Los problemas del crecimiento: Shein y la DSA

Actualidad 28 de abril de 2024
Shein-Depositphotos

La plataforma china de moda Shein acaba de publicar datos sobre sus actividades en la Unión Europea, y uno de los datos, como no podía ser de otra manera, ha llamado la atención de los reguladores: ha sido visitada cada mes por una media de 108 millones de europeos.

Esa cifra supera en más del doble el límite establecido en la designación de los denominados «gatekeepers« por la Digital Services Act (DSA), lo que hace que la compañía china, considerada ya una Very Large Online Platform (VLOP), ingrese automáticamente en esa lista y, por tanto, pase a estar sometida a controles mucho más estrictos sobre su actividad.

Algo que, por otro lado, y dados los excesos de Shein en todos los ámbitos, parece más que adecuado. Shein es la compañía de moda que más crece en el mundo, pero lo hace a fuerza de cometer todo tipo de irregularidades y con el más absoluto desprecio a cualquier consideración ética: desde el robo y falsificación de diseños como rutina sistemática o la explotación de sus trabajadores en fábricas en las que se encuentran en condiciones prácticamente de esclavitud, hasta el incumplimiento sistemático de la legislación de sanidad con la incorporación de sustancias químicas ilegales en sus prendas, microplásticos y todo tipo de compuestos que la mayor parte de las compañías de fast-fashion dejaron de utilizar hace tiempo.

El crecimiento de Shein pone a la sociedad europea en el contexto de su dura realidad: demasiados ciudadanos prefieren ignorar todo lo relacionado con la responsabilidad social corporativa si el hacerlo les permite acceder a bienes a precios bajos. ¿A quién le importan los trabajadores chinos, la salud del planeta o los diseñadores de moda si hay una página a la que puedo ir a adquirir ropa «que da el pego» por menos y nada?

Ahora, Shein se encontrará con inspecciones más frecuentes y más duras sobre su actividad, tendrá que responder a muchas cuestiones que hasta el momento simplemente se basaban en supuestos, y pasará a moverse en un entorno de exigencias similares a las de sus competidores. Veremos las consecuencias. Pero por el momento, lo que prueba la designación de Shein como gatekeeper es lo razonable de una legislación que se adapta a los cambios del entorno y que puede permitir poner coto a determinadas prácticas nocivas cuando estas son explotadas para obtener ventajas competitivas y crecimientos fuera de lo normal.

El problema no está en crecer: el problema está en cómo y a costa de qué creces.

Nota: www.enriquedans.com

Te puede interesar

Ultimas noticias

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email

                  02_AFARTE_Banner-300x250

--

                

Te puede interesar