El rescate de Trump puede no alcanzar

Economía05/10/2025
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Cuando una crisis cambiaria está desatada, con el riesgo de que se extienda a una generalizada en materia financiera y económica, detenerla no es sencillo. La economía especulativa de Milei se encuentra hoy en un momento crítico. 

La extrema volatilidad de acciones, bonos y del dólar refleja la dificultad de frenar la crisis. A esto se suma la intervención militante del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, que busca neutralizarla, aunque con éxito parcial.

El auxilio del Fondo Monetario Internacional, primero, y luego la promesa de salvataje de la administración Trump evitaron el naufragio del gobierno liberal-libertario. Pero ambos rescates son insuficientes, pese a la envergadura de los protagonistas participantes, ya que Javier Milei carece de liderazgo político doméstico y, en consecuencia, de capacidad de gestión de la crisis.

Por ahora, Milei no exhibe estos atributos necesarios para detener la caída en el abismo. Cada una de sus intervenciones mediáticas y en actos de campaña electoral lo muestra desorientado, como si no se diera cuenta de que está al borde de la cornisa.

 1743185236654El auxilio del Fondo Monetario Internacional, primero, y luego la promesa de salvataje de la administración Trump evitaron el naufragio del gobierno de Milei.

Los dólares del FMI no se venden

Como se adelantó en El Destape, los dólares del FMI no podían ser rifados en el mercado con el objetivo de defender la paridad cambiaria. El ministro de Economía, Luis Caputo, había desafiado diciendo que vendería “hasta el último dólar” para defender el techo de la banda. No lo hizo con los dólares del Banco Central, sino rifando los del Tesoro, divisas que estaban reservadas para cancelar intereses y capital de deuda pública, por un total de 4500 millones de dólares, en enero próximo. 

Como esos fondos se están destinando a otro uso, la liquidación de bonos se aceleró, con el consiguiente aumento del índice riesgo país a niveles de 1250 puntos. 

Después de bajar a unos 900 puntos con la promesa de rescate de Bessent, este indicador de solvencia de la deuda pública volvió a empeorar, señal de que existen muchas dudas sobre las características del auxilio estadounidense.

El último reporte de la consultora C-P, de los economistas Federico Pastrana y Pablo Moldovan, confirma que “los dólares del FMI no están disponibles para que el gobierno defienda el esquema cambiario y el incumplimiento en la meta de acumulación de reservas hirió de muerte el esquema”. 

Esta restricción del Fondo revela que la posición de reservas de libre disponibilidad del Banco Central es mucho más frágil de lo que admiten Caputo y Santiago Bausili, presidente de la entidad monetaria. “Sin los recursos del FMI, las reservas netas se ubican en niveles que dispararon episodios de crisis hace no mucho tiempo”, advierte C-P.

La agonia del plan Caputo

El salvataje financiero del Fondo y el Tesoro de Estados Unidos resta grados de libertad sobre la política económica. Después de las elecciones, esta va a depender de lo que dispongan ambos organismos. “Apoyamos a Argentina en la implementación de políticas para salvaguardar la estabilidad, reducir la inflación, reconstruir las reservas e impulsar las perspectivas de crecimiento”, dijo Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. 

El reporte de C-P califica como “salvataje inédito” el apoyo de Trump y advierte que la política económica quedará bajo la órbita del FMI y del Tesoro de Estados Unidos. Economistas de la city y del Fondo anticipan lo que viene: un tipo de cambio más alto, flotación cambiaria y acumulación de reservas. En la misma línea, Gita Gopinath, ex número dos del Fondo, afirmó que “un progreso duradero requerirá un régimen más flexible y apoyo interno para las reformas”.

El salvavidas de Trump a Milei es inédito porque en crisis de otros países había riesgos de contagio a otras economías. La intervención de potencias económicas en estos casos, como en la debacle de Grecia en 2009-2010, era comprendida por el ecosistema de las finanzas globales. El derrumbe de la economía especulativa de Milei no reúne ningún ingrediente de una crisis con peligro sistémico. Hasta la revista conservadora británica The Economist advierte acerca de esta anormalidad.

El artículo “Las finanzas de Argentina se han vuelto aún más surrealistas” explica: “Es sumamente inusual que Estados Unidos respalde la moneda y los bonos de otro país de esta manera, especialmente cuando las agencias de calificación los clasifican como ‘basura’. Esto es aún más inusual, ya que el respaldo no se debe a una crisis global o regional, sino a la inestable situación política de Milei, un aliado cercano de Trump”. The Economist ofrece un diagnóstico lapidario, compartido por la mayoría de analistas locales e internacionales:

  • “El apoyo estadounidense es extraordinario, pero no garantiza una calma duradera. Se avecinan momentos difíciles. Muchos consideran que el peso está sobrevaluado. Capital Economics, una consultora londinense, estima que la brecha es del 30%. Esto significa que la presión sobre la moneda probablemente volverá”.
  • “Esto podría suceder pronto”.
  • “Un mal desempeño en las elecciones intermedias es la preocupación inmediata. Los mercados también temen que pierda la reelección en 2027. Un espectro acechante es Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien salió fortalecido de las recientes elecciones provinciales y tiene aspiraciones presidenciales”.
  • “La historia argentina es un cementerio de reformas económicas. Los intentos de austeridad fiscal suelen tener éxito al principio, pero luego fracasan. Si pierde en las elecciones intermedias y los mercados concluyen que Milei no tiene el control del Congreso y su reelección en 2027 es improbable, los dólares de Trump no impedirán que Argentina vuelva a quebrar”.


1759526704547 “En lugar de ser la política fiscal o monetaria la que condiciona a la economía, es el calendario electoral el que determina las decisiones del poder”, afirman los economistas Eduardo Crespo, Gonzalo Fernández Guasp y Gonzalo Guilerdes. Imagen: IA Copilot. 

La larga agonía del peso

La sucesión de crisis, y la actual de Milei, es una más dentro de una larga secuencia de, por lo menos los últimos 60 años, ha ido deteriorando las bases estructurales de la economía para ingresar en un sendero de crecimiento sostenido rumbo al desarrollo.

La crónica de la catástrofe anunciada del experimento liberal-libertario, una debacle como ninguna anterior debido a la rapidez en que se generó, adelantada por analistas de corrientes ideológicas diferentes, profundizará el castigo de la moneda propia. Se sabe que para avanzar en un escenario de estabilidad la recuperación del peso como moneda de reserva es una condición indispensable.  

Más allá de la coyuntura inmediata, entender la fragilidad del peso exige revisar las raíces políticas e históricas que la alimentan, un enfoque que aporta la última edición de Voces del Fénix, elaborada por economistas de la FCE-UBA. Se presenta una serie de ensayos sobre esta potente restricción de la economía argentina: la debilidad de la moneda propia. Entre los textos publicados, el presentado por los economistas Eduardo Crespo, Gonzalo Fernández Guasp y Gonzalo Guilerdes aborda este problema con una mirada amplia.

Explican que el debate sobre la moneda en la Argentina suele presentarse como un problema técnico, cuando en realidad es un fenómeno atravesado por factores sociales, políticos e históricos. “La historia reciente del peso argentino es la de una moneda en permanente fragilidad. A diferencia de los países centrales, que construyeron sistemas monetarios sólidos al calor de instituciones financieras fuertes, en la Argentina las crisis recurrentes minaron la credibilidad de la moneda”, indican. 

Apuntan que la dolarización de hecho, las corridas cambiarias y los episodios inflacionarios expresan esa ‘larga agonía del peso’ en la que la sociedad convive con la idea de que el dólar es reserva de valor y el peso apenas un instrumento de transacción. Este enfoque permite comprender por qué el peso sigue atrapado en ciclos de crisis y devaluaciones.

No es solo un tema económico y financiero; también es político

La troika de investigadores incorpora una variable clave para la comprensión de la permanente inestabilidad cambiaria: la dominancia electoral. “En lugar de ser la política fiscal o monetaria la que condiciona a la economía, es el calendario electoral el que determina las decisiones del poder”, afirman. 

Como señala el artículo, “cada elección es vivida como un momento de todo o nada”, lo que impulsa políticas de expansión del gasto, controles cambiarios de emergencia o endeudamiento acelerado, que erosionan aún más la estabilidad del peso.

La inestabilidad cambiaria no puede explicarse entonces solo por desequilibrios fiscales y/o monetarios. En esta instancia advierten sobre un aspecto central para comprender con criterio amplio las crisis cambiarias: “Están íntimamente ligadas a la falta de consensos duraderos sobre el rol de la moneda y a la incapacidad de los gobiernos de construir un horizonte de previsibilidad”.

La larga agonía del peso argentino, como definen Crespo, Guasp y Guilardes, no es solamente una cuestión de técnica financiera; es la expresión de un problema estructural: la ausencia de un acuerdo político y social que devuelva a la moneda propia su carácter de institución confiable. Sin esa base, cualquier programa económico —sea de ajuste o de expansión— queda condenado a repetir el ciclo de crisis y devaluaciones. Milei no resuelve la agonía: la acelera.

Por Alfredo Zaiat / El Destape

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