Mujeres en tecnología y la brecha que persiste cada 8M

Recursos Humanos08 de marzo de 2025
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Este sábado 8 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Si bien la equidad, que está en la base de la lucha evidenciada en esta efeméride, es uno de los objetivos para el desarrollo de las Naciones Unidas, el Informe 2024 sobre la Brecha de Género Global del Foro Económico Mundial, indicó que se necesitarán otros 134 años para alcanzar la paridad de género. 

Y esa brecha en muchos sectores está estancada. La urgencia de empresas, gobiernos y organizaciones en iniciativas para impulsar a las mujeres y niñas a seguir carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) no es casual, sino que deriva del mayor riesgo de que la mencionada brecha se siga ampliando en las actividades con mejores perspectivas laborales, tanto en lo salarial como desde la formalidad.

Aun con esos esfuerzos, las organizaciones que estudian la trayectoria de las mujeres en áreas de tecnología aseguran que el progreso logrado en años anteriores pisó el freno, a nivel terciario y universitario pero también en el ámbito laboral profesional.

Carreras en tecnología
La organización latinoamericana Chicas en Tecnología compartió recientemente datos del estado de situación de las mujeres del sector en la Argentina. Consignan que pese a que el sistema universitario argentino se encuentra en expansión, con un crecimiento del 40% en la matrícula entre 2012 y 2021, y el 61,3% del estudiantado son mujeres, la participación femenina en carreras de TIC es del 20,3%, mientras que en Ciencias Naturales es del 62,5%.

Es decir, dentro de las elecciones de carreras STEM, hay una disparidad muy marcada que las excluye de los sectores de tecnología en donde hoy existe una demanda insatisfecha de talento.

"La participación femenina en programación mantiene niveles históricamente bajos en la región, con tasas que oscilan entre el 10% y el 23%, según el país", agregan las Chicas en Tecnología, y concluyen que "a pesar del crecimiento significativo del sector tecnológico, la proporción de mujeres que estudian carreras de ese universo no ha mostrado cambios estructurales en los últimos 5 años." 

Sucede que, aunque hay más mujeres estudiando programación que antes, la brecha de género sigue siendo un desafío pendiente en la industria tecnológica. Las mujeres son el 36,3% del alumnado en las carreras de ingeniería, industria y construcción; y es particularmente baja su participación en carreras de tecnología de la información y la comunicación (TIC), donde los estudiantes varones representan el 79,7% del alumnado.

Brecha de género a nivel laboral
A la vez, como pasa en todos los campos, a mayor rango de jerarquía se acentúa la brecha tanto profesional como salarial. El informe de Chicas en Tecnología destaca, por ejemplo, que las diferencias se acentúan a medida que las mujeres tienden a tener carreras más cortas, tienen menor representación en las revistas científicas y los incentivos para su ascenso son menores.

De acuerdo al último relevamiento de Sysarmy, la comunidad de profesionales IT de Argentina, hay cuatro hombres por cada mujer en la muestra de la encuesta. Paradójicamente, además, ellas suelen estar mejor formadas académicamente que sus colegas varones: un 30% de las mujeres posee estudios universitarios (completos o en curso), comparado con 22% de los hombres. No obstante, esa preparación superior no se traduce en equidad salarial ni en mayores posibilidades de ascenso.

De hecho, en ese sector las mujeres ganan un promedio de 20% menos que sus pares varones. Por cada peso que gana un hombre, una mujer recibe aproximadamente 83 centavos. Desde OpenQube, la firma que analizó y sistematizó los datos, apuntan que "esta brecha general no ha mostrado mejoras significativas con respecto al año anterior, lo que indica una brecha estancada."

Esa estadística realizada para argentina coincide de hecho con el último relevamiento al respecto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la región de América Latina y el Caribe: en 2024 la tasa de participación femenina se mantuvo en 52,1%, muy por debajo de la de los hombres (74,3%)". Las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres, y siguen siendo expuestas a mayores tasas de desocupación y empleos de menor calidad.

Otro punto clave es que, "si bien la desigualdad existe desde los primeros años de carrera, los datos de la encuesta de Sysarmy muestran que la brecha se ensancha a medida que aumenta la experiencia". En niveles junior la brecha salarial de género es de 6% en detrimento de las mujeres; en los Semi-Senior es de 5% y en los más senior llega al 20%. A la vez, las áreas de punta y que suelen ofrecer sueldos más altos, como ciencia de datos, computación en la nube o seguridad informática, están más masculinizadas. "La baja presencia de mujeres en estas especializaciones bien remuneradas contribuye a la brecha general de ingresos", concluye OpenQube.

En IT, particularmente, la brecha salarial de género se manifiesta también al comparar distintos puestos y especializaciones. Pero al contrario de la creencia popular de que los hombres tienden a ocupar en mayor medida roles técnicos, el informe muestra que la población encuestada tiene roles similares como Desarrollo, DevOps/SRE, Líder técnico o Ingeniería de Datos: "Incluso cuando hombres y mujeres ocupan el mismo tipo de rol, se observan diferencias salariales. Por ejemplo, una desarrolladora (Developer) gana menos que un desarrollador hombre con experiencia comparable. Lo mismo suele ocurrir en roles de liderazgo técnico: las mujeres Technical Leaders perciben remuneraciones inferiores a las de sus pares masculinos."

Idénticos desafíos remarcó la compañía de ciberseguridad ESET en un estudio difundido en la ocasión del 8M: "La brecha salarial, no sólo por el poco acceso a puestos directivos, sino ante igualdad de puestos y jerarquía, sigue siendo un desafío. Si bien las compañías están empezando a mapear e intentando encontrar soluciones, es algo que no muchas pueden resolver en el corto/mediano plazo", apuntó Julieta Escolar, Mánager de Recursos Humanos para ESET Latinoamérica. 

Alertas a futuro
En un sector como el de IT, que persiste masculinizado y con barreras al desarrollo de las mujeres profesionales, plantea desafíos para alcanzar la equidad de género al menos en materia salarial y de oportunidades laborales.

Es difícil que ello ocurra mientras apenas 8% de las mujeres encuestadas por Sysarmy cuenta con más de 13 años de experiencia en el rubro, lo que sugiere dificultades para permanecer y crecer en la industria a largo plazo. Consecuentemente, los hombres dominan los puestos de mayor antigüedad, y hay cada vez menos liderazgos femeninos que impulsen o inspiren a otras mujeres a seguir avanzando en esa área.

Julieta Escolar agregó: "El mayor desafío que enfrentamos las mujeres en el ámbito laboral es la falta de representación en cargos directivos. Históricamente estos puestos han sido ocupados por personas de género masculino, y si bien de a poco esta tendencia ha ido mejorando, aún falta esta representación. Por mi trabajo, me ha tocado escuchar comentarios de líderes varones, donde me han pedido que no contratemos a mujeres para los puestos claves para que no haya tanta rotación por licencias por maternidad. Como mujer, fueron comentarios que tuve tolerar sin posibilidad de refutar".

"Las empresas deben empezar a trabajar para que su equipo directivo sea lo más diverso posible, que incluya no sólo mujeres en estos roles, sino que también busque que sean diversas sus realidades personales, y así contar con distintos puntos de vista para abordar las problemáticas de la compañía. Para ello, deben evaluar si sus sistemas de promoción son justos y equitativos para evitar cualquier sesgo", propuso la directiva de ESET.

Coinciden con esa apreciación los datos que también relevó la ONG dedicada a estudio y diseño de políticas públicas, Fundar. En octubre dieron a conocer un informe sobre las trayectorias que las mujeres siguen en áreas de Tecnología, y encontraron lo siguiente: "El sector de software en Argentina emplea a más de 140.000 personas, con salarios y condiciones laborales superiores al promedio. El disfrute de este dinamismo no es equitativo. El sector mantiene una baja participación femenina, con solo un 30% de mujeres en empleos mayoritariamente funcionales o administrativos, frente a los mejor remunerados roles ocupados por varones."

Mencionan que el nivel de participación femenina en el sector se mantuvo constante desde 1996, y así contrasta con la evolución del empleo privado en general, que aumentó 6 puntos porcentuales en los últimos 25 años. "A pesar del despegue y dinamismo que ha demostrado el sector, hace décadas que las mujeres ocupan 3 de cada 10 puestos de trabajo registrados. Una cadena de segregaciones afecta las trayectorias de las mujeres en la producción de software, limitando su acceso a salarios más altos, sus posibilidades de avance y permanencia dentro de la industria. Este encadenamiento comienza en la infancia, sigue en la universidad, se refleja en los diferentes puestos que ocupan al ingresar al sector y se profundiza a lo largo de la vida profesional", concluyen las investigadoras de Fundar.

El panorama que vemos hoy tan claramente en las áreas IT, y el relegar a las mujeres a las áreas y sectores "blandos" y menos lucrativos, muestran ya "una hipoteca del futuro" y una mayor dependencia, que históricamente las dejó en una situación de mayor vulnerabilidad. Las diferencias que llevan a las mujeres a elegir vocaciones de menor paga y con menos chances de ser buenas salidas laborales, comprometen su futuro y el de la igualdad de género.

 Nota:iprofesional.com

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