Crece la doble ocupación con caída salarial, las grietas del modelo libertario

Actualidad - Nacional26/05/2025
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El análisis gremial de la travesía económica libertaria considera que el optimismo financiero de la Casa Rosada colisiona con las estadísticas de empleo y salarios. Esos números reflejan un deterioro constante. En ese plano, la evaluación de tales foros, con cifras oficiales, certifica que el empleo registrado tiene saldo negativo, crece la doble ocupación, no se recupera el poder adquisitivo de los salarios e incluso aumentan las diferencias entre sueldos según los distintos rubros de trabajo formal y la informalidad.
Entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, los asalariados registrados se redujeron en casi 182.000 casos. “Fueron 108.000 trabajadores del sector privado y casi 59.000 del público”, consignó el Centro de Información y Formación (Cifra) de la CTA de los Trabajadores.

El rubro industrial, que incluye a la construcción, representa el 80% de esa reducción, un fenómeno paralelo a la caída del poder adquisitivo de los sueldos. Esta merma, según expresaron a BAE Negocios, es notoria “más allá de alguna leve recuperación producto de la desaceleración inflacionaria”.
Las investigadoras e investigadores que desarrollaron el “Informe sobre situación del mercado de trabajo” —Mariana González, Cecilia Garriga y Nicolás Bonofiglio— ofrecen en su exposición otras conclusiones como señales de alerta, a saber:

El crecimiento de la doble ocupación, más el impacto negativo del rubro industrial y la construcción sobre otras áreas gravitan. Ambas actividades se destacan como “grandes expulsoras del empleo” para la etapa que comenzó en diciembre de 2023.
Y es notoria la persistente caída en los salarios registrados, acompañada por una brecha creciente respecto de los ingresos de quienes se desempeñan en la informalidad, son remarcadas por el Cifra. 

Contracción económica

Los analistas de la CTA también destacan que la recesión correspondiente al capítulo 2024 alcanzó un piso en el segundo trimestre de ese año, tras la fuerte devaluación de la moneda, con efectos inflacionarios y la abrupta caída de los ingresos reales. “Desde entonces tuvo lugar una paulatina recuperación de la economía hasta febrero. Pero en marzo hubo una nueva reducción del 1,8% en medio de tensiones cambiarias que solo se aplacaron tras un nuevo acuerdo con el FMI y la consiguiente entrada de divisas”, acotaron desde el Cifra.
Más allá de la satisfacción gubernamental por su ingeniería económica, ni la industria ni la construcción lograron recuperar los niveles previos a la fuerte caída de comienzos de 2024. La construcción se ubica casi un 25% por debajo de la actividad que tuvo en noviembre de 2023, una muestra evidente del freno aplicado a la obra pública nacional. El resto de las industrias continúa estancado desde la segunda mitad de 2024, con un nuevo retroceso en 2025.

Otro indicador relevante aparece del lado de la demanda: la recuperación no alcanza al consumo interno, como lo demuestra el nivel de ventas en supermercados, que se encuentra casi un 7% por debajo del registrado antes de la asunción de Milei como presidente.
Crece la doble ocupación

Entre los últimos trimestres de 2023 y 2024 se registraron cambios en la intensidad del empleo. Por un lado, creció la población subocupada —es decir, quienes trabajan menos de 35 horas semanales, más allá de su voluntad, y están disponibles para trabajar más—. La proporción de subocupados sobre el total de ocupados pasó del 11,3% al 12,3%.
“A su vez, decreció la proporción de personas sobreocupadas, es decir, aquellas que trabajan más de 45 horas semanales, que bajaron del 30,8% al 29,8% del total de ocupados”, subrayaron la CTA liderada por Hugo Yasky. “Ambos son movimientos que suelen observarse en etapas de crisis en el mercado laboral”, acotaron.

Por otro lado, comentaron que el porcentaje de personas que declaran tener más de un empleo u ocupación creció en el último año del 11,3% al 12,3%, profundizando la tendencia. Este aumento puede vincularse con la emergencia de nuevas formas de empleo, muchas de ellas vinculadas a plataformas digitales, que en algunos casos se toman como una segunda ocupación. De cara a la realidad, los investigadores relacionan este dato con las urgencias de los hogares por sumar ingresos. 

Sin poder de compra

El poder adquisitivo de los salarios registrados sufrió una caída al inicio de la gestión Milei, debido a la fuerte devaluación de la moneda y al crecimiento sostenido de los precios. Luego, desde el segundo trimestre de 2024, se observó una “recuperación parcial del poder de compra, a medida que la inflación se desaceleró”.

Ese fenómeno tocó techo en noviembre de 2024, cuando el aumento del desempleo comenzó a impactar en las paritarias. En ese contexto, el Gobierno limitó los aumentos salariales negociados, utilizando su política de contención de ingresos como herramienta contra la inflación.

Pese a esa táctica, se produjo un nuevo brote inflacionario que acentuó la caída del salario real. “En ese mes, el salario real registrado quedó un 6% por debajo del nivel de noviembre de 2023”. En lo que se podría denominar “errores no forzados”, el Gobierno apuntó al IPC por su falta de actualización y de capacidad para reflejar los nuevos precios relativos. Así surgió un “IPC reponderado”, que muestra que la pérdida de poder adquisitivo, entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, alcanza casi el 10%.

grxfico_informe_cifra_poder_adquisitivo_mayo_2025.jpg_674070907 Datos duros sobre sueldos

Érase el país de las grietas

La brecha entre salarios registrados y no registrados se ha mantenido en los últimos años. El salario no registrado promedio representa entre el 42% y el 45% del salario registrado.

Para perjuicio de los trabajadores del amplio sector informal, desde 2017 hubo dos momentos en los que se amplió esta desventaja respecto del empleo “en blanco”. Uno se dio entre 2019 y 2020, en medio de la crisis económica y la pandemia. El segundo ocurrió en la primera mitad de 2024.
“Ambos períodos se caracterizan por una fuerte caída del poder adquisitivo, que afectó en mayor medida a los no registrados”, indicó el Cifra. La recuperación de los salarios reales en el segundo semestre de 2024 fue mayor para los no registrados, y la brecha se redujo ligeramente, pero la diferencia continúa siendo notoria, en perjuicio de quienes se desempeñan en la informalidad. Más que un síntoma, es una postal de época.

BaeNegocios

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