Argentina hay una sola: ¿qué miran los de afuera?

Actualidad - Nacional 24 de diciembre de 2022
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Entender la vida en nuestro país no es para cualquiera. Psicólogos, Sociólogos, Antropólogos, pensadores de todas las estirpes se devanan los sesos para dar una definición totalizadora de nuestro país.

El festejo por el logro del campeonato mundial de fútbol los dejó a los científicos con la boca abierta. Ganamos y festejamos. Pero sentimos que hay algo más que futbol en el festejo. Todos intuimos que estamos contentos más allá del futbol. 

Entender hechos masivos escapa a una disciplina, nadie es dueño de “la verdad”, es decir todos podemos opinar hasta de manera arbitraria.

Los historiadores nos enseñan que los hechos se producen a causa de un proceso o producto de un acontecimiento.

Digámoslo así: los hechos históricos ocurren luego de una sumatoria de sucesos que terminan desembocando como algo prácticamente inevitable o son el resultado de la irrupción de una situación no esperada, pero que el entrecruzamiento de variables produjo.

Aquí en este punto cada uno piensa como le parezca: el festejo fue un proceso que debía ocurrir o sorprendió porque el acontecimiento fue un deseo que estaba latente, a la espera de una oportunidad para manifestarse.

Los diarios del mundo están sorprendidos que el fútbol paralizó un país y la fiesta incluyó a millones… hasta las abuelas salieron a festejar.

Nuestra cultura está atravesada por el futbol, desde niño te “obligan” a ser hincha de un club, así como hablar el idioma que te trasmiten tus padres o incluirte en un credo o religión.

La identidad se construye a partir de identificaciones que realiza el “Yo”, es decir es la cristalización de todo lo que fuimos observando y escuchando desde que nacemos.

Arriesguemos una hipótesis: la fiesta ha sido como una afirmación que pertenecemos a la Argentina, que elegimos ser argentinos y que a pesar de todas las dificultades este es un país “VITAL”.

Un país donde no faltan besos y abrazos. Sobra humor en todas las tonadas.

Reunirse para el mate, el café o la cerveza es un ritual que todo que se precie de tener un amigo debe cumplir. Todos tenemos que tener un amigo/a sino algo raro pasa.

En definitiva pertenecer a un país que sorprende en el día a día confiere una identidad que nos hace diferentes, algunos días para bien y otros no tanto, sentimos que el mundo nos mira sin comprender… y nosotros festejamos.

Por Ruben Ariño / Psicólogo * Ambitoweb

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