Llegó a EE.UU. como refugiado y se hizo millonario vendiendo salsa picante: su historia

Historia 28 de febrero de 2023
63f7cfbdcce1d

David Tran tenía 33 años cuando llegó a los Estados Unidos. Ahí fundó un pequeño emprendimiento de salsa picante, la cual producía, embotellaba y vendía él mismo. Jamás pensó que su marca se convertiría en una de las tres más importantes del mercado estadounidense. Sriracha, la icónica etiqueta del gallo y la tapa verde, procesa más de 40 millones de kilos de chiles frescos al año y se transformó en un fenómeno cultural sin invertir ni un dólar en publicidad.

Si bien Tran nació en Vietnam, tiene ascendencia china. Y esto lo llevó a tener que abandonar su país natal en 1978 tras el fin de la guerra y la reunificación como república socialista. Pero no viajó sin nada en el bolsillo. Escondió tres kilos de oro en un par de latas para tener como capital inicial. Primero llegó en un buque de carga a Hong Kong, tuvo un breve paso por Boston y arribó a Los Ángeles en enero de 1980.

Una vez establecido en California, se asoció con su cuñado y empezó a producir salsa picante. Tran tenía su propia receta, limpiaba tarros de comida para bebé, los llenaba y luego los repartía entre los restaurantes de comida asiática.

Con el oro compró un galpón en Chinatown para almacenar su stock. Quería hacer algo distinto y se inspiró en una antigua receta tailandesa creada por la cocinera Thanom Chakkapak en 1949 en la ciudad Sri Racha. Tran la "americanizó", la hizo más densa y picante. Estaba pensada para que los inmigrantes pudieran agregársela al pho, una típica sopa de fideos de arroz y carne.

LANZAMIENTO DE SRIRACHA
En 1980, Tran lanzó al mercado las primeras botellas de Sriracha, su marca de salsa picante. Eligió botellas transparentes a las cuales les agregó un gallo, su signo en el zodíaco chino (había nacido en 1945). Para hacerse cargo de la etiqueta fundó Huy Fong Foods, inspirado en el nombre del buque que lo había llevado a los Estados Unidos.

Su producto se hizo viral a la vieja usanza: de boca en boca. La compañía no invirtió en marketing ni publicidad y así fue conquistando al mundo gastronómico. Más allá de los platos asiáticos, Sriracha llegó a pizzas, hamburguesas e incluso cervezas. Su logo también se volvió un ícono cultural con su propio séquito de fans, remeras y hasta fundas de teléfonos.

Sriracha se posicionó entre los tres principales jugadores del negocio de salsa picante, que en los Estados Unidos mueve más de u$s 1500 millones. La etiqueta creada por Tran se ubica en el último lugar del podio por detrás de Tabasco (de los McIlhenny) y Frank's RedHot (propiedad de McCormick).

¿DÓNDE ESTÁ MI SALSA PICANTE?
Durante más de 40 años Tran nunca modificó el precio mayorista al que vende sus productos y tampoco lo reveló. No obstante, la firma sí atravesó varios obstáculos, desde demandas, cierres y hasta problemas de abastecimiento.

En 2013, un juez ordenó la clausura parcial de su planta en Irwindale luego de que la ciudad denunciará a la compañía por olores molestos. Cuatro años más tarde le pusieron punto final a una relación de más de tres décadas con su proveedor de jalapeños, Underwood Farms. Esto terminó con un fallo judicial que los obligó a pagarle u$s 23,3 millones a los Underwood por incumplir su contrato.

El año pasado, Huy Fong debió frenar temporalmente su producción de salsa picante. ¿El motivo? Las condiciones climáticas de sus proveedores de chiles en México habían producido un desabastecimiento de materia prima. Esto provocó un boom de ventas en retail ante una potencial falta de stock.

La radio pública estadounidense NPR viajó a Sri Racha para conocer la opinión de los consumidores locales sobre la salsa de Tran. Según el artículo, la mayoría aseguró que era muy amarga, demasiado picante y que sus sabores estaban desbalanceados. En diálogo con The New York Times, el emprendedor respondió: "No es una sriracha tailandesa. Es mi sriracha".

Hoy, con 77 años, David Tran continúa como único dueño de la empresa. Y a pesar de las múltiples propuestas, nunca quiso desprenderse de ella. Espera que sus hijos, William y Yassie, sigan sus pasos dentro del negocio.

Nota:apertura.com

Te puede interesar