Sin cepo ni crawling, el dólar dio un salto menor al esperado y del 9,6%





El dólar dio un salto del 9,6% en un solo día, lo que le implicó quedar en el séptimo puesto de los mayores incrementos para la cotización de la divisa en una sola jornada. Finalmente, la emergencia externa obligó al Gobierno a acelerar la salida del cepo y del crawling peg. El lunes fue el primer día sin restricciones cambiarias para el ahorro de los hogares y sin el sendero marcado del 1% para la depreciación. Se trató de una jornada calma, sin pánicos, aunque el partido sigue. El precio quedó en $1.182,42 para el mayorista, lo que implicó una devaluación del 4,6% para exportadores y del 9,6% para importadores. Se espera un impacto inflacionario y de su magnitud dependerá que no se pierda la competitividad ganada.
Con el dólar lejos de las bandas, el BCRA no intervino en el mercado de cambios, más allá de la polémica acerca de si se reservó, o no, el derecho de intervenir antes de que llegue a los $1.400, si llega a observarse una suba disruptiva. No vendió dólares en la primera jornada, aunque las reservas cayeron USD421 millones por las ventas del viernes pasado y cerraron en USD24.305 M en la previa al desembolso del FMI. Vale recordar que el BCRA tiene que lograr comprar USD4.900 M para cumplirle la meta cambiaria al Fondo y destrabar el segundo desembolso, de USD2.000 M, a fines de junio. Deberá comprar sin esperar que la cotización llegue al piso para lograrlo.
El dólar mayorista en $1.182,42 (Para los ahorristas, el minorista cerró en $1.233,36) no es un necesariamente un nuevo lugar estable para el tipo de cambio. De hecho, vale esperar que para que se reanime el carry trade con el nivel de seguridad que traía hasta hace unas semanas será necesario que llegue al techo de los $1.400, en donde empieza a garantizar una devaluación de apenas el 1% mensual. Con todo, significó, por ahora, una muy leve mejora del 4,6% para los exportadores, ya que el dólar blend estaba en $1.130 la semana pasada. Habrá que ver si empiezan a sumar oferta en el mercado oficial o si prima la expectativa de que la divisa se acerque a la banda superior. El presidente Javier Milei les advirtió este lunes: “Avísenle al campo que si tiene que liquidar, liquide ahora porque en junio le vuelven las retenciones, claro”.
Para las importaciones el encarecimiento fue algo mayor y del 9,6%. La mejora en la competitividad, por ahora leve, es clave para lo que precisa el Gobierno: dejar atrás el rojo de cuenta corriente externa, que lleva 9 meses consecutivos de vigencia y que hasta ahora no le permitió celebrar haber logrado superávits gemelos. Para el turismo, una explicación clave de ese déficit cambiario de 9 meses no está del todo claro que haya habido mejoras de competitividad, ya que, aunque sigue firme la percepción del 30% para el dólar turista, si los viajeros llevan sus propios dólares en la mano consiguen hoy en el oficial un precio mejor que el de la semana pasada en el financiero.
El beneficio de una devaluación es una mayor competitividad, lo cual es clave para una economía con pérdida de reservas genuinas permanente por el rojo de cuenta corriente. El costo será una mayor inflación, con potencial impacto en la actividad. Además, de la magnitud de esa inflación depende cuánto se erosionará la mejora en competitividad. El economista e investigador del Conicet Juan Martín Graña afirmó: “Si los aumentos inmediatos llegan al orden del 5/10% el atraso no se modificó radicalmente. Los resultados externos seguirán la misma dinámica que hasta hoy, quizá con algún alivio por la contracción inducida por la devaluación y alguna pérdida por precios internacionales”. Desde PxQ destacaron que, en promedio, en los primeros 6 meses suele trasladarse el 80% de la devaluación.
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