Los militares estadounidenses podrían estar respaldando el duro plan israelí de ocupación de Gaza

Actualidad - Internacional 09 de enero de 2024
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El gobierno de Estados Unidos apoya a Israel en su guerra contra Hamás en Gaza en represalia por el costoso y cruel ataque de Hamás del 7 de octubre. Miles de civiles gazatíes, en su mayoría niños y mujeres, han muerto por las bombas y los disparos y muchos más morirán pronto por falta de atención médica, alimentos, agua y propagación de enfermedades infecciosas. Las instalaciones sanitarias y de servicios sociales, así como las viviendas, están reducidas a escombros.

Las perspectivas para los habitantes de Gaza que sobrevivan a la guerra son sombrías, o incluso peores. Las familias de muchos ya no están, y las agencias de ayuda internacional han desaparecido en su mayoría. En el horizonte se vislumbra una grave escasez de artículos de primera necesidad. La reparación de los daños físicos no se producirá pronto.

Con el desastre humanitario a la vista, Human Rights Watch señala que "Al seguir proporcionando a Israel armas y cobertura diplomática mientras comete atrocidades... Estados Unidos se arriesga a ser cómplice de crímenes de guerra". Es muy probable que las acusaciones de responsabilidad compartida en el horror atormenten a Estados Unidos mientras los civiles de Gaza sigan muriendo en grandes cantidades o sean trasladados a campos en otros lugares y, mientras tanto, los ocupantes israelíes utilicen armas estadounidenses para cometer las matanzas.

Un análisis militar israelí publicado recientemente plantea la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos se exponga a una condena muy seria si proporciona apoyo material a la ocupación israelí de Gaza.

El Dr. Omer Dostri, autor del estudio, está asociado al Jerusalem Institute for Strategy and Security y al Israel Defense and Security Forum. Ambos están orientados al estamento militar de Israel. Su estudio apareció el 7 de noviembre en la Military Review, la autodenominada "revista profesional del Ejército de Estados Unidos".

Como informó el periodista Dan Cohen, Dostri declaró en las redes sociales que "fui el autor [del estudio] en nombre del Departamento de Defensa de Estados Unidos y de la revista Military Review del Ejército de Estados Unidos". El hecho de que los editores de la Military Review invitaran a Dostri a presentar su estudio sugiere que ya conocían, y al menos toleraban, el férreo enfoque de Dostri hacia Gaza.

Es de suponer que tanto el autor como los editores esperaban que sus respectivos superiores militares aceptaran algunas o la mayoría de las opiniones expresadas en el artículo. Es muy probable que las dos cúpulas militares estén de acuerdo en general con respecto a Gaza. La publicación de este análisis israelí es una gota que colma el vaso en cuanto a la futura colaboración militar entre Estados Unidos e Israel en Gaza y, en ese sentido, apunta a crímenes de guerra estadounidenses en ciernes.

El título del artículo de Dostri dice en parte: "El fin de la estrategia de disuasión en Gaza". Señala el fracaso de la inteligencia militar israelí, la falta de preparación para el combate de Israel y el "excepcional enfoque militar y profesional" de Hamás. Refiriéndose al "desprecio de Israel por la dimensión religiosa fundamentalista de Hamás como organización terrorista islámica extrema", diagnostica una "percepción política" errónea.

Dostri repasa las opciones para el control de Gaza tras la derrota de Hamás. Éstas son: una administración local gazatí, que la Autoridad Palestina se haga cargo, un mandato ejercido por otro gobierno o un organismo internacional, u ocupación y gobierno por parte del ejército de Israel. Se inclina por esta última, "desde el punto de vista de la seguridad".

La razón principal para establecer asentamientos israelíes en Gaza, afirma, es que "apoderarse y asegurar la tierra constituye un golpe más sustancial para los grupos terroristas islamistas radicales que la eliminación de los operativos terroristas y los líderes de alto rango."

Resumiendo, Dostri indica que, "[Una] robusta campaña terrestre en la Franja de Gaza, que abarque la ocupación de territorios, la creación de nuevos asentamientos israelíes y la reubicación voluntaria de cientos de miles de palestinos en Egipto sin opción de retorno fortificará enormemente la disuasión israelí y proyectará influencia en todo Oriente Medio."

Dostri examina la conducta de Israel en la actual guerra de Gaza. Pide una estrategia militar dirigida a asegurar "una rápida rendición del enemigo" que permita "maniobrabilidad política para tomar decisiones". El objetivo "es derrotar a Hamás y asumir el control de la Franja de Gaza en beneficio de las generaciones futuras".

Israel corre "el riesgo de una guerra en varios frentes". Los planificadores están "en proceso de alterar ... la política y la estrategia militar, no sólo en lo que respecta a Gaza, sino también en otros frentes." La experiencia de Gaza es instructiva: "Los sucesivos gobiernos israelíes ... consideraban a Hamás en la Franja de Gaza como una entidad gobernante legítima que podía ser gestionada y comprometida por medios diplomáticos y económicos. Ya no".

Ahora "Israel debe pasar de una estrategia de disuasión ... [a una] estrategia de firmeza y victoria". En concreto, "Israel no tendrá más remedio que invadir Líbano y derrotar a Hezbolá". Además, "Israel no puede permitirse que los Houthis [en Yemen] refuercen significativamente su fuerza militar con el tiempo."

Los líderes políticos estadounidenses, en su mayoría, aún no se han pronunciado sobre el destino de los civiles de Gaza en la posguerra. La visión de Dostri sobre el futuro de Gaza, aparentemente aceptable, más o menos, para los militares de ambos países, no deja espacio para las sutilezas de los civiles que sufren abusos y mueren como parte de la ocupación que se avecina.

El 1 de diciembre, el Congreso de Estados Unidos estaba estudiando una propuesta para ayudar a las fuerzas israelíes a limpiar Gaza de gazatíes: Egipto, Turquía, Yemen e Irak recibirían ayuda monetaria estadounidense por acoger a los gazatíes que huyeran de los ataques israelíes. Al día siguiente, sin embargo, la vicepresidenta Kamala Harris indicó que "bajo ninguna circunstancia Estados Unidos permitirá la reubicación forzosa de palestinos de Gaza o Cisjordania".

Para los responsables políticos estadounidenses se trata de realidades contrapuestas: el sufrimiento de los civiles de Gaza, las obligaciones con Israel, aliado de Estados Unidos, la perspectiva de una guerra en toda la región y el control del petróleo, ya sea israelí o palestino.

En un artículo publicado en counterpunch.org, Charlotte Dennett cita "el petróleo y el gas natural, descubiertos frente a las costas de Gaza, Israel y Líbano en 2000 y 2010 y cuyo valor se estima en 500.000 millones de dólares". Los palestinos afirmaron en 2000 que los "yacimientos de gas .... les pertenecían". Yasser Arafat, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, "se enteró de que podían proporcionar 1.000 millones de dólares en ingresos muy necesarios. Para él, esto [era] un Regalo de Dios para nuestro pueblo y una base sólida para un Estado palestino."

Dennett añade que "en diciembre de 2010, los buscadores descubrieron un yacimiento de gas mucho mayor frente a la costa israelí, apodado Leviatán". Además, "ya han comenzado las obras del llamado Canal Ben Gurion, desde la punta del norte de Gaza hacia el sur hasta el Golfo de Aqaba, que conectará Israel con el Mar Rojo y supondrá un competidor para el Canal de Suez egipcio". El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiere "convencer a los prestamistas internacionales para que apoyen su plan, largamente acariciado, de convertir Israel en un corredor energético" 

Por W.T. Whitney Jr. / Pediatra jubilado y periodista político residente en Maine. / Sin Permiso

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