La "baja" inflación y el IPC del INDEC, un espejismo

Economía22/05/2025
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Las complejidades del modelo económico libertario introducen la necesidad de hacer análisis algo más sofisticados que mirar la planilla del Excel. La situación de los precios es uno de los puntos más tironeados desde que Javier Milei es presidente. Un rubro central en la vida de los argentinos, que llevó a la ruina al gobierno de Alberto Fernández y que empezó a desacelerar en la actual gestión, hasta llegar a cerca del 3 por ciento. El problema es que en cada encuesta, la percepción social sobre el tema es radicalmente inversa no sólo a las celebraciones del Gobierno, sino también a la fiabilidad de la estadística oficial. 

Pulso Research, que lejos está de ser una firma encuestadora asociada a la oposición, acaba de publicar un trabajo amplio que hace preguntas clave sobre el tema. El reporte, al que accedió Página I12, indagó en lo siguiente. "Pensando en la inflación en el lugar donde vive ¿Aumentó, sigue igual o disminuyó? ", consultaron. Ocho de cada diez dijeron que aumentó o sigue igual. Dentro de ese pelotón, 54,8 dijeron que "aumenta", un número que venía del 45,3 por ciento en la medición pasada. Es decir, aún con la inflación cediendo, creció la percepción social de que los precios suben más. En ese contexto, un 17,3 por ciento dijo que "disminuyó", pero ese número venía del 24 por ciento en la medición pasada, es decir, también cayó la idea de que la inflación baja entre los que decían que bajaba.  
 
La respuesta de la gente sorprende, dado que el Gobierno anterior dejó 12,5 de inflación y este la llevó a 3 por ciento, es decir, hubo una desaceleración considerable, pero la gente sigue sin verla. De todos modos, hay explicaciones para eso. 

¿No le creen al INDEC?

Desde estas páginas, hace más de un año, se viene hablando de que la medición de inflación del INDEC está desactualizada y, por tanto, no es representativa del gasto mensual de las familias. Eso no quiere decir que el indicador esté intervenido, pero sí la falta de actualización pone a la población casi sin percibir una baja completa en los precios.  

Pulso Reserch preguntó, precisamente, qué piensan en la calle de esto. "Todos los meses el gobierno mide la inflación a través del INDEC. Usted ¿Le cree o no le cree al gobierno respecto a ese dato?", inquirieron. Aquí, el dato es de impacto: casi 7 de cada 10 consultados no le creen o no saben. El "no le creo" asciende al 52,2 por ciento, pero venía del 51, es decir, hay más gente que no le cree. También creció del 12,5 al 15,1 la respuesta "no sabe". Además, los que le creen al IPC INDEC alcanzan al 32,7 por ciento, una caída desde el 36 por ciento que se había encuestado en el informe previo. 

¿Por qué ocurre esta disociación entre los números y lo que la gente percibe? Un factor es que la fórmula del IPC mide con base 2004, una canasta de consumo que ya no representa el gasto familiar. Otro de los factores es que si bien Alimentos viene moderando alzas, la devaluación del 2023 que hizo Milei dejó esos precios en los niveles en dólares más caros del mundo. Eso se conjugó con tarifazos permitidos a precios regulados como tarifas, prepagas, colegios, transporte y combustibles. Esto elevó mucho los costos fijos de las familias, con el problema de que, aún aplicándoles hoy a esos bienes y servicios subas nominales menores o iguales al IPC, el daño al bolsillo es demoledor. El tercer punto que explica todo es que los salarios corren, hace meses, muy por detrás de la inflación, un fenómeno que también fomenta el Gobierno para que la economía no se recaliente y los precios no se disparen.

Por Leandro Renou / P12

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