
Atentado contra CFK: las mentiras de la declaración de Milman ante la Justicia
Actualidad - Nacional31/05/2025




El diputado Gerardo Milman se presentó a declarar en Comodoro Py de forma espontánea en el marco de la causa en que se investiga el intento de homicidio de la expresidenta Cristina Kirchner. Lo hizo el miércoles en el fragmento del expediente que no fue elevado a juicio, donde se analiza la línea política e intelectual detrás del atentado. Como Milman está imputado, su testimonio tuvo características similares a una indagatoria. Es decir, podía mentir. Y lo hizo.


La declaración espontánea del diputado fue un acto de defensa: negó haber tenido relación con el atentado y dio una hipótesis para embarrar la investigación en torno a quiénes estuvieron detrás de los ejecutores, al sostener que el ataque pudo haber provenido de sectores internos al peronismo que entonces gobernaba el país. Su posición, que roza el ridículo, está en línea con lo que viene haciendo la jueza María Eugenia Capuchetti desde que reasumió la investigación; es decir, desde que decidió terminar con la delegación que había hecho de la pesquisa el fiscal Carlos Rívolo. Capuchetti empezó a hacer foco en la Policía Federal para determinar si tuvo algún tipo de involucramiento en toda la trama, lo que no tiene ningún asidero de acuerdo a la querella y los investigadores.
El testimonio de Milman fue similar al de una indagatoria aunque no fue tal porque no fue ordenada por la jueza del caso, que cita a un acusado al tener sospecha suficiente de que cometió un delito. Milman, imputado, se presentó por su voluntad y declaró a sabiendas de que podía faltar a la verdad.
Según surge de un contraste entre lo que dijo Milman y las pruebas que constan en el expediente, el diputado mintió, entre otras cuestiones en:
- Lo que refiere a sus celulares, elementos claves que podrían haber contenido información sensible para la causa. Presentó uno que adquirió post-atentado, algo que sabía y nunca aclaró; y cambió la versión con respecto a lo que pasó con su aparato anterior.
- Lo que hace al vínculo laboral que mantenía con Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz. Dijo que eran empleadas de la cámara, como si él no hubiera tenido relación personal con ellas. Gómez Mónaco había trabajado con él en el ministerio de Seguridad durante el macrismo. Y ninguna de las dos tenía antecedentes de haber trabajado en el Congreso.
- Lo que hace al borrado del celular de Bohdziewicz, tarea que realizó un especialista en la materia en oficinas de Patricia Bullrich. Milman había dicho que su entonces asesora había eliminado información porque tenía material privado de su intimidad con su novio y que él la había ayudado pero ahora cambió su versión.
- Todo lo referido a la detención Fernando Sabag Montiel, el joven que gatilló a centímetros de la cabeza de CFK y que ahora está siendo juzgado por su rol en el atentado. Milman narró que Sabag Montiel se escapó tras haber sido detenido por los manifestantes lo que es falso.
- Que el ataque se habría pergeñado en las entrañas del mismo peronismo y a que hubo una especie de zona liberada en los alrededores del domicilio de Cristina. Es decir, la tesis del “autoatentado” aggiornada.
Los celulares de Milman
Milman presentó un celular en la causa que había adquirido luego del atentado y nunca informó que había sido así. Se trató de un iPhone 14 PRO que en la web de Apple se anunció que salió a la venta el 7 de septiembre de 2022, seis días después del atentado contra CFK. La obligación de presentar su celular se terminó dando por insistencia de la querella y luego de que la Cámara Federal porteña revirtiera una decisión de Capuchetti que favorecía al diputado PRO para que no presentara nada.
“Le otorgué el teléfono a uno de mis abogados, que se constituyó en el juzgado y lo entregó. Mi teléfono no es un teléfono simple. Tengo relación con agencias internacionales de origen secreto, tenía fotos de familiares menores de edad, de cuestiones personales y cuestiones de Estado”, dijo, “por lo tanto, yo tenía como hábito, cada tanto, proceder a borrar las comunicaciones de ese teléfono, porque podía ser extraviado (…)”, afirmó en su declaración espontánea de este miércoles. Por eso dijo que “si se colocara el teléfono en la valija UFED, en el sistema Cellebrite israeli, no van a encontrar información”. Sostuvo que eso no es delito y que además “yo no tenía nada que ver con ninguna causa, así que no borre ninguna prueba. Aunque hubiera estado intacto el teléfono, no había ninguna prueba. Y la justicia, cuando yo hice esto, no requería mi teléfono”. También aseguró que “hubo especulación de la querella, sobre que el modelo que entregué, había salido a la venta con posterioridad al 01/09/2022. Eso es absolutamente cierto. Yo tuve mi primer teléfono en los años '90, los tango con antena retráctil. Si alguien me acusara hoy de un delito de los años '90, ¿creen que es posible que aporte el teléfono tango de esos años? Yo ya no tenía el teléfono que tenía en el momento del hecho”, agregó.
Si bien allí reconoce que es un aparato posterior al momento del atentado, no lo aclaró cuando lo presentó. Lo dice ahora que ya fue corroborado por la querella. También dijo que lo borró por lo que presentó un aparato que él perfectamente sabe que no tiene ningún valor para el expediente. El argumento de los años ’90 es insólito. Milman tenía perfectamente claro que estaba apuntado por diferentes circunstancias que llevaron a la querella a poner el foco en su accionar en la previa al atentado. Lejos de colaborar con la causa para mostrar su inocencia, pareció burlarse de la querella y la Justicia.
"Es interesante notar que el iPhone 14 Pro es un dispositivo que no puede ser analizado por la tecnología de análisis celulares disponible si no se conoce el patrón de seguridad", que Milman no entregó en su momento, habían alertado en septiembre de 2023 los abogados querellantes. "Su actitud supuestamente colaborativa es una burla a la justicia", sostuvieron entonces los abogados de CFK, Marcos Aldazabal y José Ubeira.
Pero las inconsistencias no surgen solo con el último aparato que entregó a la Justicia. También dijo que su celular anterior que pensó que había perdido ahora resulta que se lo robaron. “Yo creí como dije anteriormente, que, en las mudanzas, había extraviado ese teléfono anterior -yo no lo había vendido o regalado y estaba en una cómoda en un cajón-. No lo encontré y por eso pensé que lo había extraviado. Ya había comprado otro de una serie siguiente de la marca de la manzanita. Y con el tiempo, bastante cerca del día de hoy, pude atar cabos y me di cuenta que no extravié el teléfono. Que entraron a la locación en la cual yo vivía, y me sustrajeron el teléfono, la escritura de mi única propiedad, una escritura que en mi carácter de licenciado de seguridad -ante un notario- que yo tenía con una de las empresas para las cuales yo trabajaba, y varias cosas más”. Es por lo demás extraño que alguien se dé cuenta recién años después de que sufrió el robo de su teléfono. De más está decir que no presentó ninguna denuncia por ese suceso.
El vínculo con sus asesoras
Respecto a Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz dijo que eran “dos empleadas de la Cámara, no mías, adjudicadas a mi despacho”. Se trata de las dos asesoras con las que se reunió en el bar Casa Blanca el 30 de agosto de 2022 y un testigo le escuchó decirles “cuando la maten voy a estar camino a la costa”. Luego, borró su celular y el de ellas en oficinas de Patricia Bullrich. Ambas también faltaron a la verdad cuando declararon como testigos ante Capuchetti, quien en una primera declaración no les pidió sus celulares.
Milman las presenta como "empleadas de la Cámara, no mías, sino adjudicadas a mi despacho", como si no fuera personal de confianza suyo, cuando lo eran. De hecho, Gómez Mónaco fue directora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito (ESID) del Ministerio de Seguridad cuando este era funcionario durante el macrismo. Actualmente, sigue en el cargo de asesora con la categoría A3.
Bohdziewicz era planta temporaria, también A3, una categoría alta. Cada diputado tiene dos personas como secretarios privados que designa. En esa calidad, Milman nombró a Gómez Mónaco. Mientras que a Bohdziewicz le otorgó un “extra-cupo” para poder nombrarla. Ambas trabajaban para él y como se mencionó, Gómez Mónica continúa con el mismo rol, según se desprende de la información parlamentaria que cotejó este medio. Ninguna de las dos había trabajado en el Congreso antes de ser designadas por el diputado macrista.
El borrado del celular de Ivana Bohdziewicz en la oficina de Bullrich
Bohdziewicz, en una tercera declaración testimonial, bajo juramento de decir verdad, afirmó: “Milman le dijo (a otra asesora) que había hablado con Patricia y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares porque era probable que se filtrara nuestra información. No para borrar algo puntualmente. De ahí nos fuimos a Av. De Mayo 953, 3er. Piso, oficina Patricia Bullrich, si no me equivoco, llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito (…) le di mi teléfono y estuvo analizándolo y decidió borrar todo”. Cuando le preguntaron si en las oficinas de Bullrich manipularon otro celular contestó: “Sí, el de Milman, pero no se qué hicieron”.
En su declaración de este miércoles, Milman afirmó que Bohdziewicz “concurrió a este juzgado por 200.000 razones que desconozco, a decir que su teléfono había sido borrado por un perito en una oficina de la Avenida de Mayo, donde funcionaba una ONG, en la que yo era Director Ejecutivo”. “De ninguna manera puse un perito para borrarle el teléfono. Si lo borró fue motu proprio”, afirmó Milman.
Lo curioso de esta afirmación es que se contradice con lo dicho por el propio Milman en una entrevista hace un mes atrás cuando aseguró al medio MDZ que “ella tenía información personal, fotos íntimas que tenía con su novio, y como todo lo que teníamos salía en algunos medios de comunicación tenía ese temor” por lo que “le conseguí una persona que le ayudara”.
A esto se suma que en la causa está el relato de Bohdziewicz, quien declaró bajo juramento de decir verdad, lo que Milman no, y hay una factura de Jorge Teodoro, especialista acusado de borrar los celulares, por servicios tecnológicos en la fecha en que habrían sido borrados los aparatos, lo cual sería una prueba independiente de que los hechos efectivamente sucedieron como lo relató su exasesora.
La detención de Sabag Montiel
Respecto a la detención de Sabag Montiel, Milman dijo este miércoles: “Sabag Montiel se zafó de la aprehensión de La Cámpora y se escapó”. En otro pasaje, afirmó que se desprendió del arma y del celular y “se fue”. También que “fue detenido por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, no por la PFA. Lo llevó a una comisaría de la Ciudad y como corresponde, acta mediante, lo entregó a la PFA”.
Pero, la detención de Sabag Montiel no fue así. Sino que fue rápidamente detenido por militantes de La Cámpora. Fue demorado y siempre fue custodiado hasta que llegó la Policía, que lo llevó a un gazebo. En ningún momento se escapó. Tampoco descartó arma y celular. La pistola se le cayó en el forcejeo y quedó en el suelo, resguardada por un militante. A la par, otros militantes se llevaron a Sabag Montiel y lo retuvieron. El celular le fue secuestrado cuando estaba la custodia. Jamás Sabag Montiel se escabulló.
La tesis del “autoatentado” aggiornada
Sobre el final de su declaración, Milman apuntó al rol de la PFA, que estaba bajo la órbita del entonces ministro de Seguridad Aníbal Fernández, y dijo que “si hubiera uno o varios autores intelectuales” hay que “buscarlos en las entrañas mismas del poder de la época, no en este diputado”. También dio a entender que hubo una zona liberada porque hubo una orden para quitar a la Policía de la Ciudad de allí. Sobre esto último, lo que no dice Milman es que fue porque hubo muchos disturbios en los alrededores del departamento de CFK en la zona de La Recoleta y uniformados habían increpado y hasta golpeado a Máximo Kirchner cuando quiso ir a ver a su madre.
Respecto a lo de apuntar a la PFA, está en sintonía con la línea a la que quiere ir la jueza Capuchetti. La tesis del autoatentado, como dijo la fiscal del juicio Gabriela Baigún en una entrevista televisiva, implica faltarle el respeto a todos los actores judiciales que intervienen e intervinieron en este proceso. Ya hubo una elevación a juicio de quienes ejecutaron el atentado, debate que se está desarrollando. Y la hipótesis del autoatentado o de un ataque producto de una interna en el peronismo no fue contemplada porque no hay elementos que lleven a pensar en eso.
Por el contrario, Milman quedó en el centro de esta parte de la pesquisa, donde se investiga la línea política del atentado, por diversos motivos. Por un lado, participó de las marchas del violento grupo anti-K Revolución Federal bajo la consigna "Todos presos, muertos o exiliados" en una guillotina. También presentó, en la víspera del ataque contra CFK, un proyecto en el Congreso donde hacía mención a un falso atentado contra la expresidenta. Dos días antes del intento de magnifemicidio un testigo lo escuchó decir "cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa". El mismo día del ataque, Milman pedía precisiones sobre la custodia presidencial. A esto, se suma el borrado de los celulares de él y el de sus secretarias. A pesar de todo, la jueza Capuchetti demoró casi un año en secuestrarle el celular. Una vez que la Justicia lo tuvo en su poder se descubrió que había entregado un aparato que adquirió luego del atentado.
Ahora, Milman miente a la hora de rechazar los cargos en su contra.
Por Franco Mizrahi / El Destape







