





El bloque de Diputados del PRO volvió a exhibir una división a la hora de la votación sobre los jubilados. Es sabido: la bancada que comanda Cristian Ritondo todavía está integrada por grupos que coexisten, tales como macristas, larretistas y bullrichistas que todavía no rompieron para irse a La Libertad Avanza. Todos intentan mantener una unidad y Ritondo, en particular, busca que respalden al Gobierno mientras intenta que avancen las negociaciones para listas conjuntas en la provincia de Buenos Aires, tanto en septiembre como en octubre. Lo cierto es que en la votación de los jubilados se vieron las divisiones: la mayoría votó en contra junto al oficialismo, pero también hubo nueve que se abstuvieron y hasta uno que votó a favor. Pasen y vean el estado actual del PRO.


Sin conducción se podría decir que se encuentra el partido amarillo después de la derrota en la Ciudad de Buenos Aires. Mauricio Macri dejó (fisicamente) el país y luego a su regreso dio su visto bueno para acordar con La Libertad Avanza. Y no mucho más. Hay un mutismo atronador en torno al expresidente, que antes de la derrota pensaba que iba a tener que ser candidato a senador en octubre por la Ciudad. Ahora ese proyecto parecería estar más que descartado.
Pero antes de pensar en cómo resolver octubre, el exmandatario va a tener que reordenar su espacio, que está en vias de disolución, con un partido gobernante que hace todo lo posible por robarle dirigentes. La falta de conducción y el clima de "salvese quien pueda" se vio en una de las votaciones que la oposición consiguió llevar al recinto esta semana: la de los jubilados.
Ritondo hizo su papel defendiendo al Gobierno y a la hora de votar consiguió que la mayoría de su bloque lo acompañara. En efecto, 22 diputados del PRO votaron en contra de aumentarle a los jubilados y de reestablecer la moratoria para que haya alguna posibilidad de jubilarse. El grueso de ese número fueron los diputados que se referencian con Patricia Bullrich y que están esperando el momento adecuado --todos se preguntan cuando-- para romper e irse a la bancada de LLA.
Pero hubo otros nueve diputados y diputadas de PRO que optaron por abstenerse: fueron María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato, Luciano Laspina, Germana Figueroa Casas, y Ana Clara Romero, entre otros. ¿Qué tienen en común? Se trata de dirigentes que se encuentran más cerca de Macri. No está claro si lo hicieron como una advertencia al Gobierno de que, si las negociaciones no marchan bien, podrían comenzar a votar con la oposición. O si su abstención respondió a un cálculo más sencillo: si Milei va a vetar la ley, ¿Para qué quemarse votando en contra de los jubilados? Que el costo lo pague él.
Además, hubo un diputado del PRO que votó a favor de los jubilados: fue el cordobés Héctor Baldassi --cercano a Horacio Rodríguez Larreta--, mientras que el porteño larretista Álvaro González estuvo ausente, pero seguramente hubiera sumado un segundo voto en esa dirección. Los votos a favor solo tienen como antecedente cuando los senadores del PRO apoyaron otro proyecto en 2024 (solo votó en contra la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, referenciada con Bullrich). En una vuelta carnero importante, en ese momento Macri sorprendió cuando los criticó y respaldó el veto de Milei.
Para completar el panorama de aliados y confusión, los radicales sufrieron un sisma similar a la hora de votar en la sesión de jubilados de esta semana. Tuvieron cuatro que votaron a favor de los jubilados: Julio Cobos, Fabio Quetlas, Natalia Sarapura, y Roberto Sanchez. En cambio, el sector que conduce Rodrigo De Loredo, con nueve votos, prefirió una abstención vergonzante. O quizás respondió al mismo razonamiento de para qué quemarse si después Milei va y veta. No está garantizado que, en el escenario del veto, Milei los vuelva a recibir con un asado. A los del PRO, es más probable que les convide una anchoa en el desierto.
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