Despidos en alza y pluriempleo forzado: el mapa del trabajo en la era Milei

Economía04/10/2025
desempleo

Mientras el gobierno de Javier Milei se enfrenta a una creciente inestabilidad cambiaria resultado de sus propias decisiones, en el día a día, las y los trabajadores sufren el golpe de dos de las caras más duras de la crisis: despidos injustificados en récord y el boom de la doble jornada. En concreto, mientras más de 200.000 personas que tienen trabajo buscan una segunda fuente de ingresos para intentar llegar a fin de mes, el porcentaje de despidos sin causa tocó máximos para el último año y medio.

De esta manera, la combinación de inflación persistente, deterioro social y volatilidad financiera, configuran un escenario macroeconómico de alta fragilidad que agrava la situación de las ya deterioradas economías domésticas. Un ejemplo claro es lo que sucede con el consumo masivo: las compras de bienes no durables (alimentos, medicamentos) se ubicaron en el inicio del segundo semestre del año en el nivel más bajo desde 2016. Por otro lado, en julio de 2025 el consumo de bienes durables (vehículos, inmuebles, electrónicos) -el caballito de batalla de consumo de La Libertad Avanza- si bien sigue en niveles altos perdió dinamismo y, por el contrario, muestra cierto estancamiento.

A todo esto se suma la incertidumbre electoral, que mantiene latentes los temores de una eventual devaluación pos o incluso preelectoral, alimentando la expectativa de los mercados y aumentando la incertidumbre de las familias que ven aún más condicionado su presente y futuro.

Crisis laboral: despido sin causa y precarización 

La economía comenzó el décimo mes del año con amenaza de recesión, mientras se agrava la crisis del mercado laboral con menos empleo, más precariedad y caída de los ingresos, y pierde dinamismo el crédito que podría empeorar al golpeado mercado interno. En relación, la contracción económica y pulverización salarial son muestras de la crisis en curso y se expresan en una realidad concreta: el shock económico no solo afectó a los sectores bajos, sino que afectó en gran medida las condiciones de vida de los sectores de nivel socioeconómico medio. 

Puntualmente, la realidad de gran parte de las y los trabajadores se vio agravada en este último tiempo ante la urgencia de intentar llegar a fin de mes en un cada vez más deteriorado mercado laboral. Por un lado, se observa una sostenida pérdida en la calidad del empleo: la tasa de "ocupados demandantes" creció 2,3 puntos en el segundo trimestre de este año contra igual periodo del 2023 reflejando que 204.000 personas con trabajo buscan activamente un segundo ingreso para tratar de cubrir, al menos, las necesidades básicas de subsistencia.

De esa manera, “ante el deterioro salarial sostenido (los salarios privados y públicos del sector registrado continúan por debajo de noviembre de 2023), la tasa que más creció interanual es la de ocupados demandantes es decir, aquellas personas que trabajan pero que, de todas formas, buscan trabajar más debido a que el salario ya no alcanza y tienen que buscar más para complementar ingresos”, señaló un informe del Instituto Argentina Grande (IAG). 

De igual manera todos los indicadores de inserción precaria se agravaron: aumentó 1,4 puntos la cantidad de cuentapropistas contra 2023 y cayó el peso de los asalariados formales sobre el total del mercado laboral (-0,9 puntos) mientras cada vez más personas que no participaban del mercado de trabajo se incorporan porque justamente la plata no les alcanza. “Se destruyen puestos formales y se crean puestos precarios que, de todas formas, no alcanzan para incorporar a toda la gente que busca trabajo ya sea porque empieza a buscarlo para complementar los ingresos del hogar, o porque son echados de sus puestos formales”, alertaron desde el centro de estudios.

Sin embargo, al mismo tiempo que crece la necesidad de empleo, la cantidad de puestos de trabajo sufre el impacto directo de los despidos: el porcentaje de despidos sin causa llegó al nivel más alto del último año al representar el 16% del total de las desvinculaciones. Pese a ello, el Gobierno busca instalar una nueva reforma laboral que, como se comprobó en reiteradas oportunidades, lejos está de garantizar la creación de fuentes laborales ya que lo hecho hasta ahora terminó por "legalizar" las condiciones precarias de contratación.

“La terminación de la relación laboral asociada a los despidos sin causa representó el 16% del total de las separaciones en julio de 2025, valor superior al 14% del mes previo y al 13% registrado un año antes”, advirtió un documento del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-UBA CONICET). El guarismo actual es, además, el más elevado del último año.

Asimismo, el porcentaje de empresas que registraron solo bajas en su personal aumentó a 15% con respecto al mes previo (13%) y al mismo mes del año anterior (13%). Una mirada de largo plazo (desde enero de 2009) permite observar que el número de ocupados resulta similar al de casi 7 años atrás (febrero de 2018) y es 2,1% inferior al valor máximo de la serie en agosto de 2023.

Entre los sectores productivos, lo que más preocupa es la pérdida de empleo de la Industria desde septiembre de 2023. A partir de dicho mes, se perdieron casi 40,4 mil puestos en el sector, de los cuales 8,1 mil corresponden a lo que va de 2025 y 1,7 mil al último mes. El empleo en este sector registró variaciones negativas en casi todos los meses del último año.

Hogares: crisis alimentaria y deuda

Un aspecto no menor de la coyuntura actual tiene que ver con la fuerte caída en la tasa de empleo de jefes y jefas de hogar, lo que agrava el panorama en tanto suelen ser los principales proveedores de ingresos en las familias. El indicador se contrajo 1,3 puntos entre el segundo trimestre del 2025 y el mismo periodo del 2024, y 1,1 puntos si se compara contra 2023.

Como consecuencia “el 58% de los hogares no logró cubrir de manera satisfactoria la Canasta Básica Alimentaria (CBA), lo que implica un consumo muy por debajo de los parámetros nutricionales recomendados”, según relevó el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE). Además, en el 19% de los hogares fue necesario pedir comida o dinero para alimentarse mientras que el 10,6% refirió que algún integrante se alimentó una sola vez al día o debió ayunar de manera forzada. 

“Estos datos evidencian un deterioro estructural del tejido social y de la seguridad alimentaria, que se sostiene en niveles críticos y compromete de manera directa la salud de la población”, cerró el centro económico y alertó por la grave situación de las familias argentinas. 

Por Eugenia Rodríguez / El Destape

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