





El 10 de diciembre de 2023, el día en que se cumplían 40 años de democracia en el país, ocurrió un hecho insólito en Argentina, cuando asumió un gobierno de extrema derecha. Javier Milei había derrotado al peronismo con más del 55 por ciento de los votos.


Allí y en tantos otros lugares se planteó la pregunta de por qué esta victoria y esta derrota. ¿Fue debido a los errores políticos y económicos del gobierno anterior? ¿O se debe a un fenómeno global?
Estas preguntas son planteadas por el pensador argentino Alejandro Grimson, en el artículo inaugural del libro “Desequilibrados – Las vertiginosas transformaciones impulsadas por la extrema derecha”, organizado por él, con textos de otros 15 pensadores argentinos.
Es evidente que se trata de una crisis de la democracia, que permite este nuevo fenómeno en el mundo. ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las fuerzas democráticas ante el crecimiento y la multiplicación de las fuerzas de extrema derecha?
Un fenómeno que ya se había extendido a varios países, entre ellos Estados Unidos y Brasil, entre otros. La primera y segunda elección de Donald Trump en Estados Unidos fueron el fenómeno que protagonizó todo este proceso, debido a la importancia de este país y al estilo desarrollado por el actual presidente norteamericano.
Como señala Grimson, es necesario, en primer lugar, comprender el fenómeno, para poder afrontarlo.
En el caso de Milei, surge la pregunta de por qué no se define simplemente como liberal. Él afirma ser libertario.
Cuando surge una fuerza de extrema derecha, las democracias se plantean una serie de preguntas: ¿puede haber coexistencia pacífica con grupos que la rechazan? ¿Cómo podemos mantener el respeto por las ideas de otros sin aceptar que crucen fronteras que perjudican la pluralidad? ¿Hasta qué punto una campaña que denuncia el carácter antidemocrático de un grupo puede favorecer los intereses de ese mismo grupo?
Si ganaron elecciones ¿son gobiernos antidemocráticos? Para que los gobiernos sigan siendo democráticos, deben actuar dentro del marco de la Constitución y la ley.
El ascenso de la extrema derecha plantea enormes desafíos para la democracia. La pregunta central es ¿qué ha cambiado en el mundo?
A nivel mundial se produjo un cambio estructural en las relaciones laborales. Se produce una disminución del trabajo asalariado y un aumento del trabajo precario. Hay una gran transformación en las comunicaciones debido a las tecnologías de la información. El microemprendimiento en las nuevas formas económicas promueve una nueva subjetividad. Es individualismo autoritario.
Actualmente no existe ningún país que sea un modelo a seguir para las fuerzas democráticas. Venimos de fracasos importantes de gobiernos progresistas porque no existe actualmente un proyecto económico y político a nivel nacional ni global. Los niveles de desarticulación intelectual y política son de fuerte impacto.
El ascenso de la extrema derecha es un proceso global con especificidades locales. El caso argentino es muy significativo. Según Grimson, desde 1975 el país ha tenido uno de los peores desempeños macroeconómicos de América Latina. Esto haría plausible la idea de una “decadencia nacional” y provocaría una frustración exacerbada. Este retroceso comenzó hace medio siglo, con las políticas neoliberales.
Después de una gran crisis económica generada por estas políticas, el kirchnerismo ganó las elecciones. El gobierno, después de años de éxito, terminó fracasando en términos de inflación, estabilidad monetaria y pobreza.
En Argentina hubo una doble decepción. De los antiperonistas en 2015 y de los peronistas en 2019, por el fracaso de sus gobiernos. La desilusión es un fenómeno emocional y político profundo que puede producir grandes transformaciones. Así triunfa la extrema derecha en Argentina.
Por Emir Sader / P12
Ilustración: Patricio Betteo







