







En una estrategia de fórceps, Martín Menem –bajo el ala de Karina Milei-, Diego Santilli –auscultado por Manuel Adorni- y Patricia Bullrich –que pactó una tregua con Victoria Villarruel- avanzan sobre diputados y senadores amarillos, peronistas, radicales, provinciales y algunos ‘sueltos’. En casi todos los casos, lo hacen a través de los gobernadores, sus jefes políticos. Lo que no puedan sumar a un interbloque propio intentarán restárselo a la principal oposición para quedarse con más comisiones y acercarse al quórum y a la mayoría simple.
“Dividir al peronismo es el escenario ideal”, se animan a decir los dirigentes bullrichistas que acaban de ser expulsados del PRO en la cumbre convocada por Mauricio Macri para frenar la sangría.
Para la mayoría simple que requieren el Presupuesto 2026 y las reformas laboral, tributaria y penal, La Libertad Avanza tiene 88 bancas en Diputados que llegarían a por lo menos 107 con el bloque del PRO de Cristian Ritondo y el radicalismo autodenominado ‘peluca’. Algunos gobernadores amigos trabajan en los 22 que restan, como el tucumano peronista Osvaldo Jaldo; el catamarqueño Raúl Jalil y, con especial ahínco, el salteño Gustavo Sáenz. El trío conversa con otros mandatarios para conformar en el Congreso un bloque que nuclee a las provincias del NOA y el NEA en una clara señal de desobediencia peronista.
Desde su rol 100 por ciento opositor, Axel Kicillof se posicionó públicamente pero fue rechazado por Santilli, que se negó a recibirlo. El argumento del ministro del Interior fue que la provincia de Buenos Aires no firmó la adhesión al RIGI, ni al Pacto de Mayo ni a la ley de reincidencia. La justificación se desmiente con el punteo de los que sí fueron recibidos por Javier Milei como el santacruceño Claudio Vidal (por Santa Cruz), que nunca firmó el Pacto de Mayo como tampoco adhirió a ninguna de las exigencias de Casa Rosada o el pampeano peronista Sergio Ziliotto.
En ese contexto, Ricardo Quintela –otro excluido- se reconcilió con Cristina Kirchner después de enfrentarla por la presidencia del PJ. El riojano la visitó en San José 1111 y se ganó foto y agradecimiento por “su solidaridad”. El mensaje fue más para la interna que para el público general.
Desde Formosa, Gildo Insfrán -otro excluido que no pide diálogo con el Gobierno- mantiene su batalla por la posibilidad de una nueva reelección. Esta semana sumó a su favor la voz del exprocurador del Tesoro de la gestión mileista, Rodolfo Barra, quien sostuvo que la cláusula transitoria que le permitiría una nueva presentación se encuadra en la reforma constitucional de 1994 y calificó de “infundado” el pedido de intervención federal. “Si el sistema nacional es correcto, también el de Formosa”, respondió en una entrevista por TV el exfuncionario de Javier Milei.
De bajo perfil, el cristinista Gustavo Melella tampoco fue convidado por Santilli pero sí por el titular de YPF, Horacio Marín, con quien firmó la cesión de áreas de explotación hidrocarburíferas. “Un acuerdo histórico que marca un antes y un después para el futuro energético de nuestra provincia”, anunció Melella acompañado por el funcionario al que Macri promovía para ministro coordinador. Morajela: el Gobierno no afloja la billetera para obras, pero tiene a disposición recursos que no impliquen erogación de fondos económicos como las áreas que la petrolera estatal; avales para endeudamiento o una nueva Ley de Glaciares que permita la explotación minera en detrimento de la defensa ambiental.
Varios gobernadores de la línea de los Andes están agradecidos como los de Salta (Gustavo Sáenz); Jujuy (Carlos Sadir); Catamarca (Raúl Jalil); San Juan (Marcelo Orrego) y Mendoza (Alfredo Cornejo), nombres que se repiten en las preferencias libertarias.
En ese contexto serán clave las gestiones de los gobernadores del Norte por dividir al peronismo en el Parlamento, pero también los mandatarios de Provincias Unidas que resisten todas las tentaciones que se les presentan.
Es por lo menos llamativo que no se haya agendado un encuentro entre Santilli y el santafesino Maximiliano Pullaro, que esta semana se instaló en Buenos Aires. Aunque cerca suyo aseguran que no viajó para organizar el futuro parlamentario, admiten que el gobernador mantuvo varios encuentros para hablar del tema después de que su vicegobernadora, Gisela Scaglia, confirmara que asumirá su banca y se integrará a un armado propio. El anuncio causó enojo en la cumbre del PRO convocada por Macri de la que participó la referente amarilla.
“Fue elegida por la U”, la defendieron en Santa Fe, donde prestaron atención a una foto en la que se ve al salteño Sáenz tomando un café con el senador peronista Marcelo Lewandowski en el marco de la conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA). El legislador, que reporta a la bancada de José Mayans, niega haber conversado sobre la conformación de un nuevo bloque.
En paralelo a la gira de Santilli, los negociadores de Provincias Unidas aceleran su ronda de conversaciones. Tanto Pullaro como Martín Llaryora de Córdoba; el diputado electo Juan Schiaretti y el chubutense Ignacio Torres operan para ampliar sus bloques nacionales. Las negociaciones incluyen charlas con Encuentro Federal de Miguel Angel Pichetto que también quedará debilitado tras el recambio de diciembre. Las tribus que convergerían –si saldan algunas diferencias- podrían compartir un interbloque o hasta presentarse en un bloque único. El formato, aseguran, no genera conflicto frente a la posibilidad de consolidar un espacio que se constituya en una tercera fuerza y que se asuma árbitro entre peronistas y libertarios. En Diputados podrían ser una minoría con algo de atractivo aunque supeditada a lo que armen los gobernadores dialoguistas del Norte. En el Senado podrían tener por lo menos entre doce y catorce escaños.
Entre los legisladores que quedan en disputa se encuentran los misioneros y los de Neuquén. Aunque recibió amigablemente a Santilli, el gobernador Rolando Figueroa apuesta a una jugada individual sentado sobre la riqueza de Vaca Muerta. En cambio el Frente Renovador de la Concordia de Misiones conversa con todos los sectores y hasta con Coherencia, bloque que integran entre otros los exlibertarios Oscar Zago y Marcela Pagano.
En el Senado el oficialismo se confía. Bullrich consiguió 21 propios tras recuperar al formoseño Francisco Paoltroni y sumar a la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien de todos modos siempre jugó con La Libertad Avanza. Apuestan también a “los radicales buenos” tras la mudanza de Martín Lousteau a la cámara baja como único representante de Ciudadanos Unidos de la Ciudad de Buenos Aires.
La presión sobre los gobernadores se vuelve fundamental como las reuniones que se sucederán en los próximos días.
“Todos conversamos con todos”, repetía esta semana un prudente Jalil que recibió menos críticas desde el kirchnerismo que Jaldo. Al tucumano no le perdonan haber obligado a Javier Noguera a enrolarse en el bloque Independencia aunque el diputado Pablo Yedlin, que visitó el miércoles a Cristina Kirchner, prometió conseguir su voto ley por ley.
En ese esquema, la campaña política no terminó para La Libertad Avanza que profundiza la batalla cultural con Karina Milei y Martín Menem subidos al “tour de agradecimiento” que arrancó en Corrientes, único distrito con un gobernador ganador de Provincias Unidas.
Doblemente triunfador –en la elección provincial desdoblada y en la general del 26 de octubre- Gustavo Valdés tomó distancia y evitó una definición mientras recorre la India en busca de inversiones, gestión que le traspasará a su hermano y próximo gobernador Juan Pablo Valdés.
Por Analia Argento / P12























