







Siete de cada diez argentinos experimenta estrés financiero, según el Estudio de Bienestar Financiero de Mercer, el cual analizó la relación de la población con el dinero y sus hábitos de ahorro e inversión. El relevamiento, realizado sobre miles de personas en todo el país, muestra que la incertidumbre económica y los gastos imprevistos afectan la tranquilidad y la toma de decisiones de los hogares.
El informe señala que la mitad de los encuestados no cuenta con ingresos extra para ahorrar y que el 31% admite no saber cómo hacerlo. Además, un cuarto de los argentinos considera que un gasto inesperado de $250.000 sería una crisis significativa. El estudio también describe diferencias por género y nivel socioeconómico, con mujeres y hogares de menores ingresos entre los más afectados.
El estrés financiero se refleja en dificultades para planificar pagos, ahorro limitado y una fuerte dependencia de consejos de familiares y amigos. Según Paula Spitaleri, directora de Balanz University, la educación financiera sigue siendo insuficiente porque solo el 25% de los argentinos posee conocimientos básicos sobre finanzas personales. Esta brecha alimenta la preocupación constante y fomenta decisiones defensivas, como guardar ahorros en efectivo o en dólares.
El ahorro sigue siendo un desafío para la mayoría
A pesar del crecimiento de inversiones de bajo riesgo, como cuentas digitales remuneradas o fondos money market, especialistas remarcan que este avance responde más a la búsqueda de seguridad que a una estrategia de inversión. Para Nery Persichini, analista de GMA Capital, el desafío es transformar a los ahorristas tácticos en inversores estratégicos, generando confianza y estabilidad para reducir la ansiedad frente a imprevistos.
El estudio también indica que el 14% de los encuestados registra un nivel alto de tensión económica, con efectos en el descanso y la salud mental, y que un 22% siente que no tiene control sobre su situación financiera. Esto demuestra que la preocupación por el dinero trasciende lo económico y alcanza dimensiones emocionales.
Como respuesta al estrés financiero, expertos recomiendan mejorar la planificación, fortalecer la educación financiera y buscar asesoramiento profesional. También destacan la necesidad de definir objetivos de ahorro y evitar decisiones impulsivas. En conjunto, los resultados del estudio muestran que la crisis económica mantiene a gran parte de la población en un estado persistente de preocupación, lo que evidencia la urgencia de políticas educativas y herramientas que promuevan estabilidad y seguridad financiera.






















