El Gobierno busca seducir al mercado con un número: llegar al 42% de votos

Actualidad - Nacional07/09/2025
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Desconcierto. Y un porcentaje mágico: el 42%. Es a partir de ese nivel de potencial votos positivos que podría tener el gobierno nacional, que el círculo rojo planifica tomar decisiones mañana por la mañana, antes de las 10, cuando abran los mercados de Buenos Aires. Las consultoras tienen tres escenarios en carpeta, según el resultado de las elecciones legislativas bonaerenses de hoy, se acerquen o alejen de ese porcentaje.

Para escuchar este diagnóstico prácticamente se agotó el viernes 5 de septiembre pasado la disponibilidad de salones en los hoteles cinco (o seis) estrellas de la Ciudad de Buenos Aires, donde las principales multinacionales, compañías locales de peso, bancos y círculo rojo, contrataron para escuchar a los consultores más prestigiosos (y de los otros) y los analistas financieros y económicos más reputados (y de los otros). Todos para saber qué puede suceder desde mañana. Un acto eleccionario, lo que en cualquier país es la preparación de un escenario optimista, en la Argentina de hoy es una jornada de profunda incomodidad y temor a las inestabilidades financieras y cambiarias futuras.

En realidad, nadie entiende bien, cómo una consulta democrática referida a elegir 46 representantes en la Cámara de Diputados y 23 senadores para renovar parte de la Legislatura bonaerense (una comarca más proclive a las novedades de las habituales trapisondas de caja de los políticos criollos de ayer, hoy y mañana); se convirtió en un referéndum nacional. Donde el Gobierno de Javier Milei se juega la posibilidad de un empujón de optimismo en una mala hora política y financiera, o, simplemente, un lunes negro. 

Recogiendo los informes distribuidos en los diferentes encuentros en los salones vip de los hoteles porteños y alguno bonaerense, la primera conclusión que se puede obtener es que hay un porcentaje concreto de votos para referir qué tan bien o mal le podría ir al Gobierno. Se trata del nivel de 42% de votos positivos, descartando la gente que no irá a votar y los electores desencantados que eligen en blanco. Si Javier Milei obtiene un resultado por arriba de ese porcentaje, la elección habrá sido un éxito importante. Incluso si la gestión Axel Kicillof consiguiera un resultado incluso mejor, con una diferencia de entre 1 y 2% por debajo del peronismo bonaerense. Si el resultado fuera de un porcentaje algo menor, no se perdería el optimismo, pero sí la sonrisa. Se habla de una diferencia (siempre negativa) entre el oficialismo provincial y los libertarios (y aliados) de entre 3 y 5%; donde habría alertas, pero también prudencia en la negatividad. El problema aparecería cuando el porcentaje final se alejara por debajo del 38% y la diferencia con los kicillofistas-kirchneristas-massistas y similares, se extiende por debajo de los 5 puntos porcentuales.

En promedio de interpretación, los escenarios que surgen de las presentaciones de consultoras y analistas según el resultado de hoy, serían las siguientes:

*Escenario positivo: Derrota ajustada. (Por menos de 2%). Un desenlace en el que el Frente La Libertad Avanza (LLA) quede a menos de dos puntos porcentuales de Fuerza Patria sería interpretado como un resultado favorable para el oficialismo nacional. Este escenario reivindicaría el plan económico del Gobierno y mejoraría las perspectivas de mediano y largo plazo. Además, aumentaría la probabilidad de un buen desempeño de LLA en octubre, renovando el apoyo político de la sociedad. Creemos que la lectura de mercado sería que el plan económico mantiene el suficiente respaldo político como para encarar reformas estructurales y proyectar un eventual regreso a los mercados voluntarios de deuda. El espaldarazo social reforzaría la confianza hasta octubre, reduciendo la presión sobre las principales variables económicas y financieras.

*Escenario neutral: Derrota moderada (entre un 2% y un 5%). Si la diferencia a favor de la oposición se ubica entre dos y cinco puntos, podría consolidarse un escenario de continuidad hasta octubre. En este caso, el Gobierno intentaría sostener el sendero de desinflación con estabilidad cambiaria, manteniendo una política monetaria discrecional y menos previsible, lo que mantendría un entorno de tasas reales muy elevadas, pero con menor margen político. Un posible incremento de la discrecionalidad y en los cambios regulatorios podrían afectar la credibilidad del programa de Gobierno, donde el hacedor de política pierde grados de libertad para guiar a las expectativas de los diversos agentes económicos y de los inversores. Esto plantea una dinámica política desafiante, donde la mayor incertidumbre podría traer mayor volatilidad cambiaria ante una mayor cobertura por parte de los inversores de cara a octubre y un impacto negativo en el nivel de actividad, en un contexto en el que las tasas actuales se prolongan en el tiempo.

De darse un escenario como el descripto, con un tipo de cambio real más depreciado, tasas de interés volátiles y rendimientos reales más altos, reforzamos nuestra visión de favorecer posiciones en el tramo corto de la curva de Lecap’s, donde consideramos que el binomio riesgo-retorno es más favorable hasta las elecciones de octubre.

*Escenario negativo: Derrota amplia (por más de 5%). Una diferencia superior a cinco puntos marcaría un escenario político adverso para el oficialismo. El mercado podría interpretar una derrota de ese calibre como un debilitamiento de la capacidad de sostener el rumbo económico y aumentaría la presión sobre los precios de los activos locales. Crecería la probabilidad de un giro reactivo en la política monetaria y cambiaria. En este caso, la estrategia defensiva pasaría por priorizar la liquidez en dólares y minimizar la exposición a activos locales, a la espera de mayor claridad sobre el rumbo económico y político.

Todo abierto, amigas y amigos. Unas elecciones que en situaciones normales ameritaría un análisis sobre las propuestas para arreglar rutas bombardeadas, falta de cloacas, escuelas al borde del colapso y, eventualmente, correr sobre la utopía del fin de la corrupción en una legislativa, se convirtieron en un plebiscito sobre la política monetaria, cambiaria y la estrategia del crecimiento del gobierno nacional. Cosas de la Argentina. A preparar el escenario político. Y a especular entonces sobre el color financiero que tendrá el lunes 8 de septiembre.

Por Carlos Burgueño / Perfil

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