Alineados con la reforma de Milei: la UIA y el Gobierno nacional van por los salarios bajo la excusa del “costo argentino”

Actualidad - Nacional23/05/2025
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La administración Milei oficializó a través de un DNU una reforma laboral de facto con la flexibilización absoluta de las condiciones de trabajo y la prohibición del derecho a huelga, que en la Argentina se encuentra avalado por la Constitución Nacional. Su estrategia fue la misma que la implementada con el DNU 70/23, que en su capítulo laboral había contado con la inestimable ayuda del abogado Daniel Funes de Rioja, ex titular de la Unión Industrial Argentina y uno de los dueños del estudio Bruchou – Funes de Rioja.

Bajo un nuevo plexo normativo, La Libertad Avanza aglomeró toda una serie de actividades y decisiones que van en línea con uno de los principales reclamos de las cúpulas empresariales del país: el disciplinamiento hacia los trabajadores y trabajadoras.

La cúpula de la UIA, ahora bajo la conducción del abogado Martín Rappallini, se encuentra alineada con las políticas macroeconómicas llevadas adelante por las autoridades nacionales, por más que los sectores industriales hayan sido de los más afectados durante el primer año de gestión.

“Fue un año de ajuste donde la economía cayó alrededor de cinco puntos pero teníamos un proceso inflacionario que nos ubica en un alza del 200%. Ahora viene el momento de la microeconomía. Tenemos que ponerles foco a los problemas micro, como el costo argentino”, sostuvo Rappallini en diálogo exclusivo con El Destape.

La UIA muestra una consustanciación directa con la reforma laboral del Gobierno nacional, con baja de salarios incluida.

Con los salarios en la mira

En marzo, el índice de producción manufacturero que mide el Indec registró una caída del 4,5%. El sector todavía exhibe una muy baja utilización de su capacidad instalada, y no se aprecian desde el Gobierno medidas económicas que apunten a recomponer el mercado interno. En esta línea, la Unión Industrial Argentina (UIA) se encuentra enfocada en resolver “el costo argentino” como vehículo para recomponer sus tasas de rentabilidad.

Luego del lanzamiento del evento “Somos Industria”, El Destape dialogó en exclusiva con el titular de la UIA, Martín Rappallini.

- ¿Qué le están planteando en este momento a las autoridades del Gobierno nacional?

- La semana que viene vamos a tener varias reuniones donde vamos a llevar toda nuestra agenda, con un detalle de las problemáticas de cada uno de los sectores que forman parte de la UIA y los diferentes territorios. Creemos que hay que sacarle peso a la industria para que sea competitiva.

-  Te escuché decir “se fue la inflación y aparecieron 20 años de problemas estructurales”. ¿De qué hablabas?

- Los cinco vectores que hacen a la política industrial son el problema impositivo, es decir, la alta presión fiscal donde muchos países, como en Chile, ya avanzaron en una reforma estructural. También tememos el problema laboral, que no es solamente una cuestión de despidos sino toda una estructura de costos y administración. Tenemos que modernizar el sistema laboral, como ya fue encarado por Brasil. Luego, hay que avanzar sobre el sistema financiero. Los procesos de alta inflación hacen que las tasas de interés sean altas y, por ende, se nos restringe el acceso al crédito. Luego están los problemas de infraestructura, muy cara en la Argentina y la formación técnica. Te diría que los países que resolvieron cuatro de estos vectores actualmente se encuentran avocados a la cuestión científico técnica. Nosotros tenemos que resolver problemas en cada uno de los cinco vectores. Ahora, desgraciadamente, cuando baja la inflación, aparecen todas estas distorsiones que hacen al costo argentino.

- Pensando en esta idea que instalan del costo argentino, ¿les parece correcto que el Gobierno haya comenzado con una reorganización sindical donde incluso se prohíbe el derecho a huelga?

- Te repito, estamos estudiando con nuestros equipos las últimas medidas del Gobierno nacional. En el día de mañana vamos a estar analizándolas. Tenemos un costo argentino que es un 30% más caro que en Brasil o países cercanos. Entonces, sí, creemos que hay que modernizar el sistema. Las pymes perdieron la facultad básica que es organizar sus empresas.

- ¿Qué sería que no pueden organizar sus propias empresas?

- Muchas veces no podés tomar decisiones como ordenar los turnos, poner y sacar gente. El sindicato no te permite reorganizar tu empresa porque establece condiciones que no las podés cambiar.

- Cómo industriales, ¿no se sintieron atacados por las políticas de Milei?

- El problema fue que este año hubo un reordenamiento macroeconómico, de baja inflación y acomodamiento de las cuentas públicas. Un año de ajuste donde la economía cayó alrededor de cinco puntos pero teníamos un proceso inflacionario del 200%. Ahora viene el momento de la microeconomía, tenemos que ponerles foco a los problemas micro, como el costo argentino.

- ¿No te parece que en el país también hay un problema de bajos salarios? Este tema aparece muy poco dentro de las preocupaciones de los empresarios.

En dólares, los salarios de la industria están un 50% más arriba que en toda la región. Nuestro sector tiene un salario muy por encima de la media. El tema es que nosotros competimos con el mundo y el drama que tenemos es que muchas veces, el costo argentino no es solamente lo que recibe el trabajador sino los altos impuestos o la baja productividad. Eso es lo que llamamos el costo, es decir, lo que te cuesta una tonelada de lo que producís. No es solamente bajar los sueldos, sino insistir con la baja de impuestos y mejorar la productividad.

Por Sebastián Premici / El Destape

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