Milei pasó del Pacto de Mayo a la mesa vacía

Actualidad - Nacional14/09/2025
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Por primera vez, el gobierno libertario atraviesa el desierto de la derrota y se encamina hacia una semana que exhibirá todavía más la pérdida de volumen político del oficialismo. La “mesa federal” en la que el presidente sentó al flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, y a Luis “Toto” Caputo apenas logró reunir a tres gobernadores con los que el gobierno hizo acuerdos electorales. El resto se niega a regalarle a Milei una foto de gobernabilidad. Los cambios cosméticos anticipan que el Gobierno no está dispuesto a modificar el rumbo: incluso se atrevió a vetar la ley de ATN impulsada por los gobernadores justo cuando más los necesita. Los mandatarios que en 2024 le regalaron la foto del Pacto de Mayo en una gélida noche tucumana hoy no están dispuestos a repetir el gesto. Sin ellos, el oficialismo enfrentará una seguidilla de derrotas en el Congreso que comenzarán a plasmarse el miércoles, en la sesión especial convocada por la oposición. Sin tiempo que perder Catalán viajó al norte en busca de viejos aliados.

“Tenemos que aprovechar esta ventana de tiempo entre la victoria en la provincia y las elecciones de octubre para sacar la mayor cantidad de leyes posibles”, dice a Página/12 un diputado de Unión por la Patria, entusiasmado con la nueva correlación de fuerzas en el Congreso. Atrás quedaron los tiempos en que el kirchnerismo era una suerte de “mancha venenosa” a la que nadie quería quedar pegado, excepto la izquierda. La irrupción del escándalo cripto cambió el escenario en Diputados. Desde entonces bloques como Encuentro Federal de Miguel Ángel Pichetto, Democracia para Siempre (escisión de la UCR) y la Coalición Cívica entendieron que la estafa difundida por el presidente marcó un punto de inflexión y confluyeron en un megabloque opositor que comenzó a marcar los tiempos parlamentarios y a complicar los planes del Gobierno. 

La pérdida de aliados

En 2024, Javier Milei consiguió aprobar reformas de peso como la Ley Bases, la Boleta Única Papel y mantener vigente el DNU 70/2023, con más látigo que chequera. Los gobernadores y sus legisladores lo acompañaron bajo el argumento de que el Gobierno “necesitaba herramientas para gobernar” y se las dieron. En julio, pese a la falta de diálogo, la paralización de la obra pública y la discrecionalidad en el reparto de ATN, 18 gobernadores le regalaron la foto del Pacto de Mayo. Aquella firma, casi calcada del Consenso de Washington, no tuvo efecto en la práctica. El viernes pasado, el correntino Gustavo Valdés —ahora miembro del espacio opositor Provincias Unidas— reconoció que el pacto “no sirvió para nada” y dijo estar cansado de viajar para ser recibido por “terceras líneas”.

El caso del correntino desencantado expone la mala praxis política de los libertarios. La estrategia de “puros” impulsada por Karina Milei sepultó el pragmatismo que proponía Santiago Caputo para tejer alianzas electorales que aseguraran apoyos en el Congreso. La hermana del presidente prefirió armar una lista propia en Corrientes y terminó en una elección en la que su candidato, Lisandro Almirón, quedó en cuarto lugar, con un Valdés triunfante que ahora cuestiona al Gobierno desde la vereda opositora. De hecho, los tres gobernadores que Catalán logró sentar en la “mesa federal” esta semana fueron quienes ya habían cerrado acuerdos electorales: Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Entre los tres apenas podrían aportar seis votos al Gobierno, muy lejos del “tercio de hierro” que Milei supo construir en 2024.

En Casa Rosada justificaron la magra convocatoria y adelantaron que las próximas invitaciones serán “por separado”. Además consideraron un gesto sumar a Luis “Toto” Caputo a la mesa, aunque la realidad es que el resto de los gobernadores no quiere pisar Balcarce 50, mucho menos antes de las elecciones de octubre.

Con el reloj corriendo Catalán viajó al norte y sumó dos fotos más. En Tucumán, posó con Osvaldo Jaldo durante la Expo Agroganadera 2025. El tucumano, que en su momento colaboró con el Gobierno, retomó un perfil opositor tras el armado de listas libertarias en su provincia. El oficialismo cree que allí podría recuperar al menos tres diputados. La gira de Catalán llevó a los mandatarios promesas de una billetera más flexible y hasta préstamos para las provincias. En Salta, el ministro almorzó con Gustavo Sáenz, quien lanzó una de las críticas más duras al intento de recomponer el vínculo con los gobernadores: “A mí me cagaron con las obras y en lo electoral. Después pretenden que vaya allá a acompañar”, disparó.

Congreso en pie de guerra

Tras la derrota en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno pisó el acelerador. Milei no corrió a ninguno de los responsables de la fallida estrategia política y avanzó con los tres vetos: El financiamiento universitario, la Emergencia en Pediatría y la Ley de ATN.  El miércoles, Diputados intentará revertir los dos primeros. “La votación del financiamiento universitario está más finita”, confían a este diario diputados que llevan el poroteo. El oficialismo hoy sólo cuenta con su propio bloque, los “radicales con peluca” y el PRO para resistir. Los gobernadores de Provincias Unidas —Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes)— ya cuestionaron los vetos y anticiparon que trabajarán para voltearlos. Persisten dudas sobre el rol de Claudio Vidal (Santa Cruz), ausente en la reunión de Río Cuarto, y de Nacho Torres (Chubut). La otra pecera de votos es el bloque Innovación Federal, cuyos diputados responden a Sáenz, Weretilneck y al misionero Rovira.

En la Casa Rosada concentran sus esfuerzos en blindar el veto a la Ley de ATN. Catalán intentará sentar esta semana en la mesa federal a Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan). Los mandatarios que comparten el grupo de WhatsApp “23 gobernadores y un jefe de Gobierno”, todavía no confían en él y consideran que un verdadero gesto hubiera sido designar a un funcionario propuesto por los gobernadores. En la reunión del jueves, Catalán incluso anticipó que la otra ley impulsada por las provincias para distribuir fondos provenientes de los impuestos a los biocombustibles también será vetada. “La negociación, en esas condiciones, se vuelve casi imposible”, aseguraron cerca de uno de los gobernadores a este diario. Para colmo Toto Caputo cree que podrá seducirlos con los anteproyectos de reformas laboral y tributaria que el Gobierno ya tiene casi listos y que el FMI pide a gritos.

Atrás quedaron los tiempos de la Ley Bases, el momento de mayor fortaleza del Gobierno en el Congreso, cuando logró reunir 142 votos a favor y 106 en contra. Entonces solo se opusieron Unión por la Patria y la izquierda; el resto acompañó. Las negociaciones se cocinaban en un despacho donde Santiago Caputo, cigarrillo en mano, imponía apoyos sin ofrecer nada a cambio. El látigo funcionaba y la chequera no hacía falta.

Por Paula Marussich / El Destape

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