





En redes sociales se volvió viral una práctica que preocupa a especialistas en salud y nutrición: comer carne cruda.


Videos que muestran a personas ingiriendo cortes sin cocinar acumulan millones de visualizaciones, y la tendencia crece sin que muchos comprendan los peligros que implica.
En el programa Cuestión de peso, en canal 13, el médico nutricionista Alberto Cormillot advirtió sobre los riesgos de esta conducta, señalando que “la carne, si no la cocinás, puede tener parásitos y microbios”.
Además, destacó que hay grupos especialmente vulnerables, como niños, embarazadas, adultos mayores e inmunosuprimidos, que “bajo ningún punto de vista” deberían consumir carne cruda.
¿Qué pasa si como carne cruda?
El consumo de carne cruda puede ocasionar intoxicaciones alimentarias y enfermedades graves, según coinciden entidades sanitarias y universidades. Expertos de la Universidad San Sebastián, de Chile, explicaron que esta práctica permite el ingreso al organismo de bacterias, parásitos u otros microorganismos que se eliminan únicamente mediante cocción.
El doctor Miguel Ángel Lurueña, especialista en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Salamanca, España, señaló que “los riesgos proceden de los patógenos presentes en el sistema gastrointestinal del animal”.
Por su parte, la nutricionista argentina Estefanía Pasquini subrayó que no existen beneficios nutricionales asociados al consumo crudo. “No se obtienen más proteínas ni se va estar mejor. Solo pueden tenerse problemas”, dijo.
¿Qué bacterias hay en la carne cruda?
Entre los agentes patógenos más frecuentes en carne cruda se encuentran:
Salmonella: bacteria presente especialmente en carne de pollo. Su eliminación requiere alta temperatura de cocción. Según Mayo Clinic, puede causar fiebre, vómitos, diarrea y calambres.
Escherichia coli: se aloja en el intestino de los vacunos y puede provocar infecciones severas. La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) advirtió que ciertas cepas pueden generar síndrome urémico hemolítico, una afección grave que afecta los riñones.
Listeria monocytogenes: provoca listeriosis, una de las infecciones alimentarias más graves. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta bacteria sobrevive a temperaturas de refrigeración y afecta especialmente a embarazadas, adultos mayores y personas inmunocomprometidas.
Trichinella spiralis: parásito responsable de la triquinosis. Según explicó el profesor Claudio Figueroa, de la Universidad San Sebastián, puede encontrarse en carne de cerdo mal cocida y formar quistes en órganos internos, sin posibilidad de tratamiento curativo.
¿Cuánto hay que cocinar la carne antes de comerla?
Las autoridades sanitarias insisten en que la única forma de eliminar los patógenos es mediante una cocción completa. Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina se recomienda verificar que no queden zonas rosadas ni jugos rojizos en el interior.
La temperatura segura debe alcanzar al menos 71 °C en el centro del corte. También se sugiere evitar el consumo de carne picada en niños menores de cinco años, ya que su estructura facilita la permanencia de microorganismos incluso tras la cocción.
En este punto, Figueroa aclaró que “el limón no implica ningún tipo de cocción” y no tiene capacidad para eliminar bacterias ni parásitos, en referencia a ciertos mitos que circulan en redes.
¿Hay alguna carne que se pueda comer cruda?
Algunos platos tradicionales, como el steak tartar o ciertos preparados con pescado crudo, existen dentro de contextos gastronómicos específicos que incluyen estrictos controles sanitarios, refrigeración adecuada, congelado previo y origen certificado. Sin embargo, los especialistas consultados señalan que “la recomendación esencial es no consumir carnes crudas de ningún tipo”, especialmente cuando no hay garantías de procedencia ni condiciones sanitarias controladas.
Cormillot advirtió al respecto que comprar carne en lugares no habilitados incrementa los riesgos, ya que “si la faena se hizo en un establecimiento clandestino, eso puede traer cualquier cosa”.
¿Cuáles son los síntomas de bacterias por comer carne cruda?
Los síntomas pueden variar según el agente infeccioso, pero entre los más frecuentes se encuentran:
Salmonella: fiebre, diarrea, vómitos, dolor de cabeza, calambres.
Listeriosis: fiebre, dolores musculares, náuseas. En casos graves puede provocar meningitis o infecciones neonatales.
Escherichia coli (cepas productoras de toxina Shiga): diarrea con sangre, daño renal severo, especialmente en menores de cinco años.
Triquinosis: fiebre, dolor abdominal, edema facial, dolor muscular. Los quistes pueden alojarse en órganos y no tienen tratamiento curativo.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos alertan que las personas mayores, embarazadas y quienes tienen el sistema inmune debilitado son las más vulnerables ante estas infecciones.
Además, el ingeniero en Alimentos Martín Piña advirtió en una nota con Infobae que “romper la cadena de frío o no respetar las temperaturas de conservación favorece la multiplicación de bacterias”, lo que aumenta el riesgo de enfermedades incluso si la carne luce aparentemente normal.
Medidas de prevención recomendadas por autoridades sanitarias
No consumir carnes crudas o insuficientemente cocidas.
Cocinar completamente las carnes hasta que pierdan el color rosado en su interior.
Evitar la contaminación cruzada: usar utensilios y superficies diferentes para carne cruda y alimentos listos para consumir.
Lavar frutas y verduras con agua segura, pelarlas si es posible.
Mantener la cadena de frío.
Verificar siempre el origen de los productos cárnicos y evitar compras en establecimientos no habilitados.
No consumir leche ni jugos sin pasteurizar.
Frente a una moda peligrosa promovida por la viralidad en redes, los especialistas reiteran que la cocción adecuada de la carne no es un capricho ni una cuestión de preferencia, sino una condición básica de seguridad alimentaria.
Nota:infobae.com







