Juegos Olímpicos de París: la ciudad se prepara para una invasión de deportistas, prensa y turismo
A diferencia de la mayoría de los lugares que ven partir a Taylor Swift a otra ciudad en su gira Eras, París no está preocupada: espera 15 millones de visitantes en 67 días para los Juegos Olímpicos de verano de 2024. Mientras comienza la cuenta regresiva, acá tenés una guía para encontrar entradas de última hora, propinas y códigos QR para desplazarte, además de cómo la ciudad fue afrontando su reputación de no ser la más amable con el cliente.
Mientras The Guardian informa de que los superricos se gastan 500.000 dólares en paquetes que incluyen alojamiento y entradas para los eventos más codiciados, hay formas más baratas de conseguir entradas para algunos eventos durante las Olimpiadas.
La página web y la aplicación para revender entradas olímpicas ya están en funcionamiento, lo que permite a los poseedores de entradas revenderlas legítimamente para acceder a las sedes y, según las instrucciones del COI, es la única forma oficial de revender y comprar entradas en este momento, antes de que comiencen los Juegos. Los códigos QR para entrar en las sedes no están activados actualmente para que no puedan ser falsificados, pero este sitio permitirá a los poseedores de entradas transferir los códigos QR a su debido tiempo.
Durante los Juegos Olímpicos, algunas zonas de París requerirán un código QR para entrar, y esta plataforma también está ya activa en inglés. Se llama Pass Jeux y será necesario sobre todo para las personas que viven y trabajan en las zonas donde se celebran los Juegos, para que puedan pasar libremente, y también para los trabajadores, como taxistas y repartidores. También hay un mapa que muestra dónde se puede y dónde no se puede manejar durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
La implementación de la las tecnologías que hacen posibles los juegos corre por cuenta de Atos que montó en una superficie de 610 m², el Centro de Operaciones Tecnológcias (TOC) que supervisa las 63 sedes olímpicas y paralímpicas. Como socio global de TI, del Comité Olímpico Internacional (COI) Atos estará coordinando a más de 2.000 expertos que operan un servicio 24/7 durante toda la competición.
Atos también prestará apoyo a los 60 gestores de resultados de las sedes del TOC. Ellos son los responsables de recopilar y publicar correctamente los datos de rendimiento y las estadísticas en el Sistema de Difusión Olímpica (ODS). “Atos anunciará estos datos en un plazo de 0,35 segundos, antes de su difusión en los sitios web de la competición y otros medios de comunicación, disponibles para su visualización desde todos los dispositivos, incluidos computadoras de escritorio, smartphones y tablets”, revela Carlos Abril, CEO de la región Austral Andina en Atos. A modo de ejemplo, el Sistema de Información para Comentaristas (CIS) proporcionará datos a los periodistas deportivos, ya sea en directo desde París o desde su país de origen.
París es una ciudad cara: ¿necesitan los turistas dejar propina?
En el Índice Mundial del Costo de la Vida 2023, París ocupa el séptimo lugar, por detrás de Los Ángeles y por delante de Tel Aviv y Copenhague. A diferencia de otras ciudades del mundo, no se espera que se deje propina en los restaurantes y bares, ya que la ley incluye un cargo por servicio del 15%, aunque la gente suele dejar una pequeña propina de un par de euros si el servicio fue realmente bueno, como un extra adicional.
A diferencia de la mayoría de los lugares que ven partir a Taylor Swift a otra ciudad en su gira Eras, París no está preocupada: espera 15 millones de visitantes en 67 días para los Juegos Olímpicos de verano de 2024.
Para ayudar a reducir el costo de tu viaje, si estás en París a principios de cualquier mes, podés buscar uno de los muchos museos que permiten la entrada gratuita el primer domingo de cada mes. Al igual que en Londres, también hay muchos lugares encantadores que ofrecen vistas sin pagar por ellas, como el parque de Belleville, con vistas a la Torre Eiffel, y algunos bares y restaurantes encantadores fuera de las rutas turísticas más frecuentadas, como el Bar Combat y el bistro L'Entracte.
Otra gran opción para desplazarse son las bicicletas de alquiler Vélib, que sólo cuestan 3 euros por 45 minutos y se pueden encontrar en muchas esquinas. Además, es mejor comprar los boletos de metro al por mayor, en talonarios de diez boletos sencillos.
En 2023, la Cámara de Comercio de París revivió una antigua campaña llamada “¿Hablás en turista?” para recordar a los trabajadores del sector de la hotelería las sutilezas entre las diferentes culturas y cómo éstas pueden dar lugar a malentendidos; los ejemplos incluyen repetir lo que dicen los turistas, reformularlo y preguntarles si se entendió.
La campaña “¿Hablás en turista?” se lanzó en 2013 con una campaña publicitaria en la que se pedía a los parisinos que fueran más amables con los turistas, informó entonces Bloomberg.
Muchos comercios de París (alrededor de 1.600) firmaron una carta de hospitalidad para seguir unos principios específicos de medidas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y mejorar la experiencia de los visitantes; se colocarán stickers en los escaparates para mostrar a los turistas que se puede confiar en estos comercios.
Tanto Francia como su capital tienen fama de no ser del todo agradables con los turistas, pero como informa The Washington Post, París estuvo trabajando duro para dar la bienvenida a los visitantes de la forma más educada posible.
Aunque los precios estaban por las nubes cuando se anunciaron los Juegos Olímpicos de París, bajaron considerablemente para el visitante que busca un alojamiento de precio medio, aunque las habitaciones siguen siendo el doble de lo que serían en cualquier otro verano.
Para quien busque alojarse en un lugar muy especial, Airbnb introdujo esta semana su colección Icons, que permite a los turistas reservar estadías en algunos lugares muy solicitados, entre ellos, para los Juegos Olímpicos de París, una noche en el Museo D'Orsay en una cama de su sala del reloj: los huéspedes podrán ver la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos desde su terraza, así como hacer uso del acceso privado a la colección de arte impresionista.
*Con información de Forbes US