Cómo funciona el modelo económico irlandés, el ejemplo que motiva a Javier Milei
Más de una vez el presidente Javier Milei mencionó a este país europeo como el ejemplo a seguir y que en su opinión podría alcanzarlo en el mediano o largo plazo.
Irlanda ha sido durante décadas el "patito feo" y el "marginado" entre las economías avanzadas que la rodean, llegando incluso a ser objeto de burla y chistes cuando se comparaba con los países de la órbita anglosajona (a la que Irlanda no pertenece por motivos culturales), sobre todo con Reino Unido.
Hasta bien entrados los 90, esta economía era igual o incluso más pobre que la "atrasada" España. Belfast era mucho más importante que Dublín, mientras que Irlanda del Norte era mucho más rica e "industrializada" que la República de Irlanda, pese a encontrarse conviviendo en la misma isla. Hoy, todo es igual, solo que al revés.
En enero de 1988, The Economist publicaba un artículo titulado "Los más pobres de los ricos", junto con una encuesta sobre Irlanda y una foto de una joven mendigando en la calle. Sin embargo, a partir de los 90, algo comenzó a cambiar de forma rápida y sostenida.
Por qué Javier Milei impulsa el "modelo económico irlandés"
Los factores que sintetizan este fenómeno económico pueden resumirse de la siguiente manera:
Baja tasa impositiva corporativa: Irlanda tiene una de las tasas impositivas corporativas más bajas de Europa, pues pasó del 50% en 1980 al 12,5% actual.
Política pro-negocios: el gobierno impulsa medidas que facilitan la creación y operación de empresas, así como la inversión extranjera.
Educación y mano de obra calificada: el país invirtió en educación y capacitación para desarrollar una fuerza laboral altamente cualificada, con especial énfasis en áreas como la tecnología y la investigación científica.
Acceso al mercado único de la UE: al ser parte de la Unión Europea, Irlanda tiene acceso directo al comercio e inversión con otros países del bloque económico.
Política fiscal favorable: Irlanda ofrece otros incentivos fiscales para atraer inversiones, como regímenes especiales para empresas.
Innovación y desarrollo tecnológico: el gobierno irlandés promueve la innovación y el desarrollo tecnológico como parte de su estrategia económica.
Esta enorme transformación económica que ya lleva 30 años ha llevado a los irlandeses a tener el PIB per cápita más alto de Europa, que supera los u$s100.000, siendo el país más rico de la zona euro si se excluye al pequeño Luxemburgo. Según las estadísticas, los irlandeses más que duplican la renta per cápita media de la eurozona y la de Reino Unido.
Otro punto clave fue la consolidación fiscal, basada en un fuerte recorte de gasto público. La teoría economía señala que estos recortes tienen un efecto negativo relativamente corto, tras un par de años los niveles de producción tienden a situarse por encima de los registrados antes de la consolidación.
Aunque se han visto planes que pueden llegar a generar una recesión, "también destacamos casos de austeridad expansiva en los que la economía crece muy por encima del promedio tras la introducción de los ajustes", aseguraba el economista Alberto Alesina.
Muchas veces, estos ajustes vienen acompañados de políticas de oferta que hacen los mercados de bienes y servicios más competitivos y eficientes, mejorando la productividad y generando más crecimiento. Este fue el caso de Irlanda y otro de los ingredientes de su receta de éxito.
Las políticas económicas provocaron una caída del ratio de deuda
En los años 80, el ratio deuda/PIB rozaba el 110% del PIB y el déficit fiscal, que superaba el 11% del PIB en 1986 cayó a menos del 3% del PIB en 1989. Frente a lo ocurrido con la crisis de deuda en la eurozona, esta consolidación fiscal fue expansiva: pese a los fuertes recortes y la austeridad, el crecimiento económico repuntó del -0,5% del PIB en 1986 al 6% en 1989. A lo anterior se suma la abrupta caída del desempleo, que pasó del 15,6% en 1994 al 6,2% en 2003 y al actual 4,7%.
"Irlanda ha hecho muchas cosas para provocar lo que hoy se denomina como un milagro económico: liberalizó su política comercial, desreguló su economía, redujo los impuestos, creó un clima favorable para los negocios y atrajo a un montón de inmigrantes calificados, pero también fomentó la industria manufacturera, trató de promover la innovación interna e invirtió fuertemente en educación. Irlanda hizo todo eso y, de alguna manera, funcionó", señala el economista Noah Smith.
En cuanto a las políticas educativas aplicadas a lo largo de este año, los resultados también son elocuentes, pues el último informe PISA reveló que los estudiantes de Irlanda están mejor formados en matemáticas, lectura y ciencias que la media de la UE y la OCDE.
Lo cierto es que el milagro de Irlanda es la consecuencia de una larga combinación de factores que han llevado a este pequeño país a protagonizar una de las historias de mayor éxito económico del mundo.
Nota:iprofesional.com