Un gabinete de doble comando que no funciona

Actualidad - Nacional26/10/2025
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Javier Milei dejó dos pistas sobre el futuro endogámico de su gabinete. La primera fue la designación de Pablo Quirno en Relaciones Exteriores, hombre de finanzas y alter ego del ministro de Economía. La segunda fue en la cena de JP Morgan donde calificó como un “gigante” a Luis “Toto” Caputo y con frases grandilocuentes desalentó toda especulación de recambio en el área o de nuevo rumbo.

Más allá de los porcentajes que arroje la elección, los más experimentados que transitan los despachos de Casa Rosada esperan que se termine el doble comando, que haya funcionarios con poder de decisión y se modifique el esquema de gestión. Aconsejan una ofensiva mayor a la que siguió a la fuerte derrota en Buenos Aires cuando apenas se designó un Ministro del Interior –Lisandro Catalán- aunque rehén de la falta de recursos. En ese momento apenas se maquilló el malestar con un pase a segundo plano de uno de los armadores cuestionados, Lule Menem, que en todo momento siguió activo. El mayor aporte llegó finalmente desde Estados Unidos.

En ese contexto, los libertarios con estandartes escarlata temen la continuidad de un mapa interno donde Milei se concentra en la macroeconomía mientras su hermana Karina Milei obtura negociaciones con otros espacios y con al menos una docena de gobernadores. Difícil cumplir la exigencia de garantía de gobernabilidad pedida por Donald Trump.

El jueves Guillermo Francos compartió con el Presidente el viaje en helicóptero a Rosario. “La relación es muy buena”, sostienen en jefatura de Gabinete, aunque admiten que todos quedaron en modo espera desde que Milei anunció que analizará a quiénes necesita para lo que viene. La misma incertidumbre pesa sobre Catalán cuya área quedó bajo estudio y con chances de mudanza a otro pabellón del Ejecutivo.

La pelea electoral escondió las charlas que se mantienen en busca de una nueva foto con gobernadores similar a la del Pacto de Mayo que contó incluso con algunos peronistas de las provincias del norte. Los funcionarios que sondean a los mandatarios son menos optimistas que el Presidente mientras no cuenten con un mínimo margen de negociación o recursos para contener demandas y promesas incumplidas.

En esa línea argumentativa hay escepticismo aún cuando los gobernadores de Provincias Unidas Martín Llaryora (Córdoba); Ignacio Torres (Chubut) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) anticiparon públicamente su vocación de diálogo reformista. A cambio piden proyectos productivos y que no haya imposiciones. En los mismos términos se plantaron Miguel Angel Pichetto y Nicolás Massot, de Encuentro Federal; y los diputados del radicalismo de Democracia para Siempre que en el despacho de Martín Menem oyeron con asombro la resistencia del oficialismo a incluir en el Presupuesto 2026 la ley de emergencia en salud pediátrica; la ley de financiamiento de las universidades y la emergencia para la discapacidad. “Nos hicieron perder una hora y media” concluyó Massot.

A Francos y a Catalán los atienden y escuchan gran parte de los jefes provinciales aunque ya no esperan respuestas positivas. “No tienen autonomía” repiten sobre ambos en distritos opositores pero con ánimo amigable.

Con la misma queja los gobernadores atienden a Santiago Caputo, recelosos del frontón que les pone Karina Milei. Aunque con bajo perfil Lule Menem sigue actuando en sintonía con la secretaria general y sin arrepentimiento sobre armados electorales que les ganaron más enemigos de los recomendables. Ese esquema es el que en algunas oficinas promueven modificar más allá de a quién convoque Milei para un nuevo gabinete.

Santiago Caputo se enteró por televisión sobre la posibilidad de que el jefe de Estado haya pensado en ofrecerle un cargo. En un escenario de debilidad -y aunque preferiría estar liberado de la gestión diaria - se admite cerca del asesor que no tendría margen para rechazar un pedido presidencial.

El viernes en horario de veda, la todavía ministra de Seguridad Patricia Bullrich visitó a Caputo en Casa Rosada. Su intención es tener peso en la designación de quien la suceda, aunque es probable que la charla haya rondado en el temor compartido de una performance menos buena a la que espera la candidata a senadora nacional. La culpa no es solo de la elección de Alejandro Fargosi para encabezar la lista de diputados nacionales en Capital, sino de la tensión y sospechas permanentes respecto a los primos Mauricio y Jorge Macri. Uno y otro sólo se mostraron una vez con candidatos amarillos sin hacer ningún gesto hacia el resto de los integrantes de la lista 501 de La Libertad Avanza. Ninguno de los dos pidió votar por Bullrich aunque integran la misma lista.

“Sufrieron mucho maltrato”, los justifican los que alientan la vuelta al diálogo como prenda de canje a favor de las reformas futuras.

En ese contexto cambió el clima y ahora se diluye la posibilidad de que Milei abra el gabinete al macrismo. La designación de Quirno fue justamente en el sentido contrario a rumores que señalaban como favoritos a Federico Pinedo y Fulvio Pompeo, dos experimentados amarillos. “¿Qué puede aportar Macri, a quién podría traer?” cerraron la posibilidad de ampliar el cupo ante una consulta de este diario varias fuentes contrariadas por las idas y vueltas del expresidente. Toto Caputo; Federico Sturzenegger; Bullrich y Luis Petri tienen juego propio y algo similar ocurre con Diego Santilli, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro. En el bullrichismo recuerdan que María Eugenia Vidal hizo campaña con candidatos de Provincias Unidas y que tampoco Silvia Lospenato votará violeta.

“Bullrich podría hacer una elección de 60 puntos pero se encargaron de limar al macrismo en la Ciudad” reconocieron en Las Fuerzas del Cielo sobre la pelea porteña de mayo. Karina Milei no quiere al primo Jorge Macri aunque el equipo de Pilar Ramírez, titular de LLA en tierra porteña, se entiende muy bien con el Tano Angelici en representación del expresidente.

El reemplazo de Bullrich no parecía aún definido. En su caso y en el de Petri tal vez no sea inminente y los cambios recién ocurran en diciembre, pero siempre depende de la urgencia de reacción que requiera el mensaje de las urnas.

Al igual que Mariano Cúneo Libarona en Justicia, hace rato que Gerardo Werthein sabía que tenía fecha de vencimiento. La fallida reunión de Milei con Trump en Mar a Lago fue su primer error. El segundo ocurrió días atrás cuando el presidente norteamericano condicionó su ayuda a la ratificación electoral de Milei y dejó claro que considera esta elección como un plebiscito.

Al malestar del exministro de Relaciones Exteriores se sumó el rol de Santiago Caputo y Manuel Vidal en el backdoor del vínculo con Estados Unidos. “Werthein siempre lo aceptó”, aseguraron las fuentes sobre el blanqueo de la colectora que estrecha relaciones con la gestión republicana. De la misma manera mencionan a Cúneo Libarona cuando responden que Sebastián Amerio, el número dos, maneja la gestión alineado con Santiago Caputo.

El tema, insisten previo al resultado y a los anuncios, no son los nombres sino el esquema de toma de decisiones en el Gobierno nacional. Cada conversación, ayuda o negociación exige validación karinista. Los funcionarios están atados de manos para sentarse con los gobernadores, esos mismos a los que Milei les pide colaboración porque incluso en el más remoto escenario optimista, a partir de este lunes los necesita.

Por Analia Argento / P12

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