


GENOCIDIO: en 600 días, Israel mató o hirió a más de 50.000 chicos en Gaza
Actualidad - Nacional30/05/2025




Ya pasaron más de 600 días del inicio de la última ofensiva militar de Israel contra la bloqueada y ocupada Franja de Gaza y el saldo de víctimas entre los menores de edad es devastador. Según la agencia de la ONU para la niñez, Unicef, más de 50.000 chicos palestinos ya murieron o resultaron heridos por los bombardeos y ataques israelíes. Además, al representar más de la mitad de la población del devastado territorio, están entre los más afectados por lo que Naciones Unidas califica como "el castigo colectivo" que impone el gobierno de Benjamín Netanyahu y que tiene a unas 2 millones de personas al borde de la hambruna.


Pese a las crecientes críticas internacionales, Israel continúa bombardeando la Franja de Gaza sin cesar. Sólo durante el jueves, las autoridades locales denunciaron casi 70 palestinos muertos, aunque estas cifras diarias -que ascienden a un total de más de 54.000 asesinados- se creen que son muy conservadoras ya que las fuerzas israelíes ya controlan militarmente alrededor de la mitad del territorio y nadie puede ingresar en busca de sus seres queridos. Hace meses que fuentes del gobierno local alertan que hay más de 100.000 desaparecidos. Muchos de ellos se creen que están debajo de los escombros.
Médicos voluntarios de Europa y Estados Unidos que trabajaron durante semanas o meses en Gaza denunciaron una y otra vez en este último año y medio que la mayoría de las víctimas que trataron fueron niños y mujeres. Por ejemplo, el cirujano estadounidense Feroze Sidhwa negó esta semana haber atendido "combatientes". Por el contrario, explicó que sus pacientes fueron, mayormente, "niños de 6 años" y "mujeres embarazadas". Además, contó que los chicos que atendió lamentaban no haber podido "morir con su familia".
Sidhwa dio el duro testimonio el miércoles pasado en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Medio Oriente y, especialmente, la Franja de Gaza. Allí, dio detalles sobre sus dos misiones médicas a Khan Younis, ciudad ubicada en el sur de Gaza, en las que vio el colapso del sistema sanitario del lugar. "Durante 5 semanas en Gaza no vi ni traté a ningún combatiente. Mis pacientes eran niños de 6 años con metralla en el corazón y balas en el cerebro, mujeres embarazadas con la pelvis destrozada y el feto cortado en dos en el útero", expresó. "Los padres memorizan la ropa de sus hijos para identificar los restos", continuó para graficar la violencia de los ataques.
Las escuelas y los hospitales son dos blancos usuales de los bombardeos israelíes: la mayoría de los centros de salud están destruidos, alertaron los organismos internacionales que están en Gaza: hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Médicos Sin Fronteras (MSF) denunciaron que la zona norte de la Franja se había quedado sin hospitales operativos y había cerrado el último centro especializado en oncología y problemas cardíacos. Los hospitales que quedan en el territorio palestino, "la mayoría de los cuales funcionan parcialmente, están constantemente desbordados". "Los repetidos ataques a establecimientos de salud son un ejemplo más de las medidas adoptadas por las autoridades israelíes para hacer invivible la Franja de Gaza", denunció MSF.
La hambruna, cada vez más cerca
Organismos y médicos alertaron en los últimos días por las consecuencias que el bloqueo que el Ejército israelí hizo de la ayuda humanitaria que llegó a Gaza durante semanas. Si bien el martes comenzó la repartija de los alimentos, la autorización llegó solamente a una fundación -objetada por las Organización de las Naciones Unidas- y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Medio Oriente (UNRWA), alertó que la entrega de comida fue por "goteo".
"La ventana para evitar una hambruna se está cerrando rápido", expresó la UNRWA en una dura declaración que difundió el jueves, en la que denunció: "Aunque nos permiten llevar algunos suministros nutricionales y médicos, así como harina, las autoridades israelíes prohibieron la mayoría de los demás artículos, como combustible, gas de cocina, refugio y productos de higiene". Además, la agencia de la ONU para refugiados palestinos en Medio Oriente remarcó: "También impusieron la condición de que sólo podíamos entregar harina a las panaderías y no directamente a las familias. Esto obligaba a la gente a enfrentarse a grandes multitudes para recoger diariamente el pan en un número limitado de panaderías. Durante el fin de semana, las panaderías que antes recibían suministros humanitarios cerraron debido a la creciente inseguridad provocada por las grandes multitudes desesperadas. Es necesario distribuir alimentos de múltiples formas y en múltiples lugares de todas las provincias de Gaza. Esta es la única manera de restablecer el orden y evitar la hambruna masiva".
Pero la hambruna de hoy no parece tener una salida en el corto plazo, aunque hubiera un alto al fuego por parte del Ejército de Israel: más temprano esta semana, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que menos del 5% de la tierra en la Franja de Gaza es apta y accesible para el cultivo, lo que exacerba aún más el riesgo de hambruna en el enclave palestino.
Según datos de la organización, más del 80% de la superficie de cultivo en Gaza resultó dañada --12.537 hectáreas de un total de 15.053-- mientras que un 77,8% no es accesible para los agricultores, lo que deja 688 hectáreas disponibles para cultivar en el enclave, un 4,6% ciento del total. "Esto no es sólo una pérdida de infraestructura: es un colapso del sistema agroalimentario de Gaza y de sus recursos vitales", advirtió la directora general adjunta de la FAO, Beth Bechdol, quien agregó que la destrucción de las tierras, los invernaderos y los pozos paralizaron la producción de alimentos, indicó Reuters.
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