





Con el resultado electoral a su favor, el Gobierno nacional habilitó incrementos tarifarios que impactarán sobre las clases media y alta especialmente. El gas subirá en promedio 3,8 por ciento a partir del 1° de noviembre, un aumento que supera a cualquier pronóstico de la inflación minorista. También se esperan ajustes en electricidad, agua y transporte. Antes de cerrar el año, lejos de encontrar alivio, los argentinos enfrentarán un nuevo saqueo al bolsillo: en la lista de las variaciones al alza se suman medicina prepaga, alquileres, naftas y telefonía.
Desde que asumió Javier Milei, como sucede cada fin de mes se anunciaron los incrementos para los usuarios de gas natural, mientras que el lunes se informarán los de energía eléctrica. De acuerdo con los nuevos cuadros tarifarios, el impacto en las facturas de los usuarios de gas natural será en promedio del 3,8 por ciento desde el 1 de noviembre. El oficialismo aprovechó su victoria en las elecciones legislativas para liberar parcialmente las tarifas de energía y avanzar sobre la quita progresiva de subsidios. Hasta los meses previos, los aumentos en los servicios públicos giraban en torno al 1 por ciento, buscando que la inflación no se acelere y opaque el desempeño electoral.
La Secretaría de Energía autorizo el alza del precio de gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) en un 3,2 por ciento, a lo que debe sumarse otro 0,3 por ciento por efecto de la devaluación, informaron a PáginaI12 desde El Post Energético. La revisión del PIST es cuatrimestral y el recargo por devaluación tuvo un salto en los últimos meses, producto de la mayor volatilidad cambiaria.
A los ajustes aprobados por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) se agregan aumentos en similares proporciones para el costo de la distribución y transporte del gas. El Valor Agregado de Distribución (VAD) subió 3,5 por ciento, según lo establecido en la Revisión Quinquenal Tarifaria y las 30 cuotas en las que se “topeó” en su momento para mitigar el impacto, mientras el transporte -de baja incidencia en el costo total- varió 3,1 por ciento.
En consecuencia, para el caso de usuarios de nivel de ingreso alto (N1) de Metrogas en la Ciudad de Buenos Aires, la suba en las facturas será del 3,8 por ciento en promedio. Y para el resto de las distribuidoras el impacto resulta similar.
Además la Secretaría de Energía volvió a aumentar el recargo sobre el costo de gas natural para los usuarios que no se encuentran en las denominadas “zonas frías”, debido a que pasaron a financiar su propio subsidio, con un aporte mínimo en la factura destinado al fondo fiduciario para tal fin. A partir del mes que viene ese recargo pasará de 7 a 7,2 por ciento por cada metro cúbico de 9.300 kilocalorías que ingrese a la red de ductos en todo el territorio nacional, según la resolución 1698/2025.
El Gobierno, de esta manera, aplica un segundo embate al régimen de “zonas frías”. Tras intentar derogarlo en la Ley Bases y fracasar, propuso su eliminación en el proyecto de ley de Presupuesto 2026, lo cual supone recortar la cantidad de localidades que desde 2021 tienen reducida la tarifa entre un 30 y 50 por ciento en la tarifa del gas. El beneficio abarca a 3,15 millones de usuarios, según fuentes del sector.
Otros aumentos en noviembre
El Gobierno también ajustó los impuestos a los combustibles, con un impacto de entre el 1 y 1,5 por ciento en la nafta y el gasoil a partir del 1° de noviembre. Estos tributos siguen desactualizados en relación con la normativa y el Estado pierde mensualmente recaudación, que debería destinar al mantenimiento de rutas. Sobre el aumento en la nafta, YPF dejó de informar públicamente el dato en agosto.
Los servicios de agua y cloacas que presta Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) tendrían una suba de 1 por ciento en el mes, como sucede desde principios de 2025. Mientras se aguardan definiciones sobre las actualizaciones en las tarifas de colectivos y trenes de jurisdicción nacional.
En cuanto al transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires anotará un incremento del 4,1 por ciento -el último fue de 3,7 por ciento en septiembre pasado-. El boleto mínimo pasará a costar 573 pesos en el Gran Buenos Aires y 568 pesos en la Ciudad. También subirá el subte, que alcanzará los 1.157 pesos por viaje, mientras el premetro llegará a 404,95 pesos.
Las empresas de telecomunicaciones informaron subas de hasta 3 por ciento desde los primeros días del mes, en línea con los incrementos anteriores, en los servicios de internet, telefonía celular y cable.
Por su parte, las compañías de medicina prepaga confirmaron que las cuotas volverán a escalar entre 2,1 y 2,9 por ciento, incremento que también alcanzará a los copagos. Los planes de salud venían subiendo más cerca de un 2 por ciento, acompañando la dinámica de la inflación, pero en noviembre aceleraron.
Por último se prevén nuevos ajustes en los alquileres. Pese a la derogación de la Ley de Alquileres, los contratos firmados en ese marco sufrirán alzas de entre 6 y 8,5 por ciento.
Por María Pedrazzoli / P12
























