“Weekend warrior”: el entrenamiento que promete revertir los efectos de estar sentado todo el día

Recursos Humanos24/11/2025
f685x385-867256_904949_503

Las horas pasan frente a una pantalla, las reuniones se acumulan, el traslado al trabajo suma más tiempo sentado y, cuando llega la noche, la energía simplemente no alcanza para salir a correr, ir al gimnasio o hacer una rutina de ejercicios. Esta escena, cada vez más común, define el ritmo de vida de millones de personas. En ese contexto aparece un entrenamiento que gana popularidad: el fenómeno del “weekend warrior”.

El término, que podría traducirse como “guerrero de fin de semana”, hace referencia a quienes concentran su actividad física en uno o dos días, generalmente sábado y domingo. Lejos de la rutina diaria de entrenamiento, estas personas aprovechan el tiempo libre del fin de semana para ponerse en movimiento, compensar el sedentarismo de la semana y, de paso, despejar la mente.

Aunque durante años se creyó que hacer ejercicio solo uno o dos días no era suficiente para generar beneficios reales, estudios recientes comenzaron a cambiar esa mirada. Investigaciones internacionales sugieren que, si se alcanza una cantidad mínima de movimiento semanal —aunque esté concentrada en pocos días— pueden observarse mejoras en la salud cardiovascular, reducción del riesgo de enfermedades metabólicas y un impacto positivo en el estado de ánimo. Esto convirtió al “weekend warrior” en una opción viable para quienes realmente no consiguen un momento libre entre lunes y viernes.

La clave no está en hacer ejercicios al azar ni en “castigarse” por todo lo que no se hizo durante la semana. El secreto de esta práctica está en la intención, en la organización y, sobre todo, en la forma de moverse. Caminar a paso rápido durante una hora, salir a pedalear, nadar, bailar, hacer una clase de funcional, subir cerros, jugar al fútbol con amigos o realizar una rutina combinada de fuerza y cardio son actividades que, bien distribuidas, pueden generar grandes beneficios en apenas dos días.

Además del impacto físico, aparece otro aspecto fundamental: el bienestar mental. Después de una semana cargada de responsabilidades, el ejercicio ayuda a liberar tensiones acumuladas, mejorar el descanso, ordenar pensamientos y ofrecer un momento de conexión con uno mismo. Para muchos, el entrenamiento de fin de semana deja de ser una obligación y se transforma en un ritual de autocuidado.

Sin embargo, hay algo que no puede pasarse por alto: el cuerpo también necesita adaptación. Pasar de la inactividad total a un esfuerzo intenso de golpe puede provocar lesiones, contracturas o fatiga excesiva. Por eso, aunque se entrene solo los sábados y domingos, es importante comenzar de forma gradual, respetar los tiempos de entrada en calor, estirar bien al final y escuchar siempre las señales del cuerpo.

Incluso pequeños gestos durante la semana pueden potenciar los resultados del “weekend warrior”. Levantarse de la silla cada tanto, estirar los brazos y la espalda, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o caminar algunas cuadras más al día ayudan a que el cuerpo no llegue completamente “apagado” al fin de semana.

En un mundo donde el tiempo parece escasear, esta tendencia ofrece una mirada más realista sobre el movimiento. No se trata de cumplir con un entrenamiento perfecto, sino de encontrar una forma posible de volver al cuerpo, conectar con el movimiento y entender que, aunque sea en solo dos días, siempre es mejor moverse que no hacerlo.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email