Seguro compraste un pan lactal de ellos: esta es la historia Noly, una Pyme con 50 años de historia

Historia06/07/2025
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Luis Mariani no tenía un plan de negocios, pero sí visión. Corría 1976 cuando, junto a su esposa Noelia, empezó a repartir alimentos con una camioneta por Morón y alrededores. Cuarenta y nueve años más tarde, Noly, la empresa familiar que fundaron desde cero, produce más de 7 millones de tapas de empanadas y panificados al mes, abastece a todo el país, exporta y acaba de asociarse con una de las mayores compañías panaderas de Brasil.

La historia de Noly es, ante todo, una historia familiar. De trabajo a pulmón, de adaptación y de decisiones tomadas con sentido común antes que con grandes consultorías. "Mi mamá manejaba la camioneta y mi papá recibía a los repartidores. En ese momento tenían 36 años y no existía la palabra ‘emprendedor’, pero mi papá lo fue siempre", cuenta Claudia Mariani, actual directora de la empresa. Por entonces, la firma no elaboraba productos propios, sino que compraba tapas de empanadas, prepizzas y panificados y los distribuía a almacenes y minimercados.

Luis, sin embargo, que ya había tenido una panadería, sabía que tarde o temprano daría el salto y volvería a producir. "Se cansó de trabajar para otros. Sentía que necesitaba tener una marca que fuera suya", recuerda Claudia. Y lo hizo. En 1984, fundaron la primera planta en Caseros y empezaron a fabricar sus propias tapas de empanadas bajo el nombre Doña Noly, en homenaje a Noelia. Con el tiempo, el "Doña" quedó atrás, pero la identidad de marca ya estaba construida.

En 1989, cuando un proveedor dejó de atenderlos por haber sido absorbido por una multinacional, incorporaron la elaboración de pan de molde. Así comenzó una etapa de crecimiento sostenido y diversificación de productos: bollería, pan dulce, pan lacteado, sin sal, con semillas, pan de hamburguesas, alfajores, tacos (rapiditas) y más.

Desde sus primeros años como fabricantes, Noly se destacó por su capacidad de anticipar tendencias. "Fuimos los primeros en industrializar la tapa criolla, cuando todavía todo era de hojaldre. También sacamos el primer pan de salvado light, que además tenía ácido fólico. Pero no teníamos prensa ni podíamos pagar publicidad, así que muchas innovaciones pasaron desapercibidas", admite Claudia.

Hoy el catálogo de Noly supera los 30 productos activos, y más del 50% de lo que producen es para terceros. Supermercados y cadenas de retail los eligen para desarrollar sus marcas, aunque Claudia aclara que el producto es siempre el mismo. "Nos gusta decir que aunque no esté nuestro nombre, se nota nuestra calidad", afirma.

El objetivo es sostener el estándar de calidad, con independencia de quién firme el paquete. Así, Noly se volvió un jugador silencioso pero gigante dentro del rubro. Actualmente, produce más de 7 millones de unidades por mes y trabaja con una red de 105 distribuidores en todo el país.

Con dos plantas operativas en el partido de Tres de Febrero —una en Ciudadela y otra en Caseros—, Noly emplea a más de 350 personas, sin contar los puestos indirectos. La empresa sigue en manos de la familia Mariani, pero con una organización mucho más profesionalizada que en sus inicios.

"Hace cinco años tomé la dirección general y decidimos dejar atrás el liderazgo paternalista. Hoy tenemos un directorio horizontal, con profesionales especializados en cada área. Trabajamos en equipo y con mirada a largo plazo", cuenta Claudia. Su padre, Luis, con 83 años, sigue yendo todos los días a la empresa. "Dice que viene como asesor, pero se involucra con todo", se ríe.

También se sumó la tercera generación: los hijos de Claudia. Nicolás, el mayor, se encarga del comercio exterior y fue quien impulsó la exportación a Estados Unidos y España desde 2019. "Todavía es una escala baja, pero vamos creciendo. Lo importante es que ya estamos afuera", explica. El menor, Julián, empieza a formarse en distintas áreas de la empresa. "Siempre les dije que quiero que estén si lo eligen, no por mandato. Por suerte lo disfrutan y aportan su mirada joven", asegura.

La alianza con Zinho: el pan de ajo que cambió la historia
Durante más de cuatro décadas, Noly solo comercializó productos elaborados por la propia empresa. Pero en este año, todo cambió: se aliaron con Zinho, una empresa brasileña que lidera el mercado del pan de ajo en su país con más del 60% de participación.

"La propuesta nos llegó a través de una empresa uruguaya. Vieron nuestro poder de distribución y nos eligieron socios para entrar al mercado argentino", cuenta Claudia. Así, Noly se convirtió en el representante exclusivo de Zinho para comercializar en Argentina sus baguettes de pan de ajo precortadas, rellenas con muzzarella, ajo y perejil, que vienen en versión clásica y picante.

 Este año Noly se asoció con la empresa Zinho, líder brasileña en pan de ajo
Se vende refrigerada, ya está disponible en supermercados, apps como PedidosYa y Rappi, y se distribuye a través de la red comercial de Noly. "Fue un cambio de paradigma para nosotros. Pero vimos el éxito del producto en Brasil y nos animamos. No todo tiene que salir de nuestras plantas si podemos garantizar la misma calidad", reflexiona.

A pesar de la recesión que afecta al consumo masivo, Noly se mantiene firme. "Estamos sin deudas, que es clave para atravesar momentos difíciles. Pasamos todas: hiperinflación, corralito, pandemia… y nunca le echamos la culpa a los gobiernos. Hay que adaptarse y seguir", sostiene Claudia.

Mirando hacia adelante, Noly trabaja en varios frentes. Uno de los más ambiciosos es la construcción de una planta única en un parque industrial, que le permitirá ampliar la línea de bollería y ganar en eficiencia logística y productiva.

También están enfocándose en el desarrollo de productos más alineados con los nuevos hábitos de consumo, como panes sin sal, integrales o con propiedades funcionales, como el ácido fólico, que ya incluyen en su pan de salvado light. "Lanzar un producto nuevo es muy costoso. Nosotros apuntamos a uno o dos lanzamientos por año. No podemos competir con la frecuencia de una multinacional, pero sí con calidad, servicio e innovación", remarca.

 Noly cuenta con dos plantas en Tres de Febrero y emplea a más de 350 personas
Aunque no todos los consumidores lo sepan, probablemente muchas personas comieron alguna vez las tapas de empanadas y panificados hechas por Noly. Su trabajo silencioso con marcas de terceros, sumado al crecimiento de su propia línea, la convierten en una empresa familiar de presencia nacional, con visión industrial.

Nota:iprofesional.com

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