Plan con patas cortas

Economía28/07/2025
dollars

La economía argentina acumula cada vez más tensiones en el frente externo. La semana pasada el Fondo Monetario Internacional celebró el ajuste sobre las cuentas fiscales y monetarias, pero dejó en claro que las reservas internacionales son el gran talón de Aquiles. El gobierno no logra bajar el riesgo país, que se mantiene cerca de los 800 puntos, mientras que las presiones cambiarias van en aumento y empiezan a llegar exigencias de grandes bancos de inversión para liberar por completo los controles cambiarios.

El Fondo Monetario publicó su Reporte sobre el Sector Externo, en el que remarcó que las reservas internacionales netas "siguen siendo críticamente bajas" y pidió "esfuerzos adicionales" para recomponerlas. 

 “Es fundamental realizar esfuerzos adicionales para reconstruir las reservas, permitiendo al mismo tiempo una mayor formación de precios y compras de divisas para cumplir con las obligaciones del servicio de la deuda en divisas”, señaló el organismo de crédito internacional.

El FMI realizará el desembolso de 2000 millones de dólares pautado en el nuevo acuerdo, pero deja en claro que las cuentas no cierran. La lectura que hace el mercado entre líneas es que la entidad está disconforme con el precio del dólar a menos de 1300 pesos y esta pujando por un salto de la cotización, que lo acerque al rango de los 1500 pesos.

El dólar blue subió cerca de 15 por ciento desde junio y el tipo de cambio real es el más alto de los últimos 14 meses. Pero entre los inversores no consideran estos números como una señal de alivio sino como una muestra clara que más temprano que tarde ocurrirá un salto cambiario.

Las expectativas de devaluación van en aumento y en el gobierno usan el mercado de dólares futuros para intentar contener la presión. Las consultoras estiman que el Banco Central está vendido en futuros por el equivalente a alrededor de 4800 millones de dólares, una posición muy superior a la que tenía en junio, cuando se ubicaba en 1800 millones.

El problema es que esta estrategia de política económica tiene patas cortas en la medida que avanza la salida de capitales tanto por la vía financiera como por la vía comercial. Al final de la semana pasada, se publicó el balance cambiario y hubo nuevos ejemplos de la magnitud de la fuga por ambas fuentes.

Un ejemplo es del más de 1 millón de ahorristas minoristas que compraron en el mercado de cambios más de 2400 millones en junio. Otro ejemplo es la suba de las importaciones en un 39 por ciento interanual, para registrar ese mes una salida de dólares por más de 5700 millones.

Para completar, el gobierno recibe presiones que lo acercan cada vez más a un callejón sin salidas. Los grandes bancos de inversión internacional presionan para que se terminen de abrir los controles cambiarios e incluso alientan para que la tasa de interés real se mantenga en niveles elevados.

Uno de los que hizo este llamado para iniciar otro ciclo de carry trade hasta que se agoten las reservas fue el JP Morgan. Una paradoja teniendo en cuenta que este banco de inversión hace apenas unas semanas había alertado a sus clientes sobre el riesgo de mantener activos en pesos en la Argentina.

Por Federico Kucher / P12

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