La historia de Atalaya: dos hermanos españoles que vendían puchero y crearon las mejores medialunas del país

Recursos Humanos02/11/2021
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La leyenda irlandesa dice que al final del arco iris hay una gran olla de monedas de oro. Pero en Chascomús el premio es mayor: una de las mejores medialunas de manteca del país. En el costado del kilómetro 113,5 de la ruta 2 nació el Parador Atalaya, uno de los puntos obligatorios en el camino a la Costa Atlántica. Este proyecto nació hace casi 80 años de la idea de dos hermanos españoles, que en sus inicios tenían en su menú productos muy diferentes de los que se destacan ahora.

 
Ángel y Odilio García tenían una empresa de colectivos y hacían con regularidad el trayecto entre Buenos Aires y Mar del Plata. En ese entonces el viaje podía durar hasta diez horas. Ellos vieron una oportunidad de negocios en la posibilidad de que las personas frenaran a mitad de camino para cargar combustible a sus vehículos y descansar.

 
Fue así como abrieron su parador en 1942. Sin embargo, lejos de las famosas medialunas, su menú estaba marcado por sus orígenes. Se destacaban el puchero, el jamón y las pastas caseras. Pero de España también se trajeron a un pastelero quien ideó la receta de las facturas de manteca.  
 En 1959 cinco familias pasaron a controlar el parador. Hoy sus nietos están al mando.
"En esa época era muy importante la comida. El parador funcionaba más como un restorán", indicó Gustavo Giorgio, entonces presidente de la compañía en 2014, en diálogo con Yahoo Argentina. Los García manejaron el negocio hasta los 50 cuando trasladaron su emprendimiento a Mar del Plata. Desde 1959 se hicieron cargo cinco familias que adquirieron el local: Camio, Catoldi, Felices, Giorgio y Rey. Hoy la tercera generación de estos socios está al mando.

El secreto, aseguran, se esconde en el agua proveniente de las napas de Chascomús. Cada medialuna es formada a mano y cocinada en horno a leña. En las épocas de temporada alta (enero y febrero) pueden vender hasta 2 millones de unidades por mes o picos de 9000 docenas por día.

DESARROLLO Y EXPANSIÓN  
La compañía inició un camino de profesionalización en los 90. Comenzaron a trabajar con más fuerza el desarrollo de la marca y a sumar más productos a su portfolio. Actualmente, además de medialunas, hacen cañones, palmeras, bizcochitos, alfajores y conitos.


 Desde 2018 tiene una sucursal en la entrada de La Plata.
La primera gran expansión de la firma se dio en el 2000 con locales propios en Mar del Plata, no obstante el contexto argentino les jugó una mala pasada. Entonces empezaron a idear el crecimiento a través de franquicias. En 2014 abrieron un local frente al original en la mano hacia Buenos Aires y al año siguiente salieron de la ruta 2. Con el mismo esquema de Chascomús inauguraron dos sucursales sobre la ruta 9 en el kilómetro 84,5 en la localidad bonaerense de Zárate.

 
Luego, el gran desafío fue adaptar su formato de ‘parador costero' a un estilo urbano. De esta manera en 2018 llegaron a La Plata con un local en la entrada de la ciudad. Asimismo hoy tienen otro en Mar del Tuyú y General Guido - sobre el kilómetro 249 de la ruta 2. Para su expansión el plan era instalar nuevos centros de horneado en Tandil, Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell.

Ahora la mira está puesta en el desembarco en territorio porteño. Los planes se pausaron por la pandemia, aunque eso no detuvo su lanzamiento en CABA. En 2020 llegaron online a través de las apps de delivery y una cocina en Coghlan. Se despachaban las medialunas desde Chascomús, se cocinaban en Buenos Aires y luego se comercializaban en las aplicaciones. Juan Ignacio Catoldi, VP de Atalaya, aseguró a A24 que el lanzamiento físico se daría el próximo año: "El objetivo es abrir cinco locales más para fines de 2022. Las localidades de Cañuelas, Martínez y Capital son algunas alternativas".

Nota publicada por https://www.cronista.com/

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