Aprendiendo de las elecciones en India

Actualidad 08 de mayo de 2024
India-elections

Las elecciones de 2024 en el país más poblado del mundo, India, en las que su presidente, Narendra Modi, aspira a un tercer mandato, son un proceso enormemente complejo. Transcurre durante seis semanas entre el 19 de abril y el 1 de junio en siete fases en diferentes zonas del país, y convoca a 970 millones de personas de una población total de 1,400 millones para elegir a los 543 miembros del Lok Sabha, la llamada Casa del Pueblo, la cámara baja de su sistema bicameral. Los resultados se anunciarán el día 4 de junio.

A todos los efectos, un proceso con semejantes dimensiones y en un país con tanta importancia estratégica deberían servir como un enorme laboratorio para entender lo que puede ocurrir en otros procesos electorales. A pesar de las enormes diferencias de la sociedad india con la de otras democracias, muchos de los potenciales problemas derivados de la explotación de vulnerabilidades sociales se exacerban ante semejantes dimensiones, y permiten comprobar efectos que, en otros procesos electorales, pueden pasar más fácilmente desapercibidos.

La primera evidencia del proceso electoral indio en curso es que, en efecto, toda herramienta tecnológica que pueda ser apalancada para tratar de obtener una ventaja propagandística, lo será. En India estamos viendo el auténtico carrusel de los deepfakes, vídeos creados mediante inteligencia artificial generativa: si ya en febrero de 2020 pudimos ver el primer uso de deepfakes en procesos electorales, en este caso razonablemente constructivo, con un político indio que elaboró deepfakes de sí mismo hablando en varias lenguas del país para poder así dirigirse a los potenciales electores en sus respectivos idiomas, ahora en las elecciones actuales tenemos deepfakes de todo tipo, y la mayoría peligrosos: desde políticos muertos hace años que apoyan supuestamente a candidatos, hasta desinformación de todo tipo, lo que ha llevado a la Comisión Electoral a urgir a los partidos que abandonen su uso. ¿Confías en el desarrollo de tecnologías de detección para evitarlos? Pues puedes is armándote de paciencia: su uso solo sirve en algunos supuestos y no suele ser concluyente.

La segunda evidencia, completamente esperable, es que compañías tecnológicas como Meta no cambian, por muchos anuncios que hagan y muchas restricciones que se les pretendan imponer. En las actuales elecciones indias, Facebook ha vuelto a servir para todo tipo de malas prácticas, desde cuentas oscuras que impiden saber quién paga por una campaña de desinformación, hasta todo un mercado negro para la compraventa de cuentas autorizadas para lanzar campañas políticas, con documentos oficiales incluidos. Claramente, Facebook es como el escorpión: pica porque está en su naturaleza.

El aprendizaje de las elecciones indias es claro: sabemos qué tipo de herramientas vamos a ver explotadas en otros procesos electorales, y sabemos qué compañías actúan de manera completamente irresponsable permitiendo todo tipo de irregularidades con la excusa de un supuesto desconocimiento. Si seguimos sin hacer nada no es porque no podamos, sino porque no queremos. Porque nadie, absolutamente nadie puede decir que no estemos avisados.

Nota:www.enriquedans.com/2024

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