


Rebelión en la UCR por la "tibieza" frente a los presuntos chats de D'Alessandro
Actualidad - Nacional04/01/2023


Cuando la Convención radical eligió a sus autoridades en mayo del año pasado, el partido ratificó su pertenencia a la alianza de Juntos por el Cambio. Sin embargo, nunca se acalló un cuestionamiento interno al funcionamiento de la coalición, el rol subsidiario que el macrismo le dejó a la UCR y, coyunturalmente, la tibieza postural frente a algunos debates actuales como la distribución de la coparticipación, la filtración de los presuntos chats entre un ministro de la Ciudad y la mano derecha del jefe de la Corte Suprema y el funcionamiento del Poder Judicial en general.


Históricos dirigente del radicalismo, referenciados en la construcción de Ricardo Alfonsín, empezaron a desear que en la futura reunión de la Convención, cuando tengan que discutirse las alianzas electorales para la carrera a las urnas, se pueda dar el espacio para debatir la utilidad o no de la herramienta Juntos por el Cambio y su impacto en los ideales, la historia y la filosofía del partido centenario.
El sector, ubicado más allá del desafío electoral del 2023, empezó a empujar para discutir temas más profundos, estructurales y estratégicos para el país, partiendo de la base de que la política en su conjunto, algo a lo que no escapó la UCR, perdió su capacidad de discutir ideas para pasar a discutir cargos. Por eso, el espacio pasó a sufrir, como otras fuerzas, la baja calidad partidaria con un Comité que, según se denunció, no funciona.
El paso del tiempo hizo notar que aquello que pareció y resultó útil en 2015, la alianza con el macrismo, se convirtió en una gran trampa. En ese momento, se buscó la forma más efectiva para cambiar el signo político gobernante de la Argentina y se consiguió, pero la UCR perdió por completo su rol protagónico al quedar en un espacio subsidiario del macrismo. Por eso, ahora se buscará discutir, nuevamente, la bondad o no de esa herramienta o el lugar que quedará reservado al espacio centenario.
Con candidatos poco taquilleros, cada uno con su negociación personal, los rebeldes bregan por no guiarse por las encuestas sino por retomar el debate de ideas para cambiar las preferencias de la sociedad. Traducido, no acomodarse al lugar reservado por los sondeos y salir a disputar la titularidad en la carrera a las urnas. Eso tendrá que ser resuelto en la Convención.
En este punto, los intereses y auspicios de cada uno de los sectores, siempre condicionantes para cualquier tipo de construcción. Además del debate por los cargos, y no por los programas, el cuestionamiento pasó por las negociaciones que cada uno empezó a llevar adelante. A Gerardo Morales se lo empezó a señalar como una persona que, más allá de pretensión presidencial, compite para ser el vice de Horacio Rodríguez Larreta. A Martín Lousteau se lo criticó por defender políticas que la UCR históricamente no acompañó.
Por Carla Pelliza * El Destape





