Ucrania y Rusia acuerdan desbloquear la exportación de cereales ucranios

Actualidad - Internacional 22 de julio de 2022
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Ucrania y Rusia han dado este viernes un paso que puede suponer el fin del bloqueo de la exportación de cereales ucranios. Ambos han acordado crear un corredor en el mar Negro, ahora vigilado por las fragatas rusas, para hacer llegar el grano atrapado en los puertos a los mercados globales sin ser atacados por las fragatas rusas. El pacto, alcanzado de forma parcial la semana pasada, se ha firmado en Estambul con la mediación de Turquía y la ONU. Su texto establece que Ucrania podrá recuperar la salida de sus naves al mar bajo la protección de las fragatas turcas, y así desbloquear hasta 22 millones de toneladas de grano.
Los representantes de Ucrania y Rusia no se han cruzado en ningún momento. Primero firmaron el acuerdo los ministros de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y de Turquía, Hulusi Akar. A los pocos segundos, selló el acuerdo el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, con el representante turco.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha anunciado a las 17.00 (hora local, una hora menos en la España peninsular) desde Estambul que el acuerdo para desbloquear la exportación de cereales beneficiará a los países en vías de desarrollo que están “al borde de la bancarrota” y cuya población “es la más vulnerable” en la crisis alimentaria que vive el mundo. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho que el pacto permitirá evitar el hambre a miles de millones de personas. Erdogan ha anunciado que en los siguientes días empezarán las exportaciones. “Esto significará aire fresco para muchos países”, ha añadido.

El presidente turco, además, se ha mostrado convencido que la mesa de negociación será el lugar donde la guerra finalizará y ha avisado de que lo ocurrido este viernes en Estambul el primer paso para lograr un acuerdo de paz bajo mediación turca. “Hace cuatro meses ya acogimos las negociaciones entre ambos países”, ha afirmado Erdogan, que se ha mostrado convencido de que las negociaciones siguen y acabarán trayendo la paz.
Rusia se compromete a no atacar a los navíos y pone como condición que los barcos comerciales no se usen para fines bélicos como, por ejemplo, la introducción de armas en el país. Turquía y la ONU serán los supervisores del tratado por medio de inspeccionar los barcos que entren y salgan. Pero Rusia, avanzó su presidente, Vladímir Putin, amenaza con reclamar a cambio que se suavicen las sanciones impuestas por la comunidad internacional.

Antes de firmar el acuerdo, Kiev matizó que su compromiso era con Turquía y con la ONU, pero no con Rusia.“Ucrania no firma ningún acuerdo con Rusia, sino con Turquía y la ONU, con las que asumimos obligaciones”, escribió en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucranio, Volodímir Zelenski. “No habrá transporte escoltado por los barcos rusos y no habrá presencia de los representantes de Moscú en nuestros puertos. En caso de cualquier provocación, habrá una respuesta militar inmediata”, añadió Podoliak.

Turquía, mediador en el conflicto entre Kiev y Moscú, ya había sentado en la misma mesa a las delegaciones de Ucrania y Rusia desde que comenzó la guerra, pero nunca había conseguido avances sustanciales en pro de la paz: los primeros intentos tenían el objetivo de lograr un alto al fuego y corredores humanitarios, mientras que este busca aliviar el hambre. Esta es la primera vez que Erdogan pone de acuerdo a los dos países enfrentados. Putin ya agradeció los esfuerzos a su homólogo turco en la cumbre de Teherán del pasado martes. 

Ucrania, la más damnificada por el bloqueo, verá ahora el fin del veto a sus exportaciones de cereales, al menos sobre el papel, puesto que el Gobierno de Volodímir Zelenski se muestra escéptico sobre la aplicación real de los compromisos del acuerdo. La delegación ucrania ya había avanzado que no viajaba a Estambul solo a estampar una firma.

Una cuestión clave
El entramado de la cuestión de los cereales ucranios es tan largo como esta guerra, desencadenada con la invasión rusa del 24 de febrero. Cuando las bombas y la artillería comenzaron a llover, no solo sobre los pueblos y ciudades del país, sino también sobre los campos de trigo y los silos de almacenamiento, muchos granjeros temieron que su cosecha se viese engullida por la guerra y los productos no pudiesen llegar a los mercados globales, tal y como ha estado ocurriendo hasta ahora. Ucrania, antes de la invasión, proporcionaba a los mercados mundiales el 10% del trigo, el 16% del maíz y, aproximadamente, la mitad del aceite de girasol. Pero mientras la guerra se desenvolvía en tierra firme, las fragatas rusas tomaban posición en el mar Negro, en los alrededores de la costa ucrania. Y ante el peligro de un ataque por mar a ciudades costeras claves como Odesa, Kiev minó las aguas del mar Negro y puso freno al avance ruso por esa vía. La consecuencia fue que los barcos no podían entrar ni salir de la zona. Este parón incluía los navíos comerciales, muchos de ellos atracados en el mayor puerto ucranio, Odesa, y en los alrededores.

“Hemos llegado al límite. La mayor cantidad que podemos exportar es de unos dos millones de toneladas al mes”, dijo Taras Visotskii, ministro de Agricultura ucranio, en una conferencia del Consejo Internacional de Cereales celebrada en Londres el pasado junio. Esta cifra, aunque represente una cantidad considerable, es ínfima comparada con lo que Ucrania proporcionaba al mundo antes de que Putin tratara de poner al país bajo su férula. Antes del 24 de febrero, la antigua república soviética podía exportar hasta seis millones de toneladas de cereales al mes. Desde que se detuvieron los envíos desde los puertos del mar Negro de Ucrania, más de 20 millones de toneladas de grano están almacenados en los silos del país o aguardando en los barcos, listos para zarpar.

Ucrania, el cuarto mayor exportador de grano del mundo, acude este viernes a Estambul con las manos atadas por la guerra, el tiempo en contra y la esperanza de llegar a un acuerdo con su agresor para seguir vendiendo sus cereales y abasteciendo a la comunidad internacional.

Nota: el país.com 

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