


GEO: el nuevo caos del SEO y cómo las marcas pueden evitar perderse en el panorama de la inteligencia artificial
Actualidad08/11/2025


Si tienes cierta edad, seguramente lo recuerdes: en 2002, la optimización para motores de búsqueda (SEO) pasó de ser una curiosidad técnica a una industria consolidada. De repente, surgieron agencias, consultores y expertos en técnicas de SEO poco éticas, ofreciendo trucos y atajos para posicionar las marcas en la primera página.
Hoy nos encontramos ante los albores de la siguiente ola: lo que algunos denominan Optimización para Motores Generativos (GEO), Optimización para Motores de Respuestas (AEO) o simplemente Optimización para Inteligencia Artificial (AIO). La lógica es similar: lograr visibilidad para tu marca, pero el riesgo es mayor, las reglas más ambiguas y los peligros mucho más estructurales.
Imagina un mundo donde los usuarios ya no hacen clic en los resultados de búsqueda, sino que le preguntan a un asistente de inteligencia artificial, en lenguaje natural: «¿Cuál es el mejor CRM para una startup?». La respuesta aparece al instante. Sin enlaces, sin páginas, solo una respuesta. Las marcas que aspiran a ser relevantes no solo deben posicionarse, sino también ser mencionadas, citadas, generar confianza y ser recomendadas incluso antes de que el usuario visite su sitio web. Este cambio es una realidad: algunos artículos describen el GEO como una herramienta para «lograr que tu marca sea visible y esté representada con precisión en las respuestas generadas por inteligencia artificial«, hablan de cómo está «redefiniendo las reglas del comercio electrónico» o aconsejan a las marcas que «el AEO es el futuro del SEO«.
Pero ahí precisamente radica el peligro: si la historia del SEO sirve de lección, nos dirigimos hacia un nuevo terreno fértil para soluciones milagrosas, aceites de serpiente y atajos de todo tipo. Pronto veremos proliferar los «especialistas en GEO», los «gurús de la optimización con inteligencia artificial» y los talleres de «marketing cuántico sin clics». Las marcas perseguirán algoritmos que nadie comprende del todo, pagarán por herramientas que prometen «dar con la solución» e invertirán en técnicas cuyo funcionamiento es opaco incluso para quienes las venden.
Algo debo saber del tema. He publicado a diario durante décadas, y todo mi contenido no está sujeto a un copyright convencional, sino a una licencia copyleft (concretamente Creative Commons BY, una de las menos restrictivas), abierta para que cualquiera, incluidas las empresas de inteligencia artificial, pueda usarlo, adaptarlo o analizarlo. ¿Mi recompensa? Gozo de una excelente posición en la era de los asistentes de inteligencia artificial porque he mantenido mi contenido abierto, claro, estructurado y transparente. No recurro a trucos. Mi marca (en este caso, mi nombre) es simplemente conocida, citada y utilizada. ChatGPT, Perplexity y otros chatbots me reconocieron perfectamente la primera vez que les pregunté quién era yo o cuáles eran mis ideas, allá por 2022. Esa es la verdadera lección.
Se avecina la tormenta perfecta
Estas son las fuerzas que se alinean:
Los asistentes de inteligencia artificial y los motores de respuesta ahora median en el descubrimiento: el tráfico de búsqueda tradicional ya está disminuyendo, y la tendencia resulta clara y evidente.
Las marcas reconocen que posicionarse en el primer lugar no es suficiente: necesitan ser la respuesta. Las guías de AEO enfatizan esa importancia de «ser la respuesta».
Las agencias y los proveedores perciben nuevas fuentes de ingresos: herramientas que miden la «visibilidad de marca con inteligencia artificial» y paneles de control que rastrean las «menciones en ChatGPT» prometen acceso a este nuevo ecosistema.
La opacidad algorítmica implica que la forma en que se te menciona importa. ¿Se cita tu marca porque es la mejor o porque pagaste? Los mecanismos están ocultos.
Las consecuencias de equivocarse son reales: podrías invertir mucho dinero solo para descubrir que tu marca está ausente de las respuestas de inteligencia artificial, mientras que la competencia domina el espacio de menciones.
Si la historia se repite, esto podría ser el desastre SEO 2.0: una industria de soluciones rápidas, tácticas cuestionables y marcas atrapadas en la dependencia de canales que no controlan.
Qué deberían hacer las marcas
Aquí está la alternativa: simple, lógica y preparada para el futuro.
Crea contenido abierto, estructurado y con autoridad.
No restrinjas el acceso a tu contenido. Asegúrate de que sea accesible, esté bien escrito y estructurado para la lectura automática (títulos, listas con viñetas, esquema cuando corresponda). Las marcas optimizadas para obtener respuestas de inteligencia artificial no ocultan ni confunden: facilitan el proceso.
Asegúrate de que tu marca sea citable, no solo enlazable.
El SEO nos enseñó los backlinks. El GEO/AEO nos enseña las menciones: en artículos, listas del sector, conjuntos de datos, socios con autoridad, en lugares lo más abiertos y accesibles posible. Los motores de inteligencia artificial priorizan los medios ganados sobre el contenido propio de la marca.
Evita las agencias que buscan señales opacas.
Si alguien te ofrece un «atajo GEO» o un «truco para estar en las respuestas de inteligencia artificial», pregunta: ¿cuál es el mecanismo?, ¿qué transparencia ofrecen? Los modelos están en constante evolución. Si dependes de tácticas opacas, estás apostando por una infraestructura que no te pertenece.
Combina los fundamentos del SEO con el conocimiento del GEO.
No son estrategias de marketing independientes. Un buen SEO sigue siendo fundamental: un sitio web rápido, con buena autoridad y contenido claro. Pero ahora necesitas incorporar una perspectiva geográfica: cómo la inteligencia artificial interpretará, resumirá y citará tu contenido antes de que el usuario lo visite. Piensa en ello como garantizar que tu marca participe en la conversación.
Supervisa y adapta, no te conformes con una sola optimización.
A diferencia de los resultados de búsqueda tradicionales, las respuestas de la IA evolucionan. Los modelos se actualizan, las fuentes de datos cambian y los asistentes adoptan el uso de RAGs. Las marcas deben considerar la visibilidad como un ciclo de retroalimentación continua, no como un proyecto puntual.
Una historia con moraleja
¿Recordáis cuando las marcas compraban paquetes de enlaces en masa en 2010 pensando que eso les garantizaría el primer puesto en Google? Muchas experimentaron un repunte, seguido de un desplome cuando Google cambió el algoritmo. El GEO podría replicar ese ciclo: la marca invierte en «herramientas de visibilidad con inteligencia artificial», obtiene un beneficio efímero y luego es penalizada o eclipsada a medida que los modelos se van ajustando y mejorando.
Pero el mayor riesgo es la dependencia. Si la presencia de tu marca queda totalmente mediada por un ecosistema que no controlas, por ejemplo, un chatbot que te coloca en el cuadro de respuestas, pierdes el control sobre tu narrativa. Te conviertes en un producto sujeto a las reglas de la plataforma.
La ventaja de la escala humana
¿Las buenas noticias? No necesitas un truco mágico de GEO. Solo necesitas autenticidad, claridad y transparencia. Mi caso (y muchos similares) lo demuestran. Publicar a diario, utilizar licencias abiertas y estructurar el contenido con claridad: no para el algoritmo, sino para lectores y máquinas por igual.
Las marcas que sigan esta misma lógica crearán contenido relevante, lo harán accesible y citable, y no solo evitarán la trampa de la GEO, sino que prosperarán en la era de la inteligencia artificial. Porque cuando los modelos evolucionen y los asistentes interactúen con tu contenido, las marcas que citen primero serán las que generen confianza, no las que recurran a trucos.
GEO, AEO o AIO son la próxima frontera, pero no requieren atajos: requieren perfeccionar los fundamentos. Evita la exageración, los supuestos expertos y los proveedores de soluciones rápidas. Haz lo que ya se ha demostrado: publica bien, comparte tu contenido de forma abierta y deja que los motores de búsqueda (y tu audiencia) hagan el resto.
Porque lo peor que puedes hacer es optimizarte para el algoritmo. Y lo mejor que puedes hacer es optimizarte para ser conocido.
Nota:https://www.enriquedans.com/






















