El rescate de EE.UU., a la medida del fracaso. ¿Cuál es la moneda de cambio?

Actualidad - Nacional23/09/2025
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La agencia Bloomberg publicó en abril que el secretario del Tesoro Scott Bessent les anticipó a un grupo de inversores reunidos en Nueva York que EE.UU. estaría dispuesto a rescatar a la Argentina ante una emergencia financiera producida por un “shock externo”. Bessent había visitado fugazmente días antes Buenos Aires y el Gobierno acababa de liberar (parcialmente) el cepo al dólar; inaugurar un sistema de bandas cambiarias para la libre flotación de la divisa, y firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que incluyó un desembolso inmediato de 12.000 millones de dólares (de un total de 20.000 millones) para fortalecer las reservas del Banco Central.

El shock que previó Bessent se produjo cinco meses más tarde. Pero no fue externo, como él creía (tal vez imaginaba un impacto en la frágil economía argentina por la agitada política comercial de Donald Trump). No hubo crisis del Tequila ni del Sudeste asiático. Fue un shock interno, uno más. La contundente derrota electoral del Gobierno en la provincia de Buenos Aires a comienzos de septiembre hizo perder un activo intangible llamado confianza y —para retomar las metáforas fúnebres a las que es adicto el presidente Milei— le puso una lápida al ya enterrado programa económico del ministro Luis “Toto” Caputo.

La contundencia del respaldo estadounidense expresado ayer por Bessent, la montaña de dólares de la que se habla, es directamente proporcional al fracaso de un plan económico que no le cerraba ni al Gordo Dan en el streaming Carajo y que, como tantas veces en la Argentina, venía flojo de papeles. Verdes. Ministro de Hacienda del primer Gobierno liberal-libertario de la humanidad, Caputo intervino de todas las maneras posibles con tal de llegar a las elecciones de octubre con un dólar bajo, para mantener la inflación debajo del 2% mensual. La lista es larga:

  • Además de sumar el desembolso del FMI en abril y renovar el swap de monedas con China por US$ 18.500 millones, cerca del 40% de las reservas del BCRA, Caputo en mayo lanzó un proyecto para que los argentinos vuelquen a la economía los dólares del colchón “sin dar explicaciones”. No prosperó.
  • Consiguió en julio el pico de US$4.100 liquidados por los exportadores —casi un 60% más de lo ingresado en 2024— antes del fin de una rebaja transitoria en las retenciones. En los hechos fue una liquidación anticipada, que iba a redundar en una pronunciada caída, de 55%, de los dólares ingresados en agosto por exportación.
  • Entretanto, desarmó un instrumento de deuda, las LeFi, con las que se financiaban los bancos, y provocó un desbarajuste que primero deprimió las tasas y luego las lanzó a un 40% de interés real, y profundizó el estancamiento de la actividad económica. El propósito era secar la plaza de pesos para que no presionen sobre el tipo de cambio (y como contó días atrás el exsegundo de Caputo en Economía, Joaquín Cottani, favorecer un proceso de “dolarización endógena” de la economía).
  • La semana pasada, cuando el dólar superó los $1.500, el Banco Central vendió US$1.100 millones para mantener la cotización dentro de la banda cambiaria e inició conversaciones con el Tesoro norteamericano para un rescate.
  • Ayer, en simultáneo con el apoyo norteamericano, anunció una baja transitoria de las retenciones a cero sobre las exportaciones de granos, soja y carne hasta el 31 de octubre o hasta que las declaraciones de ventas al exterior alcancen los US$7.000 millones. La medida, que tendría un costo fiscal de US$1.200 millones, se publicó en el Boletín Oficial junto a un decreto que dispone la suspensión de la ley de Emergencia en Discapacidad, promulgada en el mismo acto por el Gobierno. Un desafío al Congreso que escalará la tensión política. Para el especialista Carlos Etchepare, la eliminación transitoria de las retenciones es una acción “desesperada e improvisada”, cuyo “beneficio mayor quedaría en los exportadores con mayor capacidad financiera para adelantar los recursos”, según un posteo que hizo en X.

Los anuncios de ayer se anticiparon a la apertura de los mercados de una jornada que se preveía turbulenta. El posteo de Bessent en X dio vuelta esa expectativa. Bonos y acciones recuperaron parte de lo perdido, el riesgo país cedió a cerca de los 1000 puntos desde los 1340 del viernes y el dólar retrocedió de los $1515 del último cierre a $1430.

“El Tesoro hará lo que sea necesario para apoyar a la Argentina”, aseguró temprano Bessent. Ayer en las redes se emparentó esa frase con la que más de una década atrás dijo el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi en medio de una fuerte presión contra la moneda común: “Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario (whatever it takes) para preservar al euro”, dijo Draghi en una recordada declaración en Londres. “Y, créanme, será suficiente”.

Bessent se verá en Nueva York con Milei. Y hay una bilateral pendiente con Donald Trump. Habría que avisarles que probablemente nada sea suficiente en la Argentina y haremos lo imposible por arrebatarle al BCRA los dólares, ya sean del FMI (como ya está ocurriendo), del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro, como propuso entre otras opciones, o del swap con China. Como dicen Luzzi y Wilkis en su libro El Dólar, una moneda argentina, el dólar simplemente aquí es “una moneda popular”.

milei-y-trump-2103705Javier Milei tiene una bilateral pendiente con Donald Trump

Qué se pide a cambio

El año pasado, en una entrevista con Susana Giménez, Javier Milei declaró que China “es un socio comercial muy interesante porque no exige nada”, una frase que marcó un giro en su percepción sobre el Imperio del Centro. "Qué pedirá EE.UU a cambio" es la pregunta que se hacía ayer la política.

Las declaraciones del secretario del Tesoro retrotraen a su breve paso por Buenos Aires (solo estuvo 12 horas) en abril, donde lo recibió el presidente. La versión nunca confirmada es que Bessent le planteó a Milei que el Tesoro vería con buenos ojos que la Argentina diera por terminada la asistencia financiera de China a través del swap de monedas. Más tarde, en una entrevista con Bloomberg, Bessent afirmó que si el Gobierno mantuviera su política económica “debería eventualmente tener suficientes entradas de divisas para poder pagar” el swap. “Lo que intentamos evitar es lo que ha ocurrido en el continente africano, donde China ha firmado varios acuerdos rapaces que se presentan como ayuda, donde se han apropiado de derechos mineros y han añadido enormes cantidades de deuda a los balances de estos países”, dijo Bessent en esa ocasión.

Además de la disminución de la presencia china en el país, en ámbitos diplomáticos ayer no se descartó que EE.UU. podría estar interesado en establecer una base militar conjunta en la Argentina. Milei estuvo en abril de 2024 en la base militar integrada en Ushuaia con la entonces jefa del Comando Sur Laura Richardson. Se trata de un centro logístico cuya finalidad es fortalecer la presencia argentina en el Atlántico Sur; su construcción comenzó en 2022, durante el gobierno de Alberto Fernández. EE.UU. considera la proyección estratégica de la Argentina en el Cono Sur, especialmente en la Antártida. Richardson advirtió entonces sobre la intención de China de construir una base multipropósito en Río Grande.

También se habla de un posible interés norteamericano en el control del sistema migratorio, tema vinculado al programa Visa waiver y la política de deportaciones; en el desarrollo del reactor Carem, una central nuclear de baja potencia diseñada en el país, y en una mayor presencia en el Paraná, para el control de la Cuenca del Plata.

Otras fuentes mencionan las dos visitas recientes del actual jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, quien habría llegado con un pedido de “acompañamiento” de la Argentina en una serie de iniciativas vinculadas a las áreas de Defensa y Seguridad y lucha contra el narcotráfico, tradicionales preocupaciones de EE.UU. en la región. Holsey participó el mes pasado en la apertura de la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC) en Buenos Aires y, al igual que lo hacía su antecesora Richardson, alertó sobre el rol de China en la región. Días después de la visita de Halsey, Argentina declaró como organización terrorista al llamado Cartel de los Soles: un mes antes, lo había hecho el Departamento del Tesoro norteamericano, que acusó a Nicolás Maduro “y otros altos cargos” del régimen venezolano de “proporcionar apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras que amenazan la paz y la seguridad de Estados Unidos”.

Un agudo analista vinculó el pronunciamiento de Bessent sobre el rescate a Argentina a la escalada con Brasil por la condena al expresidente Jair Bolsonaro, otro de los aliados de Donald Trump en la región, por el intento de golpe de Estado para evitar la asunción de Lula da Silva. El Departamento del Tesoro sancionó a Viviane Barci de Moraes, la esposa del juez del Tribunal Superior de Justicia Alexandre de Moraes —quien ya recibió una sanción— y se supo que revocará la visa del procurador general de Brasil, Jorge Messias.

Cuando le preguntaron ayer a Bessent por qué perseguía a la esposa del juez brasileño De Moraes, respondió con un exabrupto, por decir lo menos: "No hay Clyde sin Bonnie", dijo por la pareja de criminales que atravesaron los Estados Unidos durante la Gran Depresión.

Para la fuente, los dos eventos no están disociados. "Hay criterios geopolíticos tangibles, y los hay también intangibles. Estos son ejemplos de demostración: positivo y negativo. El mismo día que se ofrece una potencial zanahoria a la Argentina, se agita el garrote contra Brasil”, analizó la fuente.

Por Walter Curia / Perfil

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