¿Cuáles son las soft skills más demandadas en la era de la Inteligencia Artificial?
En un mundo laboral en constante evolución, marcado por los avances tecnológicos y los cambios socioculturales, las empresas han modificado sus criterios de selección y valoración del talento, poniendo un énfasis creciente en las denominadas soft skills.
La importancia de las habilidades blandas en el mercado actual es innegable. Aunque las hard skills siguen siendo fundamentales para el desempeño de tareas específicas, las soft skills se han convertido en un componente esencial para el éxito laboral, permitiendo no solo adaptarse mejor a los cambios y desafíos del entorno laboral sino también destacar en un mercado cada vez más competitivo y diverso.
Las soft skills son más importantes que antes debido al desarrollo de la inteligencia artificial porque la IA puede automatizar muchas tareas técnicas, pero aún no puede replicar habilidades humanas como la empatía, la creatividad, o el pensamiento crítico. Esto significa que las habilidades blandas son y serán cruciales para la colaboración, la innovación, y la toma de decisiones en los entornos laborales.
Históricamente, la formación técnica y la experiencia previa ocupaban los primeros puestos en la lista de requerimientos para los candidatos. Sin embargo, en el panorama laboral actual, se tienen en cuenta otros aspectos debido a que las empresas valoran las competencias de sus empleados buscando un equilibrio entre las habilidades técnicas (hard skills) y las habilidades blandas (soft skills).
En este sentido, aunque las competencias fundamentales como la comunicación, el trabajo en equipo y el pensamiento crítico siguen siendo importantes, hay algunas soft skills que han ganado especial relevancia y a las que los candidatos deben hacer especial hincapié:
La resiliencia: permite adaptarse y superar retos o situaciones adversas. En un entorno laboral ligado a una constante evolución tecnológica, ser resiliente hace que el talento pueda mantenerse enfocado, aprender de las experiencias y avanzar.
La inteligencia emocional: ayuda a gestionar las emociones propias y las de los demás. En un contexto donde la colaboración y la adaptabilidad son clave, entender y responder adecuadamente a los sentimientos de los compañeros y/o clientes se convierte en una habilidad indispensable para contar con entornos de trabajo productivos.
La flexibilidad y la adaptación al cambio: permite a los profesionales adaptarse rápidamente a nuevos métodos de trabajo, tecnologías emergentes y cambios organizacionales. Esta capacidad de adaptación es esencial para la innovación y el éxito en un mercado en constante cambio, y cada vez más diverso y global. Además, nos ayuda a ajustarnos rápidamente a nuevas situaciones, metodologías y herramientas. Esto no solo mejora la capacidad del talento para enfrentar retos desconocidos, sino que también fomenta la innovación y el crecimiento personal y profesional.
La capacidad de resolución: hace que los profesionales puedan identificar problemas, valorar opciones y aplicar soluciones creativas y efectivas, lo que repercute positivamente en la mejora continua y el éxito organizacional.
La disposición para el aprendizaje continuo: esta habilidad permite mantenerse actualizado con las últimas tendencias, herramientas y conocimientos. De esa forma, se puede seguir siendo competitivos en un entorno tan cambiante. Este aprendizaje continuo es fundamental para poder innovar y resolver problemas de forma efectiva.
«El auge del teletrabajo ha redefinido el concepto de presencialidad en el ambiente laboral, y esto ha hecho que la capacidad para comunicarse eficazmente a través de medios digitales, así como la habilidad para mantener el compromiso y la motivación en entornos virtuales sean clave», asegura María Victoria Sánchez, Executive Director de Page Personnel España. «Por otro lado, la globalización de los mercados ha impulsado a las empresas a integrar y valorar la diversidad, lo que ha hecho que la adaptabilidad y el trabajo en equipo sean hoy competencias indispensables» añade.
Ante este escenario, las empresas están integrando la evaluación de estas habilidades en sus procesos de selección y promociones internas, utilizando métodos como las entrevistas por competencias y el feedback 360 para identificar y fomentar el crecimiento de estas capacidades en su fuerza laboral.
En conclusión, mientras el mundo laboral continúa su transformación, las soft skills emergen como un requisito para el desarrollo profesional y también como un pilar fundamental para la construcción de equipos efectivos, adaptativos y resilientes, capaces de gestionar los desafíos de un entorno globalizado y en constante cambio.
Nota:rrhhdigital.com