Vuelve la detective más famosa de la historia: la industria editorial “resucita” a Agatha Christie
Una mujer soltera de edad indefinida aunque avanzada vive en un pueblo pequeño e idílico al sur de Inglaterra. Está vestida de tweed o de encaje, según la ocasión, y con sus vecinas suele mantener un trato formal aunque amable, mientras habla de jardinería y avanza con un tejido que sostiene entre dos agujas.
Así se comporta la agudísima Miss Jane Marple, el personaje que Agatha Christie basó en su propia abuela e inició con “El club de los martes por la noche”, un relato incluido en Miss Marple y trece problemas, de 1927, reapareció al comienzo de la década siguiente con Muerte en la vicaría y continuó a lo largo de once novelas y varios libros de cuentos, que terminaron con Un crimen dormido, escrito en 1940, pero publicado de forma póstuma en 1976.
A través de esta famosa saga y de sus adaptaciones para cine y televisión, la tranquila y anticuada Miss Marple se transformó en la más famosa detective aficionada de todos los tiempos. La autora había notado que a las mujeres, en especial las ancianas que no se habían casado, se las desdeñaba e infravaloraba. Christie elige presentarlas, en cambio, como verdaderos pilares de su comunidad: dirigiendo el coro de la iglesia, organizando eventos en instituciones locales, realizando tareas de cuidado para familiares o vecinos y preservando la flora nativa, pero fundamentalmente, a ellas ningún detalle se les escapa.
Así surgió Miss Marple. Por debajo de su cofia recatada y sus moños de encaje, su mente siempre alerta y sagaz le permitió solucionar misterios que exceden a experimentados detectives de Scotland Yard, considerando siempre que “el mal… puede hallarse con la misma facilidad en el rinconcito más pintoresco de Inglaterra que en los barrios más peligrosos de sus ciudades; la naturaleza humana es siempre la misma, con independencia del sitio”, según la introducción de Miss Marple. Doce casos nuevos, un libro-homenaje publicado por Espasa que celebra a la anciana a 46 años de la aparición del último título que la tiene de protagonista.
Con un diseño de tapa que incluye el nombre de “Agatha Christie” en una tipografía que supera ampliamente las dimensiones del título o de los nombres de las doce escritoras contemporáneas que participan de la antología, marca la primera vez que alguien distinto de la autora original escribe oficialmente historias protagonizadas por Marple. Sin duda, la estrategia apunta a difundir ante todo el nombre de la autora más vendida de todos los tiempos, pero puede generar confusión.
Una inspección más cercana permitirá aclarar que se trata de una antología que reúne a doce escritoras en que cada una creó un nuevo misterio para la famosa detective-tejedora. Participa la ganadora del Bailey’s Women’s Prize 2017 por su libro El poder, Naomi Alderman; la escritora de fantasía israelí-estadounidense Leigh Bardugo, autora de Sombra y hueso, adaptada para la plataforma Netflix; la aclamada novelista romántica y de thrillers Alyssa Cole, conocida por When no One Is Watching, entre otros títulos; Lucy Foley, que suele encabezar las listas de ventas del diario The New York Times con Un apartamento en París; las escritoras de thrillers británicas Elly Griffiths y Ruth Ware; además de la especialista en cultura clásica Natalie Haynes; la autora de best sellers internacionales, Jean Kwok; las multipremiadas autoras policiales Val McDermid y Dreda Say Mitchell; la novelista histórica, ensayista y dramaturga Kate Mosse y otra autora de superventas, responsable de la saga Alguien está mintiendo, convertida también en serie original de Netflix, Karen M. McManus.
Los criterios para participar establecían, primero, que las historias debían situarse en el período de tiempo que abarca la ficción de Miss Marple de Agatha Christie. Segundo, que se podían tomar personajes y situaciones de cualquiera de las novelas y cuentos de la saga. Tercero, quedaban excluidos los personajes o eventos de los demás libros de Christie y tampoco estaba permitido crear un antecedente que no haya sido mencionado originalmente en las historias de Marple.
Estas condiciones establecieron un contexto coherente para los nuevos casos del personaje, recreado a través de voces y puntos de vista que van variando con cada relato mientras la personalidad, la vivienda, los familiares, los hábitos y la mirada de Miss Marple se mantienen constantes. A lo largo del volumen, un capítulo la lleva de viaje a Manhattan, donde su sobrino escritor Raymond West estrena una obra de teatro; otro sucede durante una celebración de Navidad; otro, en un crucero en el lejano Oriente y muchos en St. Mary Mead, la localidad donde la ubicó originalmente Christie.
Los nuevos casos presentan múltiples variantes, tales como la simulación de un robo para cobrar un seguro o la víctima que es al mismo tiempo homicida; también aparece el asesino que aprovecha su parecido con otra persona o el supuestamente fallecido que ha retornado y nadie reconoce. La ingeniosa Miss Marple logrará dilucidar estos misterios gracias a su enorme detallismo y racionalidad.
El relato de Foley, por ejemplo, “El mal en los sitios más pequeños”, sitúa a la detective visitando a una vieja amiga de la escuela en un pueblo de Inglaterra que celebra su propia versión de Halloween. La autora se inspiró, en parte, en el tiempo que pasó encerrada con sus padres durante los aislamientos por coronavirus en una pequeña localidad. “Hay muchas cortinas que se mueven... Me encanta ese tipo de dinámica de pueblo [donde] si eres un recién llegado, sobresalís como un pulgar dolorido” –comentó–.
La historia de Mosse, “El misterio del suelo ácido”, se desarrolla poco después de la Segunda Guerra Mundial y el misterio se resuelve a través de los conocimientos de jardinería del personaje. “Creo que lo bueno de Miss Marple es que todo lo que entiende proviene de la persona que es –ha dicho la autora–. Es que ella ha observado la naturaleza humana durante mucho tiempo, y las cosas que sabe son las que le dan las pistas para decir lo que está sucediendo”. Sabemos desde el inicio que el personaje no es optimista, pues ha aprendido a esperar lo peor de todo y de todos.
En “Una boda letal”, Miss Marple se asocia con su antigua amiga Miss Bella, oriunda de la isla de San Honorato y detective aficionada de su propia comunidad, además de exmiembro de la Fuerza Aérea Auxiliar Femenina. Se conocieron años antes en un refugio antiaéreo y en este capítulo se reúnen para asistir a la boda de la querida sobrina de Bella y resuelven juntas un misterio. Mitchell, la autora, ha declarado que le fascina el papel de las mujeres caribeñas durante la Segunda Guerra Mundial y decidió aprovechar con esta historia la oportunidad de crear un personaje de estas características.
Miss Marple es un “ícono feminista en cierto modo –opina Foley–. La tratan con condescendencia, la pasan por alto, la desprecian, pero se burla de todo el mundo”. Mitchell destaca que es “genial” y que “la rompe entre las mujeres solteras y posmenopáusicas”, mientras que Mosse la calificó como “una de las grandes heroínas anónimas de la literatura”, pero sobre todo como “personaje extraordinariamente subversivo”, por ser una “anciana que se ganó su propio espacio” sin dedicarse a historias de amor o de “con quién se casa quién”. Y señaló que “la invisibilidad de las mujeres mayores sigue siendo un problema” en la actualidad.
Justamente, el homenaje llega en un momento en que las sociedades tienden a revisar y discutir el rol de las mujeres. También se empieza a hablar abiertamente de la menopausia y de las adultas mayores aunque las imágenes que representan la feminidad siguen siendo, en su abrumadora mayoría, de jóvenes y esculturales modelos.
En este sentido, y más allá de los condicionamientos impuestos por la convocatoria, las autoras tienden a focalizarse en la intención original de Agatha Christie, que, según sus propias declaraciones, quería “dar voz a las viejas solteronas” a través del personaje de Marple. No deja de ser extraño, de todos modos, cierto desfasaje temporal, ya que Christie solía escribir sobre su propia época mientras que los doce casos nuevos trascurren, por lo menos, hace más de 46 años.
Nota:infobae.com