







Ante las quejas de la querella de Cristina Fernández de Kirchner y del fiscal Carlos Rívolo por el peritaje express que hizo Gendarmería (GNA) del contenido del celular del diputado Gerardo Milman (PRO) en la causa sobre la autoría intelectual del atentado contra la expresidenta, la jueza María Eugenia Capuchetti admitió que se haga un análisis manual de los mensajes y los documentos que hay en el aparato, pero se niega a que participen representantes de la exmandataria y de un organismo especializado del Ministerio Púbico Fiscal. La magistrada quiere dejar el teléfono exclusivamente en manos de la fuerza en la que suele depositar su confianza Patricia Bullrich para cuestiones que exceden la misión de custodiar las fronteras. Esta situación desató una guerra de escritos durante la semana pasada y aún hay final abierto. El martes próximo, además, está citada a declarar como testigo una excolaboradora de Milman, llamada Érica Menéndez, autora de uno de los únicos tres mensajes hallados que a los gendarmes les habían parecido relevantes. La mujer advertía al legislador: "Sabes que va a terminar pasando, que salgamos TODAS en la tele para decir la verdad de cada una" (sic).


Capuchetti habilitó la feria judicial y accedió a que se haga un examen manual de cada comunicación y documento del celular de Milman. Pero rechazó los pedidos para que la querella pueda analizar el material crudo o poner algún perito de parte y para que intervenga la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), un organismo de la Procuración General que ya participó en el análisis de celulares en la causa principal por el atentado e incluso detectó material que no había sido identificado por las fuerzas de seguridad que intervienen como auxiliares. Así las cosas, la jueza solo quiere que vuelvan a hacer el peritaje los mismos gendarmes que antes, de la División Análisis de Evidencia Digital Forense. Ni siquiera admitió una propuesta de la fiscalía para que supervise el procedimiento personal de su propio juzgado. "Generaría dilaciones injustificadas dada la extensión de la labor a realizarse", señaló. Esa afirmación, respondió la querella, "nos causa perplejidad". Le atribuye a la magistrada haber "dilatado por años toda medida relativa a Milman".
El eje de esta causa judicial es determinar quién estuvo detrás del intento de asesinato de Cristina. Es decir, hay una víctima de un hecho de violencia política que ocupaba en ese momento la vicepresidencia, pero la jueza restringe su participación en todo lo que atañe al teléfono de Milman, único imputado hasta ahora por esta pista. "En caso de producirse un resultado vinculado con el objeto de análisis, la información deberá ser suministrada únicamente a esta judicatura", reforzó Capuchetti en su última resolución. En nuevas presentaciones, tanto Rívolo como la querella retrucaron e insistieron en reclamar intervención en este asunto crucial. Uno de los abogados de Milman, Manuel Barros, es un histórico de la GNA.
Escenas del capítulo anterior
El celular de Milman fue peritado el 16 de julio último. Es un Iphone 14 Pro que él entregó en septiembre de 2023, como quien muestra colaboración con la causa, pese a que era un modelo que salió a la venta después del ataque a CFK. Aun así, no se descartaba --aunque pudiera haber dificultades-- acceder a mensajes o archivos más viejos. La jueza se tomó casi dos años en mandar a analizarlo.
Los gendarmes a cargo tardaron menos de 24 horas en sacar magras conclusiones, guiados por una lista de 29 palabras claves que les había dado la jueza. La utilizaron como filtro para rastrear material relacionado con el intento de magnicidio y con la frase que un testigo le había escuchado decir en el bar Casablanca, en la esquina del Congreso, dos días antes del ataque y frente a dos colaboradoras: "Cuando la maten yo estoy camino a la costa". El informe de Gendarmería decía que habían hallado 633.299 archivos, 35.177 interacciones de whatsapp, con muchos mensajes encriptados que no se pudieron leer y otros que no tenían relevancia porque no encajaban en el glosario de Capuchetti. Señalaba 659 archivos relevantes pero 596 imágenes ilegibles, 39 archivos eliminados y 104 interacciones de las aplicaciones Signal y Telegram.
Algo muy llamativo es que en la franja temporal más relevante, por ser antes y después del intento de magnicidio --desde el 1 de agosto de 2022 hasta el 4 de octubre de ese año-- no había mensajes. El atentado fue el 1 de septiembre.
La lista de palabras y frases para hacer una búsqueda que Capuchetti les había dado a los peritos de Gendarmería eran: "cuando la maten yo estoy camino a la costa", "matar", "maten", "costa", "Cristina", "Kirchner", "atentado", "brenda uliarte", "sabag montiel", "fernando", "fernando sabag montiel", "carrizo", "juncal", "juncal y Rodríguez peña", "Rodríguez peña", "recoleta", "corchazo", "arma", "magnicidio", "asesinar", "pinamar", "vicepresidenta", "vicepresidente", "nando", "copitos", "homicidio", "kristina", "krysti" y "Kristy". Tanto la querella como la fiscalía cuestionaron el método. ¿Cómo hicieron los agentes entre las 8.30 de la mañana de un miércoles y la medianoche del jueves una "visualización --como dijeron-- pormenorizada"? ¿Leyeron todo?. Los abogados de CFK, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira advirtieron que con el filtro utilizado se terminaron descartando 99,9% de los archivos que había en el teléfono de Milman. El informe de Gendarmería no explicaba tampoco que quería decir que había imágenes dañadas o ilegibles, cómo es que está encriptado un mensaje y no se puede ver. ¿A qué llama interacciones, que aparentemente eran 35.177?
Cuando respondió a los primeros cuestionamientos, la jueza provocó a la querella y la fiscalía: dijo que dudaba acerca de si "comprendieron los resultados del análisis efectuado sobre el teléfono celular aportado por Milman". Rívolo le respondió: "Esta parte entendió perfectamente los alcances del análisis llevado a cabo por Vuestro Tribunal con relación a la información que fuera extraída del teléfono aportado por el Diputado Nacional Gerardo Milman (al que califiqué como insuficiente) y, por ese motivo, solicité que se efectuara una nueva compulsa...". La querella sumó que no sólo "entiende la naturaleza del análisis realizado, sino también su importancia para la causa", pero le dice a Capuchetti que ella "parece no terminar de comprender (o de querer comprender) ninguno de estos extremos". Le reclaman que precisamente por sus "errores" "prácticos" y "conceptuales" se debería hacer análisis manual de la evidencia del celular de Milman intervengan personas externas al juzgado...".
Los abogados de CFK, detallaron cómo el análisis de Gendarmería dejó afuera "casi toda la información del teléfono". "La GNA, por cierto, es una fuerza que dependía de Milman cuando este era secretario de Seguridad, y que hoy depende de su socia política Patricia Bullrich, con quien tenía una asociación en cuya sede se borraron celulares cuyo secuestro había sido pedido en esta causa", advirtieron en una de las presentaciones. Aludían a los teléfonos de las asesoras que estaban con Milman en el bar Casablanca, una de las cuales luego declaró bajo juramento que la habían llevado a borrar su teléfono antes de que fuera secuestrado en la causa, para lo que hubo tiempo gracias a la demora en tomar esa mediad.
Mensajes comprometedores
"Frente a esta situación, solicitamos la realización de un nuevo análisis, en el que participen tanto expertos de esta querella como del Ministerio Público Fiscal. Dicha tarea es urgente porque, a pesar de lo que parece un infatigable esfuerzo por impedir que se investigue a Milman, continúan apareciendo datos comprometedores", señalaron los letrados de la expresidenta. Hasta ahora, recordaron, Gendarmería consideró que de 659 mensajes que pasaron el filtro de palabras solo eran relevantes tres. En dos de ellos Milman trataba de decir que no tuvo relación con el atentado. Eran mensajes del 29 y 30 de marzo de 2023. En uno aludía a un “invento que me hicieron de que dije algo que no dije nunca” y en otro a la "fantasía" de que en su celular “van a encontrar algo vinculado al atentado”.
Había otro más, anterior, del 30 de enero, que le enviaba Erica Menéndez quien había trabajado con él y donde le advertía que junto con otras excompañeras podía llegar a ir a la televisión a prender, como se suele decir, el ventilador. Este era el mensaje completo: "Parece una tomada de pelo todo esto, nosotras pariéndola acá, cagadas de calor, por TU CULPA y vos de vacaciones en Pinamar, estoy SIN LABURO, SIN UN MANGO, SIN AYUDA DE NADIE POR TU CULPA JERRY! Sabes que va a terminar pasando, que salgamos TODAS en la tele para decir la verdad de cada una porque NADIE NOS AYUDS, NO TENEMOS NADS QUE PERDER YA. Rocio también está re caliente porque perdió el laburo y quiere salir en la tale para decir todo, y así estamos todas porque todos se abrieron de gambas! A mi me dijeron a través de Carolina que están hablando en la poli pero estoy casi segura de que no están haciendo NADA, no puedo estar sin laburo Jerry y sabes bien que deje la policia porque vos me prometiste algo y CONFIÉ y ahora te cagaste en todo y desapareciste”.
El informe de Gendarmería lo señalaba como parte del contenido que podía ser de interés, pero no le daba contexto, algo que reclamó la fiscalía. La jueza finalmente citó a la mujer para este martes como testigo. También dio señales de avanzar con un posible allanamiento al diputado, en busca de otros dispositivos, algo que a esta altura del partido es poco prometedor, pero que Capuchetti se cuidará de que no le recriminen haberlo omitido. Milman ya dijo que su celular de la época del atentado no lo tiene. Primero dijo que lo había perdido en una mudanza y luego que se lo robaron. Lo que la jueza rechazó también es un planteo de la querella que cuestiona que Milman tenga acceso a las nuevas causas paralelas que ella abrió este año sobre el papel de la Policía Federal, algo que ya se había investigado pero con lo que al diputado le gusta provocar para poner en duda los hechos y atacar a la expresidenta y hoy principal líder de la oposición.
Por Irina Hauser / P12







