


Elecciones en Chile: un triunfo de Jara que será cuesta arriba en el balotaje
Actualidad - Internacional17/11/2025




El triunfo de Jeannette Jara en la primera vuelta electoral de Chile sabe a agridulce para la izquierda. La candidata comunista ganó con el 26,83 por ciento de los votos al ultraderechista José Antonio Kast, que logró un 23,96 por ciento. Ambos disputarán el balotaje el 14 de diciembre. En un sorpresivo tercer lugar quedó el populista de derecha Franco Parisi con el 19,61 por ciento, por fuera de las predicciones de las encuestas, y desplazando al libertario ultraderechista Johannes Kaiser, quien obtuvo el 13,93 por ciento.
“No dejen que el miedo congele sus corazones. No crean en soluciones imaginarias, cabezas que se esconden tras un vidrio blindado. Nuestros futuro está en nuestras niñas y niños”, dijo Jara a sus simpatizantes reunidos afuera del búnker, cerca del Palacio de La Moneda, en el centro de la capital. La candidata de una alianza compuesta por partidos de izquierda y centroizquierda reivindicó las políticas del gobierno de Gabriel Boric, entre ellas, reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, aumentar las pensiones y el salario mínimo.
En el camino quedó trunca la promesa de Boric de cambiar la Constitución heredada del dictador Augusto Pinochet (1973-1990), tras el estallido social de 2019.
“Dos proyectos de país”
“Casi la mitad de los chilenos y chilenas no votaron ni por mí ni por Kast”, dijo Jara. “A ellos los vamos a escuchar. Que sepan que son dos proyectos país y dos liderazgos distintos”, sostuvo la exministra de Trabajo, a la vez que anticipó que va a tomar propuestas de otros partidos por fuera de su coalición.
Los resultados en los que la unión de las fuerzas de derecha tienen mayoría coinciden con el escenario que mostraban las encuestadoras. Aunque Jara obtuvo el primer lugar, los votos de Kast, Kaiser y Matthei, referente de la derecha tradicional que obtuvo un 12,53 por ciento de los sufragios, suman un 51 por ciento. Matthei y Kaiser ya anunciaron su apoyo al ultraderechista. Los chilenos también votaron para renovar la Cámara de Diputados y la mitad del Senado, y al cierre de este artículo continuaba el escrutinio.
El sociólogo y profesor de la Universidad de Chile, Manuel Antonio Garretón, señala a Página12 que lo que se comprobó con esta elección es que “los sectores de derecha democrática son minoritarios y la derecha chilena claramente definió su carácter autoritario sumando las candidaturas de Kast y de Kaiser. Matthei, por supuesto, se había comprometido a apoyar a los sectores que son estrictamente los representantes de Pinochet en la tierra y ya lo hizo”.
Para Garretón, el desafío para la izquierda de cara al balotaje es hablarle al votante de Matthei y al de Parisi. “La tarea principal hoy día para los sectores de izquierda es captar a un electorado que no está representado por las cúpulas de los sectores de derecha y a ese electorado hay que hablarle, hay que hablarle a la gente que votó por Matthei y por Parisi además de, por supuesto, mantener el discurso desde una posición de izquierda”.
Parisi, el factor sorpresa
Cristian Leporati, profesor de Comunicación Política de la Universidad de Diego Portales, había anticipado a este diario que Parisi iba a crecer en votos por ser esta elección presidencial la primera obligatoria. “El electorado de Parisi es lo que se conoce como ´ciudadano mall´, que vive endeudándose, que en el fondo es un aspiracional de clase media, hijo del neoliberalismo, consumista y profundamente expuesto a los vaivenes económicos”.
Garretón vislumbra un escenario abierto. “La votación de Parisi expresa un voto de descontento de un elector que no le gusta la política, que prefiere algo nuevo y que, sobre todo, no tiene una ideología coherente, el miedo a la incertidumbre, las demandas individuales la necesidad de un cierto orden”.
¿Parisi no representa a una derecha populista?, se le pregunta al experto. ”Sí, claro, pero eso no es ideológico. ¿Hay algo menos ideológico que la derecha populista? Prometer cualquier cosa a cualquier precio. El caso parece un poco más complicado porque Parisi es economista, fue incluso decano de Economía de la Universidad de Chile Ahí es más complicado el populismo”.
“Doy las gracias a Dios”
Como orador final de la noche, Kast habló a sus seguidores desde Barrio Alto, en el sector opulento de Santiago. “Doy las gracias a Dios”, dijo exultante. El candidato del Partido Republicano es ultracatólico, negacionista y ultraliberal en sus propuestas. “La oposición derrotó a un gobierno fracasado. La victoria real será cuando cerremos las fronteras a la inmigración ilegal. Un aplauso a nuestros carabineros, a gendarmes y fuerzas armadas”, dijo entre aplausos.
Antes, Kast se había mostrado junto a Matthei y por separado, junto a Kaiser. “La unidad es fundamental y tenemos un mes para seguir trabajando”, anticipó.
Pese a ser uno de los países más seguros del continente, el aumento del crimen en los últimos años propulsó a la extrema derecha y su plan de deportaciones masivas y combate frontal a la delincuencia. Los homicidios aumentaron un 140 por ciento en la última década, para pasar de una tasa de 2,5 a 6 por cada 100 mil habitantes, según el gobierno.
Copiar el “estilo Bukele”
Kast dirigió su campaña de mano dura contra los 337 mil migrantes en condición irregular, en su mayoría venezolanos, a los que señala como responsables del aumento de la inseguridad. Al estilo Bukele en El Salvador, el jefe del Partido Republicano promete deportaciones masivas y un “escudo fronterizo” para frenar el ingreso de extranjeros sin papeles, que incluye cercas metálicas y zanjas. “La mayoría de las personas le van a decir que tienen miedo”, dijo tras votar este domingo.
La población migrante se duplicó en siete años y alcanzó al 8,8 por ciento del total en 2024 en este país de 20 millones de habitantes, según la estadística oficial. Este domingo, la candidata oficialista criticó a sus rivales por “exacerbar el temor”. Eso no “da para gobernar un país (...) se requiere tener capacidad de acuerdo, tener capacidad de diálogo”, afirmó Jara tras votar en Conchalí, la comuna popular de su infancia.
La exministra de Trabajo anticipó en campaña que no tendrá “ningún complejo en materia de seguridad”, pero que también garantizará que los chilenos tengan “la seguridad de llegar a fin de mes”. Uno de sus planes contra el crimen organizado es el levantamiento del secreto bancario para atacar sus finanzas.
A 35 años del fin de la dictadura, en la segunda vuelta electoral los chilenos decidirán si el país continúa en la senda progresista o si, por el contrario, opta por una ultraderecha recargada.
























