Un blue desafinado

Economía 18 de enero de 2023
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El dólar blue volvió a subir este martes 8 pesos y alcanzó un nuevo pico de 378 pesos. La suba del dólar ilegal acumula 32 pesos durante las primeras semanas de enero y tiene distintas explicaciones. Desde la presión de sectores del complejo agropecuario para recibir una nueva edición del dólar soja hasta una mayor demanda de turistas que salen al exterior. Además existe un juego político evidente: la inestabilidad en el mercado cambiario es alentada por la oposición política-mediática, que en forma abierta combate la estrategia de control de precios. Se sabe que algunos sectores productivos y comerciales remarcan por las dudas cuando sube la cotización del dólar marginal.

Este movimiento especulativo del dólar blue es sorprendente en términos estrictamente financieros porque se encuentra desalineado con el resto de las principales variables del mercado: los bonos en moneda extranjera muestran un rebote sostenido, el riesgo país bajó de 2000 puntos y la bolsa porteña está registrando un rally alcista excepcional. Además el Banco Central está con saldo positivo en la cuenta de las reservas internacionales en el primer mes del año, período complicado para acumular dólares en el Tesoro de la entidad monetaria. 

Sequía, reservas del Banco Central y Dólar Soja

Los elementos especulativos aparecen en primer lugar de la lista para explicar la volatilidad sobre el dólar informal. Para este año se espera una menor liquidación de cosecha debido a la fuerte sequía que enfrenta la Pampa Húmeda y otras zonas cultivable del país. Esto equivale a un menor ingreso de divisas por exportaciones, menor oferta de dólar en el mercado de cambio y, a partir de eso, mayor dificultad para sostener el stock de reservas del Banco Central.

Se trata de un escenario proclive para que aumenten las apuestas por obtener una nueva edición del dólar soja que terminó en diciembre, y le permitió al complejo agropecuario exportar la oleaginosa con un tipo de cambio diferencial de alrededor de 230 pesos. Para apurar las decisiones nada mejor que la volatilidad del dólar blue, que genera ruido político, malestar en la población y a menudo se usa como un termómetro de las expectativas.

A este punto se suman algunos datos como el de este martes, cuando el Banco Central debió vender 23 millones de dólares de las reservas para cubrir la oferta del mercado de cambios oficial. Fue la primera venta en más de 19 jornadas y se especula que podría haber más en las próximas jornadas. La entidad monetaria venía de comprar 219 millones de dólares la semana pasada.

Turismo en el exterior y dólar tarjeta

Otro de los elementos que aparece como factor de impulso para blue es la estacionalidad del turismo. Durante enero y febrero aumenta fuerte la salida de los argentinos para veranear en el extranjero. Las principales opciones para pagar en el exterior son usar la tarjeta de crédito, que para gastos de más de 300 dólares tiene un tipo de cambio de referencia de 378,50 pesos o comprar dólares en el mercado paralelo. Los turistas arbitran con esos precios.

Debido a que en las últimas semanas el precio del blue estaba casi 30 pesos por debajo del dólar denominado Qatar (la cotización de referencia de la tarjeta de crédito) el incentivo a usar el plástico era bajo. En otras palabras: la demanda del blue tenía un incentivo extra. Recién a partir de este martes, con el salto del paralelo a un valor de 378 pesos, las cotizaciones se alienaron.

En el punto del turismo, no obstante, debe mencionarse que existe un factor de balanceo. Esto se debe que también existe una diferencia en las cotizaciones que miran los extranjeros que llegan a vacacionar en el país. Mientras que el blue cotiza a casi 380 pesos, el tipo de cambio que reciben por comprar con la tarjeta es más cercano a 320 pesos. De esta forma, tienen incentivos a vender en el mercado de cambios ilegal sus divisas (y aumentar la oferta).

Acciones y bonos al alza

La suba del blue de las últimas semanas, más allá de las distintas explicaciones que puedan mencionarse, tiene un punto de contraste importante. Las expectativas de incertidumbre que suelen asociarse con el incremento del dólar informal no están en sintonía con la racha de los activos financieros. Durante la última parte del año pasado y los primeros días de 2023 tanto las acciones como los bonos que se cotizan en dólares y en pesos estuvieron de racha positiva intensa.

El caso de la bolsa porteña resulta impactante: el promedio de las empresa acumula ganancias en moneda dura de más del 20 por ciento en las primeras tres semanas del año y firmas como YPF aparecen entre las tres acciones más interesantes para invertir en los mercados emergentes. Se trata de la misma acción que Bank of America dijo que cotizaría a 1 dólar, básicamente la declaró en quiebra, y ahora se opera a casi 12 dólares.

Los bonos soberanos en moneda extranjera también acumulan rebotes fuertes y en algunos títulos las subas de este año ya son de casi 25 por ciento. El resultado es una disminución del riesgo país, que a mediados de 2022 estaba en niveles de 2900 puntos, y actualmente se ubica en 1881. Los bonos de la deuda en moneda local también mantienen sus cotizaciones y el Tesoro hasta ahora no encontró escollos para refinanciar estos títulos.

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