¿Para qué sirven los lenguajes de alto nivel si las máquinas ya entienden el bajo nivel?

Actualidad06/06/2025
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La inteligencia artificial está redefiniendo los auténticos cimientos de la programación, abriendo la puerta a una era de desarrollo de software más automatizado y más eficiente, pero también más centrado en la creatividad humana.

La irrupción de la inteligencia artificial generativa en el ámbito de la programación está desencadenando una transformación profunda en la forma en que concebimos y desarrollamos software. A diferencia del lenguaje humano, plagado de ambigüedades y matices, el código informático se rige por reglas estrictas y significados estandarizados, lo que convierte a la programación en un terreno especialmente propicio para la automatización mediante algoritmos de inteligencia artificial generativa.

Esta convergencia entre inteligencia artificial y programación ha dado lugar a toda una oleada de startups especializadas en generación de código, atrayendo inversiones multimillonarias y despertando el interés de gigantes tecnológicos. Empresas como Anysphere, creadora de Cursor han recaudado 900 millones de dólares, alcanzando valoraciones de hasta 10,000 millones de dólares, mientras que OpenAI ha acordado la adquisición de Windsurf por aproximadamente 3,000 millones de dólares.

Estas herramientas permiten traducir instrucciones en lenguaje natural a código funcional, reduciendo la dependencia de programadores humanos para tareas rutinarias y acelerando el desarrollo de software y dando lugar a reconfiguraciones de los equipos de desarrollo y a una optimización de recursos. Directivos de Microsoft han declarado afirma que hasta un 30% del código que la compañía produce hoy en día es generado por herramientas de inteligencia artificial, y que en unos cinco años, calculan que el 95% del código será producido por máquinas. Empresas como Google se mueven también en las mismas dinámicas. 

Un caso interesante es el de Morgan Stanley, que ha desarrollado internamente DevGen.AI, una herramienta basada en modelos de OpenAI que traduce código legacy en lenguajes obsoletos como Cobol a especificaciones en inglés, facilitando así su reescritura en lenguajes modernos. Desde su implementación, ha revisado nueve millones de líneas de código y ahorrado 280,000 horas de trabajo a sus desarrolladores.

Este panorama sugiere que la inteligencia artificial no solo está cambiando la forma en que escribimos código, sino también cuestionando la necesidad de lenguajes de programación de alto nivel con altos niveles de abstracción diseñados para facilitar la comprensión humana. A medida que las máquinas adquieren la capacidad de generar código en lenguajes de bajo nivel de manera eficiente, podríamos presenciar una evolución hacia sistemas más optimizados y menos dependientes de la intervención humana.

En este contexto, es plausible anticipar un futuro en el que la programación se convierta en una tarea de alto nivel estratégico, donde los humanos definan objetivos y restricciones, y las máquinas se encarguen de la implementación técnica, como si todos pudiéramos programar directamente en código máquina. Esta transición requerirá una adaptación en la formación de los profesionales del software y una reflexión profunda sobre el papel de la inteligencia artificial en la creación tecnológica. Y este cambio, además, va a tener lugar muy pronto. O de hecho, está ocurriendo ya.

Nota:https://www.enriquedans.com/

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