepillado de madera, productos de madera y corcho” (27.000 empleos, 6%). Luego, productos elaborados de metal (26.233), vestidos y textiles n.c.p (22.000), entre otros.

La apertura económica de la era Milei –en donde se incluyó la baja de aranceles de importación en celulares y consolas, disminución de aranceles de importación en el sector textil-indumentaria y calzado, la modificación del sistema antidumping, la eliminación de valores criterio de importación y la eliminación del requisito de evaluación de capacidad económico financiera (CEF)- tiene un impacto (negativo) en todo el país.

De acuerdo al modelo de simulación realizado por Fundar, el 74% del empleo en riesgo se concentra en solo cuatro jurisdicciones: la provincia de Buenos Aires (41% del empleo total en riesgo, 177.000 empleos), la Ciudad de Buenos Aires (16%, 69.000 empleos) y las provincias de Córdoba (8%, 36.000 empleos) y Santa Fe (8%, 35.000 empleos).

Pero también se destaca Tierra del Fuego, jurisdicción ya golpeada por las políticas de ajuste de La Libertad Avanza, donde se proyecta que el 5,5% del empleo privado esté en riesgo como consecuencia de la reforma comercial aplicada por las autoridades nacionales.

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