Por qué las cervezas importadas son más baratas que las marcas nacionales en supermercados

Economía07/07/2025
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Desde que el Gobierno avanzó con políticas de apertura de las importaciones y la libre competencia, los compradores se toparon con nuevas marcas de productos de primera necesidad, los cuales rápidamente fueron aceptados e incluidos en los hogares. Otro de los grandes cambios que debieron enfrentarse los consumidores a la hora de ir a los supermercados fue la llegada de las cervezas importadas, con precios extremadamente atractivos en comparación con las latas locales.

Pero, la otra cara de este alivio para el bolsillo de muchos amantes de la cerveza es el impacto negativo que está generando en la industria nacional, donde los empresarios advierten sobre el golpe económico en sus negocios y la perdida de empleos. Marcas como Brahma, Itaipava y Amstel, provenientes de Brasil, se convirtieron en protagonistas de esta transformación, ofreciendo precios que seducen a un consumidor golpeado por la inflación. Pero, ¿cómo afecta este auge a los empresarios locales? ¿Realmente los argentinos están eligiendo a éstas por sobre las nacionales? ¿Qué diferencia de precios está inclinando la balanza?

Las marcas de cerveza que pisan fuerte
Desde que la administración libertaria anunció la flexibilización de las trabas a las importaciones, el mercado nacional comenzó a recibir un flujo constante de productos extranjeros, incluyendo las cervezas. Con ello, marcas como Brahma, Itaipava y Amstel llegaran a los supermercados con precios notablemente más bajos que los de las tradicionales Quilmes, Brahma (producida localmente) o Imperial.

Por ejemplo, una lata de 473 cc de Itaipava se vende a $1.000, mientras que una Quilmes del mismo tamaño puede costar $2.345, una Imperial $2.290 y una Schneider $2.090. Esta diferencia, que en algunos mayoristas puede ser aún más pronunciada —con latas brasileñas por debajo de los $900—, generó un impacto inmediato en las decisiones de los consumidores. La diferencia queda el descubierto cuando se compara la marca brasileña Brahma que se producía de forma masiva en las plantas de locales de Quilmes, pero que ahora llega directamente de las producciones del país vecino. Su precio, al igual que el de otras cervezas nacionales como Quilmes o Imperial, estaba influenciado por los altos costos de producción local, que incluyen una carga tributaria significativa y los costos de insumos como cebada, lúpulo y envases, afectados por la inflación y la devaluación del peso.

Antes de diciembre del 2023, una lata mediana de esta marca producida localmente podía costar entre $1.500 a $2.000. Pero desde que abrieron las importaciones, las Brahma's llegan directamente de Brasil a las góndolas porque así se reducen drásticamente los costos finales gracias a la moneda estable, costos fiscales menores y la masividad de producción.

Según un informe de la consultora ABECEB, los impuestos en Argentina representan hasta el 52,4% del precio final de una cerveza local, mientras que en Brasil esta carga es significativamente menor. A esto se suma la acumulación de inventarios en Brasil, que llevó a los productores a buscar mercados externos como el argentino para colocar sus excedentes. Sin embargo, esta ventaja competitiva para las marcas brasileñas se convirtió en un problema en la industria local, donde los empresarios sienten que compiten en "deslealmente".

Empresas como Cervecería y Maltería Quilmes, CCU (productora de Schneider, Stella Artois, Patagonia e Imperial) y otras pymes artesanales reportaron una caída en las ventas y una preocupante capacidad ociosa en sus plantas. Un ejecutivo del sector contó que la menor demanda de cervezas nacionales los condicionó a ajustar la producción, lo que se traduce en menos turnos para los trabajadores y una reducción en los pedidos a proveedores de insumos. Es decir, un efecto negativo en cadena que afecta a todas las ramas de las cervecerías.

Según datos de la Cámara de la Industria Cervecera, 130.000 personas en el país viven de esta industria, y cualquier reducción en la producción tiene efectos negativos en todas aquellas familias. Aunque algunas firmas intentaron contrarrestar la situación con promociones, reduciendo el tamaño de las latas para poder bajar sus precios, o reemplazando los envases a plásticos, los consumidores no parecen seducidos con estos cambios y se inclinan a las marcas brasileñas.

Si bien hay muchos empresarios que exigen al Gobierno revertir la apertura de importaciones o aplicar medidas proteccionistas para la industria local, otros consideran que la competencia es una buena oportunidad para mejorar la eficiencia. AB InBev, que produce Quilmes, pero también importa Brahma, grafica esto al jugar un doble papel que genera que pierda terreno con sus marcas premium locales, pero gana con la Brahma importada.

Aunque también es importante destacar que, esta preferencia por las importadas baratas no aplica en todos los rubros y, más bien, parece limitarse únicamente a las góndolas. En bares, restaurantes, recitales, y eventos de entretenimiento, Quilmes y Patagonia siguen destacando y mantienen lejos a las marcas brasileñas.

Nota:iprofesional.com

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