


Qué es el 'Síndrome de Amok', el trastorno que habría llevado a Laura Leguizamón a matar a su familia
Actualidad - Nacional24/05/2025




El crimen de Villa Crespo, donde se maneja como teoría central que Laura Leguizamón habría asesinado a su esposo, Adrián Setlzer, y a sus dos hijos, Ian de 15 e Ivo de 12 años, antes de suicidarse, colocó nuevamente en el eje del debate público las enfermedades mentales. En ese contexto, empezó a circular la posibilidad de que la mujer haya tenido el síndrome de Amok, un trastorno descubierto en el siglo XVIII donde una persona “ataca ferozmente con una pérdida total del control".


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “Amok es un episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia o agotamiento. A menudo va acompañado de un viraje hacia un comportamiento autodestructivo, es decir, de causarse lesiones o amputaciones llegándose hasta el suicidio”.
El nombre proviene de la palabra malaya “meng-âmok”, que se traduce como “atacar y asesinar con furia ciega”, pues fue allí es donde se observó este fenómeno por primera vez. Los malayos creen que el “amok” es causado por el “hantu belian”, un espíritu tigre maligno que entra un cuerpo. Por ese motivo, en Malasia suele verse a las personas que sufren este síndrome como víctimas de un caso de posesión diabólica, sin responsabilidad por los actos que comete.
El fenómeno se ha descrito bajo distintas denominaciones en otros ámbitos culturales, por ejemplo, se lo llama “berserk” en Escandinavia; “cafard” en la Polinesia; e “iich’ aa” entre los indios navajos.
En 1849, el amok fue clasificado oficialmente como una condición psiquiátrica, gracias a los numerosos informes y estudios que demostraban que la mayoría de las personas que cometían esta clase de violencia padecían esta enfermedad.
El tratamiento de este trastorno, según los expertos, implica un enfoque multidisciplinario con terapia cognitivo-conductual, manejo de la ira, terapia de grupo y medicación. Además, debe estudiarse el contexto cultural de la persona para entender y abordar de forma precisa su problema.
Laura Leguizamón con sus dos hijos
El síndrome de Amok no aparece en manuales como el DSM-5, pero es reconocido dentro de los “síndromes culturales” por sus características clínicas, y suele estar asociado con trastornos psicóticos, traumas no resueltos o depresiones graves.
Leguizamón se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico, y en su hogar se hallaron cajas vacías de medicamentos como midax, sertralina y olanzapina, lo que indicaría que habría dejado de tomar su medicación; por otra parte, la carta hallada en la escena del crimen también dio señales sobre su complejo estado mental: entre frases escritas con un marcado temblor, destaca una leyenda donde expresa sentirse superada por lo que está viviendo: “Fue mucho. Los amo. Lo siento”.
La hermana de Leguizamón contó que la supuesta victimaria se encontraba en tratamiento psiquiátrico desde hacía dos meses; y la empleada doméstica que trabajaba en el departamento le dijo a la policía que su jefa “hacía unas semanas que estaba distinta” y que “habría dejado de tomar la medicación”.
Laura Leguizamon con su marido
La masacre de Villa Crespo
Este miércoles 21 de mayo encontraron sin vida a toda una familia en su departamento de Villa Crespo. La investigación preliminar señaló que Laura Fernanda Leguizamón habría asesinado a su esposo y a sus dos hijos, para luego quitarse la vida.
La empleada doméstica ingresó ese día, a las 13:30 horas, al departamento, ubicado en el sexto piso “A” de Aguirre 295, y lo primero que vio fue a uno de los adolescentes muerto en el pasillo que conecta la cocina con el comedor. La mujer llamó inmediatamente a la Policía de la Ciudad. Los agentes entraron al lugar y encontraron al resto de la familia ya sin vida: el esposo de Laura había sido asesinado a cuchillazos en su cama y su otro hijo falleció en su habitación.
El baño donde encontraron el cuerpo de Laura Leguizamón
Según el resultado preliminar de la autopsia, los jóvenes presentaban entre 10 y 12 heridas punzantes cada uno, la mayoría en la espalda. Su padre recibió tres puñaladas en el lado derecho del pecho, mientras dormía.
Laura Leguizamón se encontraba sin vida en el baño, con una herida profunda en el corazón y cortes en sus muñecas. El arma homicida fue hallada en la habitación matrimonial, donde se habría autoinflingido las graves heridas que terminaron provocando su muerte.
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