


Google libera su asistente más potente para estudiantes y abre un nuevo estándar educativo: cómo activarlo
Recursos Humanos04/12/2025




Hasta hace muy poco, tener acceso a una inteligencia artificial realmente potente era un lujo. Si querías un asistente capaz de leer un libro entero en segundos, analizar tus finanzas o redactar un informe complejo sin inventar datos, tenías que pasar por caja y pagar una mensualidad en dólares. En una jugada que tomó por sorpresa a la industria, Google decidió abrir las puertas de su tecnología más avanzada para los estudiantes, sin pedirles la tarjeta de crédito a cambio, la contra, la oferta dura solo 1 año.
La compañía habilitó un paquete que permite subir documentos, procesar material complejo, integrar información de Google Drive y analizar grandes volúmenes de datos. Cualquiera que tenga una cuenta de Google verificada como estudiante puede acceder a esta oferta. Lo que hasta hace poco costaba alrededor de u$s20 por mes, ahora está disponible sin costo.
Detrás de esta decisión aparece una estrategia clara y es acompañar a la próxima generación de profesionales desde el comienzo de su formación. La empresa busca que los estudiantes adopten sus herramientas como parte natural de su rutina, y que cuando ingresen al mercado laboral ya estén acostumbrados al ecosistema de Google.
Un salto en capacidades
El punto más importante de esta propuesta educativa es la incorporación del modelo Gemini 1.5 Flash para todos los estudiantes. A diferencia de los asistentes gratuitos tradicionales, que solo entendían texto y tenían limitaciones fuertes, este modelo puede procesar imágenes, documentos y datos en múltiples formatos.
Por ejemplo, un estudiante de Arquitectura puede cargar la foto de un plano y pedir recomendaciones de materiales. Un alumno de Derecho puede subir un documento de cientos de páginas y pedirle al sistema que señale contradicciones o resuma jurisprudencia relevante.
Lo que hace posible estas tareas es la "ventana de contexto amplia", una capacidad que permite procesar grandes cantidades de información en una sola interacción. Antes, este tipo de funciones pertenecían al segmento más caro de los modelos de IA.
Una integración a Google Drive
Uno de los cambios más profundos está en la forma en que la IA se conecta con Google Workspace. Mediante extensiones fáciles de activar, el asistente se relaciona directamente con los archivos que cada usuario guarda en la nube. Esto incluye documentos en Docs, planillas en Sheets y correos en Gmail. La IA deja de ser una pestaña separada para transformarse en un asistente que acompaña cada etapa del estudio.
Entre las funciones más usadas aparecen:
● Búsquedas semánticas: ya no hace falta recordar nombres exactos de archivos. El estudiante puede pedir "buscá el resumen de Historia Económica que hice el semestre pasado" y el sistema lo localiza sin dificultad.
● Resumen de correos: para quienes cursan materias grupales, pasantías o proyectos, el asistente puede leer cadenas extensas y extraer fechas y tareas pendientes.
Un sistema capaz de verificar información en tiempo real
Uno de los puntos más delicados en el uso de IA en la educación es la precisión. La invención de datos, más conocida como "alucinación", puede complicar trabajos académicos. Para enfrentar ese problema, Google incorporó la función de verificación con su motor de búsqueda.
El usuario puede contrastar de manera inmediata lo que genera la IA con fuentes actuales de la web.
Esta verificación es especialmente relevante en carreras donde la actualidad es clave, como Ciencias Políticas, Periodismo o Relaciones Internacionales. Mientras otros modelos trabajan con información congelada en fechas anteriores, la plataforma educativa de Google opera en tiempo real. Puede citar novedades recientes, consultar papers publicados hace pocos días y resaltar cuál información está comprobada y cuál no.
Para los estudiantes, esto funciona como un tutor de investigación que acompaña la producción de trabajos y evita errores conceptuales relevantes.
Programación y análisis de datos sin instalar nada
La propuesta también incluye la posibilidad de ejecutar código Python dentro de la interfaz del chat. El asistente no solo ayuda a escribir las líneas necesarias, sino que además las corre en un entorno seguro en la nube. Esto permite resolver ejercicios matemáticos avanzados, limpiar bases de datos, crear gráficos y trabajar con estadísticas sin necesidad de instalar programas externos.
Esta característica es especialmente útil para estudiantes de carreras STEM - aquellas relacionadas con Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas-, pero también para quienes cursan materias que requieren análisis de datos, como Psicología o Sociología.
Un uso práctico y cotidiano
El asistente puede revisar correos, ordenar apuntes guardados en Drive y armar cronogramas semanales basados en fechas de entrega, lo que permite organizar la cursada sin perder tiempo filtrando mensajes o buscando archivos dispersos. También resulta práctico cuando se trabaja con material teórico extenso, basta con subir un PDF largo para obtener resúmenes claros, líneas de tiempo, definiciones de autores o comparaciones entre teorías, algo especialmente útil durante las semanas de parciales.
A la hora de preparar trabajos prácticos, la IA puede sugerir ideas, ayudar a definir la estructura general, generar gráficos o revisar si el texto mantiene una coherencia adecuada. Esa misma lógica se aplica a las presentaciones, ya que Slides puede alimentarse directamente del contenido que produce el asistente, incluso generando imágenes para acompañar la exposición oral.
Cuando el estudio incluye videos, el proceso también se acelera, solo con pegar un enlace de YouTube, la IA identifica los puntos claves, extrae definiciones y resume el contenido completo.
En materias que requieren cálculos, simulaciones o análisis de datos, el entorno de Python incorporado permite graficar información, resolver ecuaciones o procesar planillas sin instalar programas adicionales.
Además, la integración con Calendar organiza la agenda diaria y evita superposiciones entre entregas, exámenes o reuniones, lo que transforma al asistente en un apoyo constante para el día a día académico.
La letra chica de Google y la transición hacia capacidades más avanzadas
Aunque la versión gratuita liberada para estudiantes tiene una potencia sorprendente (gracias al modelo Flash), es importante entender dónde están los límites y dónde empieza la suscripción Google One AI Premium.
Para la mayoría de las necesidades diarias, como lo es resumir, organizar o crear contenido corto, el modelo Flash gratuito es más que suficiente. Sin embargo, hay dos motivos clave por los que un estudiante de posgrado o un investigador podría querer dar el salto al modelo Google One AI Premium.
El primer motivo es la profundidad de razonamiento. Si el modelo Flash es un genio rápido, el Ultra es un filósofo lento. El modelo Ultra destaca en tareas de análisis comparativo muy complejas como cruzar datos de cuatro fuentes distintas, detectar matices sutiles en textos legales o programar algoritmos más sofisticados. El segundo motivo es la integración total.
La versión Advanced permite usar la IA no solo en la ventana de chat, sino dentro de las aplicaciones, por ejemplo, en una barra lateral de Google Docs.
Esto elimina cualquier fricción, permitiendo generar imágenes o analizar datos sin salir del documento que estás escribiendo.
La otra letra chica
Aunque la propuesta de Google es amplia, no está disponible para todos los estudiantes por igual. El acceso gratuito requiere que cada alumno cuente con un correo institucional emitido por su universidad —por ejemplo, una dirección que termine en @uba.ar -o @campus.economicas.uba.ar-, @itba.edu.ar, @ucema.edu.ar o cualquier dominio académico validado por Google—. Sin ese correo oficial, la plataforma no reconoce la condición de estudiante y el sistema no habilita las herramientas avanzadas del paquete educativo.
Este punto genera diferencias importantes entre instituciones. Hay universidades que entregan automáticamente una cuenta institucional al momento de la inscripción, mientras que otras aún no incorporaron este esquema o lo ofrecen solo en determinadas carreras.
En esos casos, los alumnos deben gestionar la creación del correo mediante áreas administrativas o sistemas internos, algo que no siempre está disponible.
Por este motivo, el acceso a Gemini para Estudiantes no depende únicamente de la voluntad del usuario, sino de la política tecnológica de cada universidad. Esto implica que dos estudiantes con el mismo nivel académico pueden tener experiencias completamente distintas según el tipo de cuenta que les provea su institución.
Para quienes sí cuentan con un correo universitario oficial, el proceso de habilitación es inmediato; para el resto, la alternativa es esperar a que su facultad incorpore soporte o continuar con la versión estándar del asistente.
Un impacto directo en la formación y en el futuro laboral
Pese a esto, la disponibilidad de estas funciones está generando un cambio en la forma de estudiar. Un alumno que puede resumir tres libros en una hora o automatizar borradores de informes adquiere una ventaja competitiva clara. Google entiende que el estudiante de hoy será el profesional de mañana, y por eso busca que esta generación adopte desde temprano su ecosistema de inteligencia artificial.
Para Argentina, donde conviven universidades con distintos niveles de recursos, la apertura de estas herramientas genera un efecto democratizador.
La plataforma asegura acceso igualitario, pero limitado, a funciones que antes estaban reservadas para quienes podían pagar suscripciones mensuales.
Nota:iprofesional.com
























