Ni chinos, ni extraterrestres, los globos eran "recreativos", dice Joe Biden

Actualidad - Internacional 17 de febrero de 2023
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este jueves que, según datos de inteligencia, los globos derribados en las últimas semanas posiblemente pertenecían a empresas privadas o “instituciones recreativas” y no al espionaje chino, como se atribuyó inicialmente, y mucho menos a una invasión extraterrestre en ciernes.

El debate había tomado rumbos insospechados, como los propios globos, por la rapidez con la que actuó el gobierno, y cierta falta de precisión que reinó sobre el tema los días posteriores. Por un lado estaban los que acusaban a China de espionaje, por la aparición del primero de los globos -reconocido como propio por Beijing-, pero también aparecían insólitas teorías sobre la presencia de objetos de otros mundos.

No fueron pocos los legisladores que se vieron obligados a responder sobre la posible visita de seres extraterrestres, aunque la mayoría se lo tomó con humor: "¿Entonces si son verdes? ¿Tienen los ojos grandes? Yo diría que sí", bromeó el senador Mark Kelly, quien estuvo en el espacio como astronauta.

La senadora Katie Britt, en tanto, confesó que fue reiteradamente consultada sobre la posible visita alienígena: "Fui de compras este fin de semana cuando estaba en casa, y debo decir que esa fue la pregunta más frecuente que recibí".

Ni Chinos, ni extraterrestres, privados y recreativos

Ahora el presidente Joe Biden tomó el toro por las astas y salió a dar una respuesta, todavía no tan concreta pero más razonable: “Probablemente, eran globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación”, manifestó el mandatario en relación con los cuatro artefactos detectados sobre el espacio aéreo de Estados Unidos y destruidos por aviones militares.

Además, sostuvo que no hubo un “aumento repentino” de objetos aéreos sospechosos, sino que la detección de varios de ellos en las últimas semanas se debió al aumento de las tareas y de la capacidad de los radares para identificarlos.

Las relaciones entre Estados Unidos y China se tensaron en las últimas semanas, luego de que Biden ordenara el 4 de febrero derribar un objeto al que el Pentágono calificó entonces como un “globo espía chino”.

Beijing reconoció que el artefacto le pertenecía, pero aseguró que se trataba de un dispositivo meteorológico que se desvió de su trayectoria, y acusó a la Casa Blanca de sobreactuar y de uso innecesario de la fuerza armada.

Luego de que las Fuerzas Armadas norteamericanas anunciaran el lunes que recuperaron componentes electrónicos críticos del globo, el jefe de la Casa Blanca explicó que realizó el derribo de esos aparatos “por precaución”, debido al peligro que suponían para el tránsito aéreo comercial.

Con los globos derribados, sobrevuela ahora la duda sobre si el presidente norteamericano actuó siguiendo un plan o presionado por el partido Republicano y los amantes de las teorías conspirativas.

El nuevo plan de seguridad de Estados Unidos

A través de una conferencia de prensa realizada este jueves, Biden anunció que Washington pondrá en marcha un plan de acción para registrar la eventual aparición de nuevos objetos aéreos sobre su territorio y destruirlos, después de los incidentes ocurridos en las últimas semanas.

Específicamente, el gobierno establecerá un inventario mejorado de objetos aéreos no tripulados sobre el espacio aéreo estadounidense, implementará medidas adicionales para detectar los objetos, actualizará las reglas y regulaciones para actuar frente a este tipo de objetos sobre los cielos.

El presidente estadounidense confirmó que el secretario de Estado, Antony Blinken, se encargará de “establecer normas globales comunes en este aspecto, en gran parte no regulado”, según las agencias de noticias AFP y Europa Press.

El mandatario argumentó que con esas instrucciones procura distinguir “entre aquellos (objetos voladores) que probablemente planteen riesgos de seguridad y requieren acción, y aquellos que no”.

“Estos pasos conducirán a cielos más seguros para nuestros viajeros aéreos, nuestro Ejército, nuestros científicos y también para las personas en tierra”, remarcó.

A su vez, el mandatario dijo que espera hablar con el presidente de China, Xi Jinping, sobre el asunto, además de mantener informados a los aliados y al Congreso.

“Y espero que lleguemos al fondo de esto, pero no me disculpo por derribar ese globo”, agregó.

Opiniones cruzadas por la tardanza del derribo

Los republicanos en el Congreso criticaron a Biden por no autorizar que los militares derribaran el primer globo lo suficientemente rápido, lo que permitió que navegara hacia el este durante varios días.

Sin embargo, funcionarios de la administración argumentaron que Estados Unidos no tomó acciones más rápidas para derribar el globo en parte por temor a que pudiera provocar una escalada de las tensiones militares con China. También les dijeron a los legisladores que el globo no se derribó cuando ingresó al espacio aéreo de Alaska porque las aguas allí son frías y profundas, por lo que es menos probable que se hubiera podido recuperar el globo.

Además, los funcionarios tenían reservas con que el presidente hablara públicamente sobre los objetos hasta que se reuniera más información sobre los tres objetos no identificados que se derribaron el fin de semana pasado.

Biden justificó este jueves la decisión de esperar para tomar medidas sobre el globo chino, al decir que dio luz verde para que el Ejército estadounidense lo derribara “tan pronto como fue seguro hacerlo”.

“Los militares aconsejaron no derribarlo sobre tierra debido a su gran tamaño. Era del tamaño de varios autobuses escolares y representaba un riesgo para las personas en el suelo si era derribado donde vivía la gente”, detalló.

El primer mandatario comentó: "Lo rastreamos de cerca, analizamos sus capacidades y aprendimos más sobre cómo funciona. Debido a que conocíamos su ruta, pudimos proteger los sitios sensibles contra la recolección de datos. Esperamos hasta que estuvo a salvo sobre el agua, lo que no solo protegería a los civiles, sino que también nos permitiría recuperar componentes sustanciales para realizar más análisis”.

Infobae

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