Federico Boutureira, el primer artista de tufting de Tierra del Fuego que borda los paisajes del Fin del Mundo

Actualidad - Provincial28/12/2025
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El encanto natural de Tierra del Fuego inspiró a Federico Boutureira a expresarse a través de la artesanía textil. Desde 2023, desarrolla un emprendimiento de tufting —técnica de bordado realizada con una máquina similar a una pistola— que lo convirtió en el primer artista especializado en esta disciplina en la provincia.

Federico nació en Buenos Aires, pero se mudó a Ushuaia a los 17 años, en 2012, junto a su familia. Aunque no es fueguino de nacimiento, asegura sentir “una conexión muy profunda” con la provincia. Tras finalizar la secundaria, cursó la carrera de Biología en la Universidad de Tierra del Fuego, formación que le permitió comprender en profundidad la fauna, la flora y los paisajes del territorio.

Esa base académica y el entorno natural despertaron en él la necesidad de plasmar lo que veía y sentía, aunque sin saber inicialmente cómo hacerlo. La respuesta llegó a través de las redes sociales, cuando descubrió videos de tufting. Con materiales básicos y tutoriales de YouTube, comenzó a experimentar hasta dominar la técnica.

Poco después creó su cuenta de Instagram y bautizó el proyecto como Gato Gordo (@gatogordo.rugs), en homenaje a León, su gato y compañero durante 12 años. El nombre refleja tanto el recuerdo de su mascota como el estilo de sus piezas: mullidas, voluminosas y con fuerte presencia visual.

Si bien sus primeros trabajos fueron encargos de dibujos animados, figuras populares y retratos de mascotas, Federico siempre tuvo un objetivo claro: bordar Tierra del Fuego. Cada una de sus alfombras representa paisajes, flora o fauna de la provincia, reinterpretados desde su mirada personal.

El proceso creativo comienza con la búsqueda de imágenes de referencia, de las cuales extrae los rasgos más característicos. Luego proyecta el diseño sobre la tela base y borda a mano alzada, utilizando trazos discontinuos para resaltar los detalles. “Cada pieza es una obra interpretada desde mi perspectiva”, explica.

Una vez terminada, Federico suele llevar la obra al lugar que la inspiró. “Lo hago para que se cargue de la energía del sitio. Es un momento muy gratificante que comparto con amigos y familia”, señala.

Actualmente, desarrolla la colección Gigantes de la Isla del Fuego, integrada por paisajes emblemáticos como la Laguna Esmeralda, el Faro San Juan de Salvamento, el Glaciar Martial, el Paso Garibaldi y el Lago Escondido.

También ha bordado especies representativas como el huillín o nutria de río, el pingüino de Magallanes, el carpintero gigante y flores nativas como la Palomita, una orquídea fueguina.

Una de sus obras más reconocidas lleva la inscripción “Fabricado en Tierra del Fuego. Industria argentina”, síntesis de su identidad artística y del valor de producir desde el sur del país. Esa pieza se viralizó y multiplicó el alcance de su trabajo, generando pedidos desde Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y distintas localidades fueguinas.

Hoy, sus creaciones trascienden el uso tradicional de alfombra: muchos clientes las exhiben en paredes, sillones o como piezas decorativas centrales. Federico celebra ese reconocimiento y aspira a que su arte llegue a cada rincón del país, llevando con él la esencia del Fin del Mundo.

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